Menos balas más libros.

Sobre esta relación y de manera un tanto
superficial me permito una muy breve reflexión de datos.

La deuda del sector oficial de Colombia supera los 40.000 millones de
dólares y la del sector privado a los 28.000 millones de dólares, el
20% del PIB. En 2012 se pagará con cerca de 40 billones de pesos
colombianos, el 25% del PIB aproximadamente y para la seguridad y la
defensa nacional se destinarán cerca de 19 billones de pesos. Es
decir entre una deuda que ha sido invertida para hacer la guerra y
provocar daño sobre la vida humana y su entorno y la continuidad de la
misma guerra se invertirá cerca del 40% del presupuesto aprobado de
165 billones para 2012.

Respecto a la guerra solo en lo evidente, esta cuesta mucho más que
sostener las universidades o en general la educación. Las armas que
provocan daño son contrarias a la educación que genera felicidad y
progreso. Según consultas en web sin mayor profundidad, pero si con el
ánimo de dar una idea de la relación Balas-Libros encontramos: Un arma
corta 38 super, cuesta alrededor de 500 dólares (una matrícula de un
estudiante de música, ingeniería o medicina de la UPTC). La Uzi cuesta
alrededor de 1000 dólares. La AK47 alrededor de 1000. Una
ametralladora ligera 1000 dólares. Un Lanza-granadas 600 dólares. El
Sostenimiento de un Helicóptero con tripulación y combustible medio
millón de dólares (las matriculas de todos los estudiantes de las
universidades públicas de Colombia).

En Colombia hay en promedio un hombre de guerra por cada tres
estudiantes de universidad pública y el gasto medio de cada soldado
puede compararse así: en Líbano o en Afganistán puede rondar los 1.500
1.800 dólares diarios, en función de la misión, en Colombia la
cantidad de eventos de muerte la guerra y sus costos no es nada
distinta, también hay asesores, militares y estrategias extranjeras.
Hay que agregar la suma de recompensas que es secreta y las
“donaciones” de Estados Unidos ya que junto con Egipto e Israel somos
los principales beneficiarios.

Para Educación y Salud el presupuesto alcanza a 32 billones para 2012.
La reforma a la educación superior, es de fondo, no es la
modificación de una ley, está en juego la distinción entre el tipo de
sociedad que quieren unas mayorías y el que ofrece la minoría política
en el estado. La gente (por ahora los estudiantes) no está en las
calles porque la ministra radicó el proyecto de reforma ante el
congreso, si no porque la reforma elimina la educación publica según
la naturaleza de lo público, que va más allá del costo económico de
las cosas. En todo caso un libro siempre costara menos que una bala, y
una aula de clase producirá mas felicidad colectiva que una trinchera
de muerte.

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