Para que no se olvide, Para que no se repita!! – 9 años de impunidad

Para que no se olvide, Para que no se repita!! – 9 años de impunidad

Para que no se Olvide, para que no se repita!!!!! Fueron los gritos que se escucharon los días viernes 26 y sábado 27 de noviembre en el marco de la III Peregrinación al Paramo de La Sarna, con el fin de recordar que allí, el 1 de diciembre de 2001, en las inmediaciones de la vereda de Las Cintas municipio de Sogamoso (Boyacá) fueron masacrados: Hernando Gómez Garavito, Luis Angel Gil Orduz, Tania Leonor Correa Pidiache, Mercedes Rivera, Luis Arturo Cárdenas Montañez, José Bertulfo Noa Rosas, Isidro Alba Guio, Jhon Fredy Poveda Bayona, Jairo Isidro Peña Cárdenas, Luis Miguel Melo Espitia, Herminda Blanco de Peña, Abel Cudris Rodríguez, Gonzalo Rincón Barrera, Luis Alejandro Pérez Fernández y José Antonio Monguí Pérez, por parte de grupos paramilitares con la complicidad de miembros del ejército nacional. 15 personas que se dirigían en el mismo bus a la población de Labranza Grande.

 

 

Participamos con los familiares de las víctimas, los pobladores de las veredas aledañas, el MOVICE y otras organizaciones acompañantes en un caminar lleno de dignidad y memoria. Iniciamos la jornada de memoria el día viernes en la casa de la cultura, recinto en donde todos a través de la música y el arte iniciamos un ritual contra el olvido, un canto por la vida.

El día sábado iniciamos la jornada a las siete de la mañana, con la llegada de varias personas provenientes de Yopal y Bogotá que venían a acompañar el caminar hacia el lugar de la masacre. Ya reunidos, armados de banderas blancas, camisetas conmemorativas a la masacre y pancartas con los nombres de las victimas todos abordamos los buses, subimos al paramo recorriendo en los últimos pensamientos de quienes recordábamos y rendíamos homenaje.

Ya en el paramo nos bajamos de los buses, y en una sola marcha, con caminantes, jinetes y motociclistas llevamos a cabo la peregrinación, por la vida, contra el olvido, para que no se repitan esos condenables hechos. En el sitio exacto donde fueron masacradas las 15 personas; estaban dispuestas 15 “veletas” simbolizando a cada uno y cada una de las víctimas, simbolizando la persistencia de la lucha por justicia y por verdad, que después de 9 años de la masacre siguen ausentes.

Allí se celebró una misa, se instalo una valla conmemorativa y la historia de vida de cada una de las victimas contada por sus familiares se hizo presente para que no olvidemos, para recordar la importancia de seguir luchando por la defensa de los derechos humanos, para que hechos como estos no se repitan.

Gritos de reclamo por justicia dieron los familiares, pobladores y organizaciones acompañantes, que tienen claro que la impunidad es tan lacerante como la masacre misma, nueve años después de tan graves hechos los militares, empresarios y políticos que colaboraron con el actuar paramilitar en la región siguen en libertad; y por ello la lucha continua, para que respondan penalmente por estos crímenes.

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