El poder de las tinieblas

El asesinato en Turbo, el pasado 9 de abril, de Jesús Adán Quinto Mosquera, desplaza-do de Cacarica y líder de la Asociación Nuevo Retorno, hecho absolutamente conde-nable, activó una vez más la campaña de estigmatización contra los suscritos, coordi-nada por el mismo conjunto de políticos, empresarios y con la complicidad de agentes mediáticos, incondicionales a un proyecto que se identifica con los postulados del ex Presidente Álvaro Uribe Vélez. Ellos demostraron, nuevamente, su capacidad de crear las mentiras y las calumnias, incentivadas por los más inconfesables propósitos e in-tereses, alimentando la desinformación y las expresiones de odio desenfrenado.

 

 

“esta es la hora de ustedes, cuando domina la oscuridad”
( Evangelio de San Lucas, 22, 53)

El asesinato en Turbo, el pasado 9 de abril, de Jesús Adán Quinto Mosquera, desplazado de Cacarica y líder de la Asociación Nuevo Retorno, hecho absolutamente condenable, activó una vez más la campaña de estigmatización contra los suscritos, coordinada por el mismo conjunto de políticos, empresarios y con la complicidad de agentes mediáticos, incondicionales a un proyecto que se identifica con los postulados del ex Presidente Álvaro Uribe Vélez. Ellos demostraron, nuevamente, su capacidad de crear las mentiras y las calumnias, incentivadas por los más inconfesables propósitos e intereses, alimentando la desinformación y las expresiones de odio desenfrenado.

Por el asesinato de Adán no solo han insinuado sino afirmado, de la manera más teme-raria, impúdica y perversa, que somos los responsables de su muerte violenta1. Así lo hicieron en diciembre de 2009 luego del asesinato, el 18 de diciembre de ese año, de Manuel Moya, Graciano Blandón y su hijo Jair Blandón2.

La justicia no ha esclarecido el crimen de estos tres afrodescendientes, lo más probable es que jamás lo hará, como tampoco el de Adán Quinto, porque esa es desgraciadamente la rutina a la que estamos acostumbrados en Colombia. En la investigación que se sigue por los tres crímenes de diciembre de 2009, testigos de excepción señalan que ocurrieron cuando llegaron a cumplir una cita con las FARC.

En relación con los antecedentes del asesinato de Adán Quinto, se conoció que, además de repetir las conocidas infundadas acusaciones en contra nuestra, habló en medios de información de la región de Urabá como en los nacionales, de narcotraficantes, guerrilleros y militares implicados por acción u omisión en el tráfico de cocaína en el Bajo Atrato y Urabá, en particular del Mayor Quiñones de la brigada 17.

La impunidad es la norma casi implacable, sólo alterada de tarde en tarde por actos de “justicia”, muchos de ellos manipulados y fraudulentos, y en muy pocos casos con vi-sos de justicia real. Entre tanto el ciudadano común queda expuesto, no sólo a la con-tinuidad de los crímenes, impulsada por la impunidad, sino a la mentira.

Leer completo

 

titre documents joints
El poder de las tinieblas (PDF – 216.2 KB)

 

https://www.colectivodeabogados.org/wp-content/uploads/2021/07/au_cajibio_11_febrero_2016.docx

Share This