Todo listo para la conmemoración de la masacre de Segovia: 22 años de impunidad

Todo listo para la conmemoración de la masacre de Segovia: 22 años de impunidad

Más de mil personas provenientes de diversas regiones del país, entre los que se cuentan, Remedios, Medellín, Barrancabermeja, Bucaramanga, Bogotá, se darán cita el próximo jueves 11 de noviembre, en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia, para conmemorar los 22 años de la masacre ocurrida en ésta zona

 

 

Ese día, organizaciones sociales, darán inicio a la Jornada de conmemoración “Desandamos la Muerte Sembrando Memoria Viva”, que pretende consolidar el proceso de recuperación de la memoria histórica y en particular de la dignidad de las víctimas y sus familiares.

En ese marco, se realizará un recorrido por los lugares donde 22 años atrás fueron asesinados los pobladores, se plantarán 43 árboles, cada uno con el nombre de una víctima, en lo que desde el 11 de noviembre será el Bosque de Ecomemoria Viva, y se entregará a los pobladores, un monumento, en homenaje a las personas asesinadas, que será ubicado en la plaza principal.

Haciendo memoria

Ese viernes, 11 de noviembre de 1988, en horas de la noche y bajo una pertinaz llovizna, un grupo de paramilitares, pertenecientes al bloque “Muerte a Revolucionarios del Nordeste”, bajo el mando de Fidel Castaño y Henry Pérez, arribó a Segovia.

Uno a uno y durante hora y media, fueron dejando esparcidos por el pueblo que los cobijó, los cuerpos sin vida de 43 de los habitantes de este municipio, y centenares de heridos.

Los paramilitares, que habían llegado a la región desde 1984, provenientes de las zonas de Puerto Berrío y Puerto Boyacá, tenían como objetivo sacar a la Unión Patriótica de la región. Ingresan poco a poco por veredas y corregimientos de los municipios de San Miguel, El pescado, Cañaveral y Puerto Calavera. Toman poder en el pueblo por medio de vacunas, robos, extorsiones y alianzas con las fuerzas militares comenzando a generar temor y zozobra sobre la población.

Cuentan sus habitantes, que el 26 de octubre de ese año, el Capitán de la Policía Nacional, Henry Bernal Fernández y el teniente del Ejército Edgardo Hernández Navarro, se tomaron el centro del pueblo e hicieron disparos al aire para que los habitantes se encerraran en sus casas a las ocho de la noche y así poder colocar los grafitis que advertían lo que se venía: “Segovia: te pacificaremos así como lo hicimos con el municipio de Puerto Berrío”.

Y es que ese año, 1988, la U.P. había ganado las elecciones departamentales en las regiones del nordeste antioqueño, Segovia, Apartadó, Mutatá, Yondó y Remedios. Estos municipios al igual que Zaragoza, El Bagre, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí, conforman la rica y a la vez pobre región del Nordeste y Bajo Cauca antioqueños, rica por su vocación minera, especialmente en oro y plata.

Pero los paramilitares no actuaron solos. Estaban auspiciados por – el caudillo como ellos lo llaman y reconocen – César Pérez, dirigente político liberal envuelto en grandes escándalos de la región, quien el jefe paramilitar alias “El Negro Vladimir”, incriminó, diciendo que había sido él – Pérez – quien incitó a los paramilitares para que la U.P. saliera de la región y de esta manera pudiese recuperar el poder que había perdido tras las elecciones populares. Este señor abogado y diputado por varios años, concejal y representante ante la cámara por esta región es fundador del partido político Convergencia Liberal y fue hasta hace poco tiempo, rector y miembro del consejo superior de la Universidad Cooperativa de Colombia.

Por la masacre, también se encuentran involucrados, el comandante de la brigada XIV con sede en Puerto Berrío, General Raúl Rojas Cubillos, el jefe del B2, Coronel Hernando Navas Rubio, el comandante del Batallón Bombona, Coronel Alejandro Londoño Tamayo y otros altos oficiales de estas dependencias del Estado, como el Comandante de la Policía de Segovia Capitán Jorge Eliecer Chacón Lasso y algunos directivos de la empresa Frontino Gold Mines

Según testimonios de los habitantes de Segovia la masacre se realizo en frente de las instalaciones militares y mientras la sangre y el dolor corrían por esta población del Nordeste Antioqueño, la policía y el ejército no hacían nada. No se desplego ningún operativo para dar con el paradero de los asesinos y solo horas después de dio aviso a otras bases militares de lo ocurrido en el pueblo.

La importancia de eventos como el que ocurrirá este 10, 11 y 12 de noviembre de 2010, es la recuperación de la memoria, el no permitirnos el olvido, realizar el acompañamiento a las víctimas de crímenes de Estado, recordarle a éste y a los políticos que ya estamos cansados de esto, que estamos cansados de la muerte y de la impunidad que reina sobre nuestras regiones sobre los más vulnerables, que no olvidamos, que estamos presentes en cada una de las victimas de Segovia y que seguiremos adelante en la resistencia por la vida y el territorio.

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