En estos días el ingenio San Carlos ubicado en el municipio de Tuluá en el norte del Valle del Cauca cambio de dueño de manera sorpresiva y están siendo despedidos todos los trabajadores.
Hace algunos días Sinaltrainal alertó a las organizaciones sociales y a la comunidad internacional acerca de los despidos que se generarán en el sector azucarero debido a la implementación del corte mecánico de la caña de azúcar y a la concentración de capitales que vienen haciendo las transnacionales y los grupos económicos nacionales aprovechando la crisis financiera, que en últimas a quienes afecta gravemente son a las pequeñas y medianas empresas y por supuesto a las grandes mayorías (obreros, campesinos, indígenas, jóvenes, mujeres -de los sectores populares-)
En estos días el ingenio San Carlos ubicado en el municipio de Tuluá en el norte del Valle del Cauca cambio de dueño de manera sorpresiva y están siendo despedidos todos los trabajadores. El ingenio fue vendido por su propietaria María Clara Naranjo Palau – descendiente de la familia Sarmiento Lora – a uno de los monopolios nacionales, pero está por confirmar si fue al Grupo Carlos Ardila Lulle o al Santodomingo.
Producto de la transacción han sido despedidos 275 trabajadores directos y los 1.025 restantes – vinculados a través de cooperativas de trabajo asociado y contratistas – están en grave riesgo de perder sus puestos de trabajado. Este ingenio procesa diariamente aproximadamente 4000 toneladas de caña para la producción de azúcar y melasa. Según fuentes muy confiables se conoció que la molienda de este ingenio será utilizada para la producción de alcohol carburante – etanol – para suplir las futuras necesidades del país, no en la producción de alimentos sino por el contrario para elevar la mezcla del combustible del 10% al 20%.
El despido colectivo de trabajadores incluyó a todos los miembros de la junta directiva del sindicato – Sintrasancarlos afiliado a la Central General de Trabajadores – CGT, incluyendo a su presidente Eufrasio Cortes, con la promesa de que serán vinculados nuevamente de forma tercerizada. Extrañamente no hemos conocido ninguna denuncia sobre esta grave situación económica, laboral y social para el sur occidente colombiano, más aún cuando un número importante de trabajadores estaba vinculado a través de contrato sindical.
El ingenio en asocio con el sindicato instaron a los trabajadores a no participar en el paro laboral de los corteros de caña del segundo semestre del 2008 que negoció mínimas condiciones de estabilidad, laborales y económicas, el cual duró cerca de dos meses y conquisto reivindicaciones importantes para el movimiento obrero y sindical de nuestro país.
Llamamos a toda la población de la región azucarera a solidarizarse con los compañeros del Ingenio San Carlos que están siendo lanzados a la calle a engrosar las grandes masas de desempleados. Al grupo económico que compró el ingenio a parar los despidos y a respetar la vida de los obreros y, a exigir una explicación al gobierno colombiano por no garantizarles el derecho al trabajo y al bienestar de los compañeros.
A última hora conocimos que esta misma actitud empresarial se viene presentando en el ingenio Carmelita.