¿SI NOS MATAN LOS QUE NOS DEBEN PROTEGER, QUÉ SE PUEDE ESPERAR?

Nuestra madre tierra esta enferma, y eso nos llena de preocupación por que cada día se cerca mas la destrucción de nuestro hogar y junto a ella la nueva generación del pueblo Wiwa, al igual que los hogares y la futura generaciones de nuestros hermanitos menores, quienes aun no han logrado asimilar el por que somos los guardianes del corazón del mundo.

 

 

En la actualidad estamos siendo maltratados en todos los sentidos debido a múltiples intereses políticos y económicos que ponen en juego nuestra integridad, territorio y su jurisdicción. Somos víctimas de de la represión que ejercen los actores armados legales e ilegales, de los megaproyectos planeados para nuestro casa, los cuales no respetan los acuerdos firmados entre el gobierno nacional y nuestras organizaciones indígenas; de la presión ejercida desde la conquista por las religiones invasoras; de los modelos Educativos Occidentales y de Salud impuestos por el gobierno nacional, los cuales desconocen la Educación, la Salud Propia y lo que es peor el desconocimiento del territorio sagrado con tal de lograr sus objetivo. Todo esto viola nuestros derechos humanos ancestrales los cuales se hayan demarcado desde la orilla del mar hasta los picos mas alto de la Sierra, en cuanto a los planes del desarrollo para la Sierra Nevada deben estar basados en criterios indígenas de acuerdo a nuestros usos, creencias. Costumbres y tradiciones, de cada pueblo que habita en la SNSM.

Somos víctimas del conflicto armado interno que vive Colombia. Los actores armados, legales e ilegales, profanan, violan e irrespetan los sitios sagrados de Pagamentos, la naturaleza, el agua, el aire, con el derramamiento de sangre dentro de nuestra Casa Sagrada, y aún más cuando se trata de que las víctimas sean indígenas, hechos que nos afectan a nosotros y a la misma vida, lo ocasiona el desequilibrio espiritual, así estos sucesos ocurran entre los Hermanitos Menores (gente no indígena).

I

La Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona (OWYBT), se permite comunicar a la opinión pública nacional e internacional, lo siguientes

HECHOS

1. Román Luís Vega Nieves, indígena Wiwa, el 2 de agosto de 2006 se encontraba trabajando en una parcela de la finca La Mina, la cual se localiza muy cerca de donde actualmente se llevan a cabo las obras de construcción de la Represa Ranchería en jurisdicción de San Juan del Cesar y hacia el mediodía no regresó a su lugar de residencia a almorzar como era su costumbre.

2. Preocupada por la ausencia de su esposo, Carmen Mojica Duque se fue hasta el lugar donde se suponía se encontraba su esposo trabajando y al no hallarlo llamó a otros familiares para que le ayudaran a localizarlo.

3. Buscando en las inmediaciones de la parcela de la finca de La Mina, la esposa y otros familiares encontraron huellas y rastros que señalaban que por el lugar recientemente habían pasado varios hombres con botas militares. Se percataron que estas huellas se dirigían hacia el lugar en donde se construye la Represa de Ranchería, donde permanentemente hay presencia de tropas del Batallón Rondón de la Décima Brigada.

4. Los familiares prosiguiendo su búsqueda recibieron testimonios de diferentes personas de la región quienes manifestaron que habían visto a un civil que iba con tropas del Ejército Nacional.

5. Ante las evidencias y testimonios recibidos y pensando que Román Luís Vega Nieves había sido capturado por tropas del Batallón Rondón, los familiares deciden, el 3 de agosto de 2006 en horas de la mañana, ir hasta la guarnición militar ubicada en el corregimiento de Buenavista jurisdicción del municipio de Distracción (La Guajira), para indagar sobre su paradero.

6. En el Batallón Rondón les informan a los familiares que no habían realizado ninguna detención en el área donde se encontraba Román Luís Vega Nieves. Esta misma información fue entregada al Personero Municipal de San Juan del Cesar y al Defensor del Pueblo Regional La Guajira.

7. Mientras los familiares realizan la búsqueda de Román Luís Vega Nieves, conocen a través de los medios de comunicación locales un reporte castrense que da cuenta que el 3 de agosto de 2006 hubo un enfrentamiento armado entre tropas del Batallón Rondón y guerrilleros del Frente 59 de las FARC-EP, ocurrido en zona rural de la Serranía del Perijá en jurisdicción de La Jagua del Pilar, que arrojó como resultado un insurgente dado de baja en combate.

8. El 4 de agosto de 2006, saliendo de la Personería Municipal de San Juan del Cesar, hasta donde habían llegado para interponer la denuncia sobre los hechos, una persona les informa que el 3 de agosto de 2006 había presenciado el levantamiento de un cadáver, identificado como N.N. en La Jagua del Pilar (La Guajira), que tenía características muy similares a las que los familiares habían entregado en su búsqueda.

9. Ante esta noticia los familiares, con el acompañamiento del Personero Municipal de San Juan del Cesar, deciden desplazarse hasta La Jagua del Pilar. Al no encontrar quien les brinde información se dirigen hasta el municipio de Villanueva (La Guajira), en donde funcionarios del CTI de la Fiscalía que habían hecho el levantamiento del cadáver les muestran una fotografía del occiso.

10. A través de esta fotografía, los familiares se dan cuenta que el cuerpo del N.N. correspondía a Román Luís Vega Nieves. En la fotografía que les fue mostrada observan que el cadáver tiene una camiseta de color verde oliva y junto al cuerpo aparecen una granada y un revólver.

II

En relación a los anteriores hechos descritos detalladamente, se pueden mencionar los siguientes

ANTECEDENTES

11. Román Luís Vega Nieves, era un gunama de la comunidad de Potrerito, pero se encontraba desde el 2003 viviendo en La Loma del Potrero, ambas comunidades ubicadas en jurisdicción de San Juan del Cesar. Por razones de trabajo se encontraba en una parcela de la finca La Mina.

12. Román Luís Vega Nieves y su hermano Juan Segundo Vega Nieves fueron capturados, en octubre de 2005, en la comunidad de La Loma del Potrero, por tropas del Batallón Rondón, permaneciendo aproximadamente ocho (8) días detenidos en sus instalaciones militares.

13. Al momento de ser puestos en libertad, Román Luís Vega Nieves y Juan Segundo Vega Nieves fueron agresivamente amenazados por hombres del Batallón Rondón quienes les expresaron que no regresaran más a la comunidad donde habían sido detenidos “porque no responderían”.

14. Con mayor insistencia desde marzo de 2006, tropas del Batallón Rondón han venido sistemáticamente hostigando, amedrentando y acosando a los habitantes de las comunidades de La Loma del Potrero, La Peña de los Indios, El Caney, Ulago y El Machín, estigmatizándolos como milicianos o colaboradores de las FARC-EP. Esta situación ha generado el desplazamiento de al menos tres familias Wiwa que se vieron obligadas a abandonar sus comunidades.

15. Viene ocurriendo con regularidad que las tropas del Batallón Rondón llegan hasta las comunidades de la región llevando consigo a hombres encapuchados, que recuerdan los peores tiempos del paramilitarismo Estos encapuchados, posiblemente desertores y/o reinsertados de la guerrilla que hacen parte de la red de cooperantes e informantes, con sus señalamientos han sembrado el temor en toda la región.

16. Hay un patrón que se viene repitiendo y que ha generado alarma y preocupación entre las autoridades del pueblo Wiwa: Los Wiwa que han sido capturados y privados de su libertad han terminado muertos por los actores armados o, en el mejor de los casos, nuevamente capturados. Al parecer haber pasado detenido por las guarniciones militares se ha convertido en una señal de mal augurio.

17. La muerte de Román Luís Vega Nieves no es un caso aislado. Desde que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó, el 4 de febrero de 2005, medidas cautelares en beneficio del pueblo Wiwa, se han presentado los siguientes casos que involucran directamente a la fuerza pública:

– Noemí Ester Pacheco Zabatá fue muerta por tropas del Batallón La Popa el 15 de febrero de 2005, cerca de Pontón en Valledupar en la Sierra Nevada de Santa Marta.
– Carlos Alberto Vega Camacho, fue muerto por tropas del Batallón Rondón el 10 de abril de 2005, en área rural de la Serranía del Perijá, en el municipio de Villanueva.
– Laudelino Montaño Loperena, fue muerto por tropas del Batallón Rondón el 10 de diciembre de 2005, cerca de Ulago, San Juan del Cesar en la Sierra Nevada de Santa Marta.
– Ricardo Enrique Arias Solís y Celso Enrique Carrillo Guerrero, fueron muertos por tropas del Batallón Cartagena el 4 de enero de 2006, cerca de Mamarongo y Guamaka en Riohacha, en área de la Sierra Nevada de Santa Marta.
– Héctor José Nieves, fue muerto por hombres de la Policía Nacional adscritos al Departamento de Policía de La Guajira, el 30 de abril de 2006 en Curazao corregimiento de San Juan del Cesar.

18. El recurrente montaje de enfrentamientos con grupos guerrilleros y el frecuente arreglo de “muertes en combate” en el que están comprometidos miembros de la Décima Brigada, han sembrado serias dudas sobre otros hechos en los que han muerto Wiwa a manos del GAULA:

– Farid Nieves Nieves, fue muerto por agentes del GAULA de Valledupar el 21 de enero de 2006, en el sector de Villa Corelca en el casco urbano de San Juan del Cesar.

– Ever José Vega Vega y Heiner Vega Radillo, junto a otros tres hombres no indígenas, fueron muertos por agentes del GAULA de Valledupar del 25 de marzo de 2006, en el corregimiento de Carretalito ubicado en Barrancas (La Guajira).

III

La muerte de Román Luís Vega Nieves a manos de tropas del Batallón Rondón y el acumulado de situaciones que se han presentado en la región, probablemente traerán aparejadas las siguientes

CONSECUENCIAS

19. Desplazamiento inminente, hacia el casco urbano de San Juan del Cesar, de al menos tres familias, emparentadas directamente con el Wiwa muerto recientemente.

20. Desplazamiento hacia el casco urbano de San Juan del Cesar o hacia otras comunidades del Resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco y del territorio Wiwa de familias de las comunidades de La Loma del Potrero, La Peña de los Indios, Ulago, El Caney y El Machín.

21. Resquebrajamiento creciente de la confianza que se viene construyendo entre las autoridades del pueblo Wiwa y las entidades gubernamentales, incluida la fuerza pública cuyo papel queda bastante comprometido.

23. Generalización y profundización de la atmósfera de temor que sienten las comunidades del pueblo Wiwa localizadas en San Juan del Cesar, ante posibles represalias, traducidas en capturas y asesinatos.

IV

En razón de lo anterior, la Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona (OWYBT), del Estado colombiano

DEMANDA Y EXIGE

24. La investigación exhaustiva, independiente y oportuna de todos los hechos que han terminado en muertes de miembros del pueblo Wiwa en el contexto de los supuestos enfrentamientos inventados y arreglados por la fuerza pública y que han sido puestos en conocimiento de la opinión pública por parte de la organización.

25. Revisión a fondo de las estrategias de inteligencia que vienen siendo utilizadas por la fuerza pública, sobre todo aquellas sustentadas en la red de informantes y cooperantes, puesto que han terminado involucrando al pueblo Wiwa en el conflicto armado, han propiciado la captura de inocentes y han ocasionado la muerte de indígenas Wiwa ajenos a los actores armados.

26. Garantías plenas e integrales para que los derechos humanos del pueblo Wiwa no sigan siendo vulnerados por parte de los actores armados.

Valledupar, (Cesar), 5 de agosto de 2006

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