Don Manuel Amaya Epiayu, de 70 años de edad, araurayú de la comunidad Wayúu de Wepiapaa que se encuentra en situación de desplazamiento, luego de una penosa enfermedad, posiblemente agravada por las precarias condiciones socioeconómicas en que vivía, murió en horas de la mañana del pasado 31 de octubre de 2006 sin poder ver cumplido su último deseo, cual era el de morir y ser enterrado en tierra propia.
Don Manuel Amaya Epiayu, de 70 años de edad, araurayú de la comunidad Wayúu de Wepiapaa que se encuentra en situación de desplazamiento, luego de una penosa enfermedad, posiblemente agravada por las precarias condiciones socioeconómicas en que vivía, murió en horas de la mañana del pasado 31 de octubre de 2006 sin poder ver cumplido su último deseo, cual era el de morir y ser enterrado en tierra propia.
El 18 de octubre de 2006 don Manuel Amaya Epiayu solemnemente había reunido a la comunidad en pleno para expresarles que, pese sus múltiples dolencias y al creciente deterioro físico derivado de su enfermedad, desplegaría todos los esfuerzos posibles para que la muerte no le sobreviniera antes que el Gobierno Nacional les adjudicara el predio prometido y se les constituyera el resguardo.
Don Manuel Amaya Epiayu en esa tarde de octubre que todos en Wepiapaa recuerdan con especial nostalgia, dijo que solo podría morir tranquilo con la certeza que se le había puesto punto final a la situación de desplazamiento de su comunidad, con la reubicación oportuna y adecuada.
Desafortunadamente don Manuel Amaya Epiayu no sólo no pudo morir en paz y con la seguridad que su comunidad había dejado atrás un largo año de desplazamiento forzado, sino que transcurridos varios días desde su muerte aún en Wepiapaa no saben absolutamente nada del estado actual del proceso de reubicación y adjudicación de tierras para las familias Wayúu desplazadas.
En el caso de Wepiapaa el Gobierno Nacional ha demostrado su incapacidad institucional para brindar soluciones de fondo al problema de la población Wayúu en situación de desplazamiento. Todas las instituciones gubernamentales que se han acercado a la comunidad han coincidido en afirmar que mientras no haya reubicación y dotación de tierras los problemas persistirán. Sin embargo hasta la fecha el Gobierno Nacional no ha realizado ninguna gestión en concreto para viabilizar la entrega de predios y la constitución de un resguardo.
Y mientras el fin de la situación de desplazamiento de estas familias Wayúu parece cada día alejarse más y más en el horizonte del tiempo, las muertes de niños y niñas de Wepiapaa siguen a la orden del día. Dos nuevos casos se han reportado últimamente. El 3 de noviembre de 2006 en una clínica de Riohacha (La Guajira) muere Nelly Johann Epiayu Ipuana, de sólo 5 meses de edad y el 12 de noviembre de 2006 en un hospital de Riohacha (La Guajira) muere Margarita Ipuana, quien contaba con 10 meses de edad.
Estas dos muertes recientes se suman a las de Mario Ipuana Ipuana, de 2 años de edad, ocurrida en el hospital de Dibulla (La Guajira) el 10 de agosto de 2006 y a la de la niña de 3 meses de edad de apellidos Epiayu Ipuana, hermana gemela de Nelly Johann Epiayu Ipuana, acaecida el 12 de agosto de 2006 en Riohacha (La Guajira).
Como se recordará, las muertes tanto de Mario Ipuana Ipuana como de la niña Epiayu Ipuana se debieron a enfermedades asociadas con la desnutrición severa que padecían, evidencia cierta de la desidia gubernamental en la atención a la población desplazada.
Dado que la situación que ha incidido en la muerte de niños y niñas Wayúu en esta comunidad no ha sido resuelta estructuralmente, no es de extrañar que estas dos últimas muertes también tengan relación con las críticas condiciones de habitabilidad en que mal viven las familias Wayúu que se encuentran desplazadas en Wepiapaa.
Una infinita tristeza embarga a todos en Wepiapaa. La tragedia de su desplazamiento está lejos de resolverse y la muerte sigue haciendo visitas indeseadas. Con la mirada perdida en el horizonte una de las líderesas de la comunidad solo atina a inquirir, cargada de desesperanza, “¿a cuántos muertos estaremos de ser reubicados?”.
La desesperanza que empieza a arrinconar a Wepiapaa se la puede conjurar con la solidaridad de todos. Nuestro deber es que estos Wayúu sepan que no están solos.
Dibulla (La Guajira), 13 de noviembre de 2006
Tomado de: http://colombia.indymedia.org/news/2006/11/52423.php
CARTA ABIERTA AL GOBIERNO NACIONAL:
“SIN REUBICACIÓN NO HAY SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DE LOS WAYÚU DESPLAZADOS DE WEPIAPAA”
Por:
CABILDO WAYÚU DE WEPIAPAA
Cualquier atención gubernamental que se brinde a la población Wayúu desplazada en Wepiapaa, que no contemple su pronta reubicación, la dotación de tierras adecuadas y la constitución de un resguardo, no hará más que prolongar en el tiempo la crítica situación que soportan desde hace un año.
Es cada vez más evidente que la solución de fondo y definitiva de la problemática que presenta actualmente la población Wayúu que se encuentra en situación de desplazamiento en Wepiapaa es su pronta reubicación rural, la dotación de tierras adecuadas y la constitución de un resguardo que brinde garantías jurídicas sobre la titularidad de la tierra.
Mientras estos objetivos no sean alcanzados satisfactoriamente y en el inmediato plazo posible, la atención humanitaria institucional que se le brinde a esta población Wayúu seguirá siendo siempre insuficiente, cada vez más coyuntural y, lo que es peor, con el transcurso de los meses amenazará seriamente con afectar irreversiblemente la gobernabilidad y nuestra autonomía como comunidad, en la medida en que se afianzan relaciones verticales de dependencia que quiebran la solidaridad y la reciprocidad.
El Cabildo Wayúu de Wepiapaa en repetidas ocasiones ha venido manifestando su preocupación por que la demora en definir una solución definitiva a la problemática de la población Wayúu desplazada, derive en una situación sostenida de vulneración de nuestros derechos colectivos y de nuestro patrimonio cultural e intelectual. Al respecto se ha argumentado que la situación de desplazamiento es una amenaza directa a nuestra integridad étnica y cultural. Como ejemplo de ello se podría decir que al no poseer tierras propias a causa del desplazamiento y habiendo salido desde hace muchos años de la Alta Guajira, carecemos de cementerios familiares para enterrar a nuestros muertos, de acuerdo a las tradiciones Wayúu.
Las instituciones gubernamentales de los niveles municipal, departamental y nacional que conocen la precaria situación socioeconómica y la fragilidad de las condiciones de vida que los Wayúu soportan en Wepiapaa, coinciden en señalar la urgencia de la reubicación de la población Wayúu en situación de desplazamiento.
Así lo concluyeron las instituciones públicas que entre el 10 y el 12 de julio de 2006 realizaron una breve gira por la Alta Guajira que terminó en nuestra comunidad y así también lo definieron las instituciones gubernamentales participantes en la reunión convocada el 26 de septiembre de 2006 en Dibulla (La Guajira) por la Vicepresidencia de la República en donde se analizó la oferta institucional y se evaluó la atención que se le ha brindado a la población desplazada de Wepiapaa.
Precisamente en esta última reunión el funcionario del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER) expresó que existe un predio, localizado en jurisdicción de Dibulla (La Guajira), que en estos momentos presenta las condiciones más adecuadas para ser entregado a la población Wayúu desplazada de Wepiapaa, por lo que todas las entidades presentes acordaron unir esfuerzos para viabilizar y concretar esta alternativa.
En razón de lo anteriormente planteado, estamos solicitando al Gobierno Nacional a que adelante pronta y oportunamente todas las gestiones necesarias conducentes a la solución definitiva de la problemática de la población Wayúu desplazada en Wepiapaa, cuya alternativa más viable, como se ha visto, es la reubicación y la dotación de tierras bajo la figura de resguardo.
Wepiapaa, Dibulla (La Guajira), 25 de octubre de 2006
CABILDO WAYÚU DE WEPIAPAA
Tomado de: http://colombia.indymedia.org/news/2006/10/51207.php