Se reanuda el juicio contra Noguera en la Corte Suprema

Se reanuda el juicio contra Noguera en la Corte Suprema

El próximo 15 de febrero, se reanudará el juicio que empezó la semana anterior en la Corte Suprema de Justicia contra el ex director del Das, Jorge Noguera Cotes. En esta ocasión se reanudará con el interrogatorio de Jorge Alberto Lagos, jefe de Contrainteligencia de la entidad, entre otros.

 

 

Como se recordará Noguera Cotes, está siendo procesado por la Corte Suprema de Justicia, por los delitos de concierto para delinquir agravado, utilización de asunto sometido a reserva, destrucción, supresión u ocultamiento de documento público, abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, y por el asesinato del profesor Alfredo Correa D’Andreis, la sindicalista y periodista Zully Codina Pérez y el político liberal Fernando Pisciotti Van Strahlen. No obstante, en otras instancias, está siendo investigado, por cohecho y concusión y además por el asesinato del sindicalista Adán Pacheco.

La instalación del juicio contó con la presencia de un representante de la Federación Internacional de Derechos Humanos, organización que sigue atenta a las actuaciones jurídicas que se desarrollarán en torno a las acusaciones que enfrenta el ex director del Das, y según se anuncia, emitirá posteriormente un informe sobre el desarrollo del juicio.

Las declaraciones de Noguera Cotes, frente a Rafael García

No obstante que en su interrogatorio, Noguera Cotes, fue enfático en negar las acusaciones. La parte civil considera que los elementos estructurales del testimonio del ex jefe de informática del Das, Rafael García, han sido admitidos por Noguera, por ejemplo:

1. Noguera, aceptó haber conocido a Álvaro Pupo Castro, hermano del alcalde de Valledupar Ciro Pupo Castro, y primo hermano de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40. Así, reconoce entre otros que lo recibió en varias oportunidades en su despacho en el Das.
2. Igualmente, afirmó conocer a Álvaro Ordoñez Vives, gerente de una cooperativa indígena de gasolina con sede en Paraguanchón, de la que recibió ayuda económica con el fin de “remodelar” la sede del Das en dicha zona, la misma que fue allanada en varias oportunidades por sus supuestos vínculos con paramilitares.
3. Reconoció Haberse reunido en diversas ocasiones con alias Mancuso, con Jorge 30 y con Carlos Mario Jiménez alias Macaco, aun cuando ha pretendido hacer creer que dichas reuniones tuvieron por único objeto el proceso de “desmovilización” paramilitar. En este punto vale la pena resaltar que el propio Peñate, en declaración también ante la Corte Suprema de Justicia, informó que ese tipo de reuniones no eran normales para un director del Das.

Estos datos aportados por el propio Noguera durante sus versiones y en el propio juicio, sólo constituyen uno de los muchísimos elementos que evidencian la veracidad de lo informado por Rafael García, lo que invalida la tesis de la defensa de querer demostrar que éste testigo, solo es un mitómano a quien supuestamente “ha desmentido” todo el mundo y que todo hace parte de una campaña de desprestigio en su contra.

Tan es así, que todas las personas que Rafael García menciona en sus innumerables declaraciones, existen, en su casi totalidad aceptaron conocerlo, e incluso haber estado en los lugares ciudades o reuniones de las que éste ha informado a las autoridades.

Mientras Noguera en su interrogatorio intentaba poner distancia con Rafael García aludiendo a una supuesta relación laboral, múltiples pruebas señalan su amistad profunda, su confianza absoluta, al punto de encargarle la relación con diferentes contratistas del Das para controlar el pago de las comisiones de las empresas contratistas que se remitían con destino al paramilitarismo.

Tampoco pudo aclarar Noguera las inconsistencias existentes entre el informe de confiabilidad allegado al proceso a través del propio Das, que señala que vinculó a García sin estudio de seguridad y otro que entregó el propio Noguera –y que no reposaba en el Das- que supuestamente indicaría que posesionó a García el mismo día del informe.

“A José Miguel Narváez, lo nombra el presidente Uribe”

Durante el interrogatorio que se extendió por dos días, el ex director del Das, reconoció que el nombramiento de José Miguel Narváez, como sub director del Das, lo hizo directamente el presidente Álvaro Uribe Vélez, a pesar de haberle manifestado sus reservas. “Al sub director del Das, al Director y al Secretario General, los nombra directamente el presidente de la República, mediante decreto”. Según Noguera, el presidente no estaba “muy cómodo” con el anterior sub director, Emiro Rojas, por cuanto sentía que éste, no le mantenía bien informado.

Como se recordará, Narváez, fue llamado a juicio en días pasados, junto con otras 6 personas, entre ellas, Marta Leal, ex coordinadora del grupo de inteligencia del Das, Jackeline Sandoval Salazar, ex directora de Contrainteligencia, Jorge Armando Rubiano, ex funcionario de la Subdirección de Contrainteligencia, Hugo Daney Ortiz, ex sub director de Operaciones y José Alexander Velásquez, ex coordinador del grupo de Verificación de esta misma Subdirección; acusados de los delitos de concierto para delinquir agravado, violación ilícita de comunicaciones y utilización ilícita de equipos transmisores y receptores, entre otros cargos. Según la Fiscalía, todos ellos hicieron, entre otros, interceptaciones ilegales a miembros de organizaciones no gubernamentales, periodistas, políticos de la oposición y magistrados de las altas cortes judiciales entre 2004 y 2005.

Inteligencia de Estado contra sectores opositores al gobierno

De la misma manera, Noguera Cotes, afirmó que al presidente Uribe con quien mantenía comunicación directa, personal o telefónica, dentro de lo que él llamo inteligencia de Estado, se le entregaba diariamente, “muy temprano” informes con información relevante sobre marchas, paros, protestas, “situaciones que pudieran afectar el orden público” el cual también era remitido a quienes denominó “autoridades pertinentes”

No obstante reconocer la realización de estos informes, según el, elaborados con información de fuentes abiertas, el ex director del Das, tampoco pudo explicar a la Corte y en específico a la parte civil que preguntaba, el origen de un informe, encontrado en una de las inspecciones de la entidad, en el que se reporta, la realización de una reunión de la Cut – Central Unitaria de Trabajadores – y en el que además de relacionar con nombres propios los asistentes y el sindicato al que pertenecían, hacen un resumen de los temas que se trataron, como tampoco el origen de otro informe en el se reporta la situación de orden público en el Cesar, y se mencionan actividades de varios sindicatos de la zona.

En el mismo sentido, Noguera Cotes, no supo explicar sobre los registros que existen en la base de datos SIFDAS, del profesor Alfredo Correa de Andreis, de la periodista y sindicalista Zully Codina y del político liberal Fernando Pisciotti, quienes fueron asesinados, y por los cuales se acusa al ex director del Das.

Allí, aparecen hojas de vida muy bien documentadas, con cargos ocupados, relaciones personales, teléfonos, estudios realizados, entre otros ítems, que Noguera intenta justificar diciendo que es una “información histórica.

En este punto, es importante recordar que Rafael García en sus declaraciones ha reiterado la existencia de unos listados manejados entre otros por Giancarlo Auque, Secretario General de la entidad, nombrado directamente por el presidente Álvaro Uribe Vélez, donde figuraban los nombres de varios sindicalistas, algunos de los cuales fueron asesinados.

Según García, unos funcionarios de la división de Análisis, le informaron de un plan de exterminio, en el que se estaban suministrando listados de sindicalistas a grupos paramilitares, específicamente al Bloque Norte, a través de Giancarlo Auqué, Enrique Ariza, Álvaro Pupo Castro y Rómulo Betancur. Transacciones macabras que explican por qué Auque fue impuesto como director de inteligencia durante la mayor parte de la dirección de Noguera, y el por qué de las asiduas visitas de Álvaro Pupo Castro a la dirección del DAS.

No obstante la existencia de estos listados, el ex director del Das, manifestó que nunca existieron y que su creación es una muestra más del resentimiento de García contra él.

Sobre el asesinato del profesor Correa De Andreis.

Precisamente, uno de los nombres que aparece en el listado referenciado por Rafael García, y en el computador de alias “Jorge 40”, es el del profesor Alfredo Correa De Andreis, quien fuera asesinado el 17 de septiembre de 2004, posterior a una detención arbitraria por el presunto delito de rebelión, en la ciudad de Cartagena.
Esta detención fue posible por un montaje organizado por el detective Javier Valle Anaya, quien corresponde a alias J Valle, según fuera reconocido por el paramilitar alias Don Antonio y quien fuese ascendido de detective a subdirector del DAS, días después del asesinato de Correa D’Andreis. Ante ello, Noguera afirma nunca haber considerado que valle Anaya estuviera relacionado con el homicidio.

Ignacio Fierro, alias “Don Antonio” en la Corte.

En horas de la tarde del tercer día del juicio, se hizo presente en la Corte Edgar Ignacio Fierro, alias “Don Antonio”, jefe de finanzas del Bloque Norte de las Autodefensas, a quien se le encontró en el momento de su captura, el 11 de marzo de 2006 un computador perteneciente a Jorge 40, que destapó el escándalo de la mal llamada para política.

Alias “Don Antonio”, quien se encuentra detenido en la Cárcel Modelo de la ciudad de Barranquilla, ingresa según él mismo narró, en marzo del 2003 a las AUC, como coordinador del frente Mártires de Valledupar, que estaba comandado por David Hernández, alias 39, a quien había conocido años atrás en el Ejército. Posteriormente, por orden de Jorge 40, asume la comandancia del Frente, José Pablo Díaz, que tenía la jurisdicción de accionar en el departamento del Atlántico.

Fierro, es vinculado al proceso, por cuanto, en el mencionado computador fue encontrada, entre otros, una carpeta con un listado de sindicalistas, bajo el nombre de “Amigo Das”. Al referirse en la Corte sobre ese tema, el desmovilizado, declaró haber pagado 80 millones de pesos a Rafael García, por 12 hojas de vida de sindicalistas, que según él, eran “enemigos naturales” objetivos militares del paramilitarismo. Sin poder precisar circunstancias lógicas tanto del contacto, como del conocimiento y el encuentro con García.

Alias “Don Antonio”, igualmente aceptó ante la Corte, haber tenido una “relación estrecha” con el sub director del Das en Magdalena, Javier Valle Anaya, quien según éste, le ayudó a transportarse en varias oportunidades entre Santa Marta, Barranquilla, Cartagena y Valledupar, ciudades por las cuales se movilizaba. Según éste, conoció a Valle Anaya por referencia del Jefe Político de su frente, alias Gonzalo, quien se lo presentó un día en el Hotel Irotama de Santa Marta.

Este Jefe paramilitar reconoció ser uno de los autores intelectuales del crimen del profesor Correa D’Andreis, a quien asesinaron basados en la información entregada por el Jefe de Inteligencia del Frente, quien le manifestó que el profesor era miembro activo del PC3, que pertenecía a las FARC y que era amigo personal de Iván Márquez.

No obstante estas declaraciones, para la parte civil es claro, que tanto esta información, como otras que ha suministrado este jefe paramilitar, tienen varias inconsistencias con otras pruebas del proceso.

Estos son apenas los primeros días de un juicio que sigue mostrando la estructura criminal desde y hacia el Departamento Administrativo de Seguridad Das, todo un equipo delictivo de grandes dimensiones y con grandes directores que ejecutaron diversos crímenes de lesa humanidad contra sindicalistas, políticos de oposición, defensores de derechos humanos, y luchadores sociales. En suma, el juicio contra Noguera Cotes, es solamente el primer capítulo de la evidencia judicial del Terrorismo de Estado, que igualmente se sigue evidenciando a través de la persecución contra los periodistas independientes y los defensores de derechos humanos. No en vano resultan ya comunes en las páginas del terror, personajes como Noguera, Auque, Narváez, Ariza, Llanos, Betancur, Valle, y otros.

Todo lo cual, reafirma, una vez más, que al interior del Das, se conformó una estructura criminal asentada sobre aparato legal, al servicio del paramilitarismo, que tenía como uno de sus fines, la persecución, seguimientos, asesinatos y judicializaciones de personas consideradas opositores del gobierno.

Share This