El pasado 30 de septiembre, luego que en un hecho de guerra donde murieron dos funcionarios de la SIJIN y según información periodística, un miembro de la organización rebelde que habría participado en los hechos, un servidor de la SIJIN hirió de gravedad al joven NORBERTO SILVA CARDOZO, trabajador en labores de latonería además feligrés de la iglesia Pentecostal Unida de Colombia.
A pesar de estar plenamente establecido que se trata de una persona de la población civil, y víctimas, protegido por tanto por las normas del derecho internacional humanitario, la fuerza pública y la Fiscalía General de la Nación, en lo que se constituye como otro montaje judicial ha tomado la decisión de judicializar al joven trabajador y le están imputando los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio y porte ilegal de armas, fue ilegal y arbitrariamente capturado cuando se encontraba recibiendo atención médica en el Hospital San Ricardo Pampuri, captura que fue legalizada por la Jueza Promiscua Municipal de Saravena con funciones de control de garantías, y después de la imputación fue cobijado con medidas de aseguramiento.
Además, la moto en que se transportaba el joven Norberto, fue incautada por los funcionarios de la SIJIN y llevada hasta el frente de la estación de policía en Saravena, pero no fue puesta a disposición de la autoridad competente y al parecer ni siquiera fue reportada dentro de los informes presentados al ente acusador, como para no reconocer que el joven se movilizaba en un vehículo diferente al que se transportaban los subversivos y que nada tenía que ver con el enfrentamiento.
Así mismo esta fundación ha tenido conocimiento que a los familiares del joven y a otras personas que se encontraban o tienen negocios o residencias por el sector donde ocurrieron los hechos, los han estado amenazando y señalando, incluso un vehículo de uno de los vecinos fue retenido.
Esto reitera que la fuerza pública no solo pone en riesgo a la población civil con la invasión de su vida y sus espacios cotidianos, sino que además cuando es atacada como objetivo legítimo de la guerra, reacciona en contra de la población civil y efectúa montajes judiciales como al que hoy asistimos, causando enormes e irreparables perjuicios a las personas.
Exigimos la libertad inmediata para el joven Norberto Silva Cardosa, terminar el injusto proceso en su contra y entrar a reparar de manera integral por los perjuicios materiales y morales sufridos, empezando por el restablecimiento de su buen nombre, la protección a su integridad, la de su familia y de todas las personas que vienen siendo estigmatizadas.
