EMPEZÓ EL V CONGRESO DEPARTAMENTAL ANUC – PUTUMAYO “POR EL DERECHO A LA TIERRA Y CONTRA LA POBREZA”

Con la presencia de por lo menos setenta delegados provenientes de San Miguel, La Hormiga, Orito, Puerto Caicedo, Santiago, Mocoa, Colon, Sibundoy, San Francisco y Puerto Asís, inició ayer en este último municipio, el V Congreso de la Anuc Putumayo. En la instalación participó el Gobernador del departamento, el Alcalde de Puerto Asís y otros funcionarios, así como algunas organizaciones no gubernamentales del orden nacional.

 

 

Las presentaciones iniciales se enfocaron en la precaria situación económica del departamento -que cuenta con aproximadamente 240.000 habitantes, repartidos en 1033 veredas y algunas zonas urbanas principales-. Según el Gobernador, el PBI de Putumayo ha caido 52 puntos, la infraestructura vial es un desastre y la situación alimentaria se encuentra deteriorada, principalmente por la política de erradicación manual forzada, frente a lo cual dijo haber inciado algunos proyectos de asistencia en convenios con OIM y algunas otras agencias.

Los representantes de la ANUC resaltaron cómo desde 1997 del Putumayo han sido desplazados aproximadamente Setenta mil habitantes, y cómo el 80% de las tierras están aún sin titular. Así mismo señalaron que Quince mil de las cuarenta mil familias del departamento aún están relacionadas con el cultivo de la hoja de coca, y los proyectos alternativos que se presentaron como la solución a todos sus problemas han concluido con frustrantes resultados.

Los asistentes se preguntaron qué pasó con la pimienta, el caucho, las heliconias y los condimentos sembrados?, qué viene después de terminado el programa de guardabosques en Orito?, y qué se implementará próximamente en otros lugares, como Puerto Asís?.

Así mismo enfatizaron en la necesidad de atención a la malla vial -inexistente para las necesidades de transporte de producción alimentaria-, y en la necesidad de políticas reales de prevención de la resiembra de la hoja de coca.Igualmente mencionaron que no querían megaproyectos ni la llegada de multinacionales.

“El tema de derechos humanos, es un tema vetado”, afirmó uno de los representantes de las comunidades, frente a lo cual el Gobernador, expresó al responder preguntas de los asistentes en este punto, que el tema debe ser abordado “con prudencia, para evitar riesgo de las familias de las víctimas, ya que hay quienes se desmovilizaron y siguen activos en la zona”.

Al responder una pregunta sobre la corrupción de los programas de “desarrollo alternativo”, el Gobernador afirmó que “ninguna alcaldía o gobernación ha manejado plata del Plan Colombia, todo se hizo a través de operadores siguiendo el modelo del desastre del eje cafetero”, organizaciones como Fundaempresa, Restrepo Barco, Vida y Futuro y Confamiliar, “en las ongs hubo mucha corrupción”, “corrupción promovida desde el nivel nacional”.

Es vox populi, que la corrupción en el manejo de los recursos del Plan Colombia, va desde la inmensa burocracia generada por las operadoras -nacionales y estadounidenses-, lo que incrementa gastos de personal y disminuye los gastos de inversión, hasta la puesta en marcha de proyectos insostenibles destinados al fracaso.

El señor Gobernador, que presidió en Mocoa -antes de su mandato-, un proyecto con flores, narró por ejemplo, cómo se invirtieron 800 millones en un cultivo de heliconias, y cómo el 70% de la producción está afectada por un microorganismo.

Ahora que el Plan Colombia quiere enfatizar en el componente social, nos preguntamos si al Putumayo y a los demás departamentos donde planea implementarse, seguirán llegando “operadoras” a ofrecer pollos sin picos, tejas y alambres de púas por asistencia alimentaria, semillas de cultivos foráneos al terreno, idiosincracia y necesidades comerciales reales de la nación, destinadas a fracasar por plagas y hongos, y pusilánimes controles institucionales.

Nos preguntamos también si ese componente social va a llegar a regiones donde la desmovilización paramilitar se constata en actas de la Oficina del Ato Comisionado para la Paz y la Presidencia de la República, pero no en la realidad de las comunidades, siempre expuestas a su actuación impune y al maridaje macabro con la Fuerza Pública.

Bajo tales circunstancias es posible mantener sin sonrojarse, el discurso del desarrollo alternativo, los derechos humanos y la paz?. El 26 de junio, conoceremos las conclusiones del V encuentro, que ojalá iluminen el rumbo de la ejecución de los recursos “buenos” del Plan Colombia y abran los ojos de los órganos del control, tan ajenos a lo que pasa en la periferia fronteriza.

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