En un “juicio histórico”, definido así por Alirio Uribe Muñoz, observador de la Federación Internacional de Derechos Humanos, y miembro del Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, organización defensora de derechos humanos colombiana, fue condenado a 25 años de prisión, el ex presidente Alberto Fujimori, luego que la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema del Perú, ratificara en segunda instancia la decisión tomada meses anteriores, por su autoría mediata en la comisión de cuatro graves violaciones de derechos humanos en ese país.
La sentencia, según Uribe Muñoz, quien desde que se inició el juicio, le dio seguimiento, “es un ejemplo para las víctimas en África, Asia u otros países de América Latina que están tratando de reconstruir la verdad y lograr justicia”. Así mismo indicó que solicitarán que Fujimori cumpla su condena en un penal de máxima seguridad.
Según manifestaron diarios locales, para el secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Ronald Gamarra, “Este fallo es definitivo e inapelable. Ahora el abogado de la defensa César Nakasaki está en su derecho de buscar alguna salida legal, pero sabe bien como abogado que su defendido Fujimori es un “reo rematado” porque perdió la batalla legal ante del Poder Judicial”
De la misma manera se pronunció Francisco Soberón, director de Aprodeh, quien además de saludar el fallo histórico, manifestó que éste sienta un precedente a nivel nacional e internacional para que los casos de violaciones de los derechos humanos no queden impunes en ningún lugar del mundo.
Para el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” este fallo, reafirma la necesidad de seguir luchando en Colombia y en el mundo entero, para que los derechos de las víctimas de crímenes de Estado, dejen de ser un sueño lejano y se constituyan en un hecho real.
Así mismo saluda a todos los defensores de derechos humanos en Latinoamérica especialmente a los hermanos en el Perú, quienes nunca desistieron, a pesar de las amenazas y los hostigamientos, para que este día llegara a sus vidas y a la de los cientos de víctimas de Fujimori.
