A juicio Jaime Blanco Maya por asesinato de sindicalistas de la Drummond

Para la Fiscalía es claro que “El conjunto de la prueba legalmente incorporada al proceso, examinada a la luz de las reglas de la sana crítica, confirma entonces los señalamientos que desde el principio se efectuaron en contra de Jaime Blanco Maya, de haber concurrido a promover, auxiliar y financiar el frente “Juan Andrés Álvarez” de las Autodefensas y en desarrollo de esas alianzas haber sido determinador de los homicidios agravados de Valmore Locarno Rodríguez y Víctor Hugo Orcasita Amaya”

En relación al delito de concierto para delinquir agravado, manifiesta la Fiscalía que a lo largo de la investigación, se han confirmado los testimonios de paramilitares del frente “Juan Andrés Ávarez”, adscrito al Bloque Norte de las AUC, en el departamento del Cesar – entre los que se cuentan, Javier Ernesto Ochoa Quiñonez, Jhon Jairo Esquivel Cuadrado, alias “El Tigre”, Alcides Manuel Mattos Tabares, alias “Samario”, José Aristides Peinado Martínez, alias “El Guache” y Jairo de Jesús Charrys Castro, alias “Charrys” – que afirman que Blanco Maya se reunió varias veces con ellos y con alias “Tolemaida”, comandante del frente.

Alias “Charrys”, quien era el jefe de seguridad de Blanco, por ejemplo, es enfático en afirmar que éste era “un paramilitar más” y que en la finca Las Américas de su propiedad, “era la base de autodefensas, pues allí llegaban Jorge 40, el Mono Mancuso, Tolemaida”, entre otros.

Afirma la Fiscalía, frente a los homicidios agravados, que se han incorporado al proceso, abundante material probatorio que compromete la responsabilidad de Blanco Maya, a quien los propios autores materiales, sindican de ser la persona que ordenó los asesinatos.

En efecto, el paramilitar Javier Ernesto Ochoa, manifestó en su testimonio del 13 de abril de 2007, que en una reunión de miembros de esa organización ilegal, escuchó que quien ordeno la muerte de los sindicalistas, fue Blanco Maya, al solicitarle a su compadre alias “Tolemaida” que “solucionara el problema de raíz del presidente y vicepresidente del sindicato quienes al señor Jaime Blanco le hicieron la vida imposible por quitarle el contrato de alimentación”.

Lo mismo afirmó alias “Charrys”, al confirmar que acompaño a Blanco el 8 de marzo de 2001, a una reunión con “Tolemaida” en San Ángel – Magdalena -, en la que se coordinó la muerte de los sindicalistas, luego de la cual, Blanco le manifestó “Que ya estaba listo todo, que Tolemaida le daba la orden a Adinael, comandante urbano de la zona y a los muchachos de él para que estuvieran para la ejecución de los sindicalistas de la multinacional Drummond”

Es de resaltar que el propio Salvatore Mancuso, también indicó que de acuerdo con los datos que han reconstruido, han podido establecer que Blanco al parecer le pagó a “Tolemaida” para asesinar a los sindicalistas que empezaron a indisponer a todos los trabajadores con el tema de la cantidad y calidad de la comida.

Finalmente concluye la Fiscalía que “Tales cargos, como se han visto, han sido formulados no solo por los miembros del sindicato, familiares de las víctimas y trabajadores de la Drummond, sino también por los propios paramilitares que participaron directamente en la ejecución material de estos hechos o tuvieron acceso directo a la información precisamente por su condición de miembros de las autodefensas”

Hasta el momento en Colombia, han sido condenados cinco paramilitares por estos hechos, Jairo de Jesús Charris Castro – Alias Viejo Charris, Alcides Mattos Tabares – Alias Samario, Oscar José Ospino Pacheco – Alias Tolemaida, José Aristides Peinado Martínez – Alias Guache y Oscar David Pérez Bertel – Alias Yuca.

De estas condenas, solo la de Charris Castro fue producida a través de Juicio, ya que los demás paramilitares se sometieron a sentencia anticipada, con el fin de obtener los beneficios de la Ley de justicia y paz, bajo la premisa de ampliar la narración de los hechos a través de las versiones que rendirían por el mecanismo de esta ley.

Otros presuntos responsables de los homicidios de los sindicalistas, son además del presidente en Colombia de la transnacional minera Drummond, Augusto Jiménez y su gerente de relaciones con la comunidad Alfredo Araujo (primo de Álvaro Araujo, senador encarcelado por parapolítica en el año 2008), Gary Drummond, presidente de la multinacional y Jean Jakim, jefe de seguridad de la transnacional.

Incluso, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, fue citado por este caso, por representantes de grupos de derechos humanos y por la firma de abogados Conrad & Scherer en Estados Unidos, quienes están a la espera que se defina la sugerencia de inmunidad parcial, realizada por el Departamento de Estado, que plantea que ésta debería aplicarse solamente a lo que tiene que ver con el mandato de Uribe como presidente.

Los trabajadores de la multinacional Drummond, Valmore Locarno Rodríguez y Víctor Hugo Orcasita Amaya, presidente y vicepresidente del sindicato Sintraminergética, fueron asesinados el 12 de marzo de 2001, aproximadamente a las seis de la tarde, por paramilitares que se movilizaban en una camioneta Ford de color lobo verde y vidrios polarizados, quienes luego de interceptar el bus donde se movilizaban e identificar a los sindicalistas, dispararon a Valmore, y se llevaron retenido a Víctor Hugo, quien horas más tarde apareció igualmente asesinado.

El Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, representante de los familiares de las víctimas en Colombia, manifiesta su complacencia frente a la decisión tomada por la Fiscalía, no obstante, espera que los demás responsables del asesinato de los sindicalistas, sean vinculados al proceso, en aras de la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas

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