Martes 14 de septiembre de 2010, por Comité de Solidaridad con los Presos Políticos

(Colombia)(Autor: Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos)(Fecha: 14 de Septiembre)

DR/067/10

La Fundación comité de solidaridad con los presos políticos, denuncia a la comunidad nacional e internacional los siguientes.

HECHOS:

El 01 de septiembre de 2010, los detenidos del Pabellón 8 del establecimiento carcelario de mediana seguridad conocido como El Barne, llamaron para informar que en el curso de este año han venido expresando de forma respetuosa y siempre pacífica, su inconformidad por el reiterado incumplimiento del contrato de alimentación, habida cuenta que se les hace entrega de raciones de comida que no cumplen los estándares de gramaje y calidad. Afirman que de dicha situación habían informado a la administración del penal, a través de personal de guardia con quienes tienen un contacto más directo.

El pasado 31 de agosto –expresan los detenidos políticos– se negaron a aceptar el almuerzo por considerar que éste era incluso peor que el que ya venían recibiendo dado que además estaba incompleto, por lo que admitir los mismos era avalar un atentado contra su dignidad humana. Señalan que no hubo amotinamiento, ni expresión violenta de sus planteamientos y su actitud de protesta consistió sencillamente en no recibir el alimento que pretendían suministrarle, para llamar de una nueva forma, la atención de la administración a fin que diera solución a tan grave situación.

Nos informan que la respuesta del personal de guardia fue su salida inmediata del patio dejando los carros con los alimentos. Adicionalmente no llevaron la cena y a una manera de retaliación los dejaron toda la noche en el patio, pues no les abrieron las celdas, diciéndoles “sino comen tampoco tienen derecho a dormir”.

Debemos en este punto recordar que el establecimiento de reclusión conocido como El Barne, se encuentra ubicado en una zona de bajas temperaturas e informan los detenidos políticos que en la noche de ayer calculan que ésta era de aproximadamente 4°C o menos. Nos manifiestan que algunas personas se encuentran con afecciones respiratorias.

Sobre este particular señalan textualmente que “las condiciones en que pasamos la noche fue una verdadera tortura física y psicológica, pues no solo nos dejaron sin alimentos sino que fuimos víctimas de la más violenta represión al ser sometidos a pasar la noche en un patio sin techo, cuando lo único que estábamos solicitando era que la administración interviniera ante el contratista para que cumpla con el contrato… Nosotros no tenemos nada contra la guardia ni con la administración, pero no entendemos la crueldad de la guardia y les hemos dicho que no vamos a responder a la violencia que ellos han ejercido contra nosotros”

Agregan los presos políticos que ahora existe un temor generalizado de que se acuda a otros métodos de represión como los gases lacrimógenos, aislamiento en celdas de castigo, como supuestas medidas de contingencia, cuando a pesar de lo ocurrido no ha habido manifestaciones violentas de ninguna de las personas privadas de la libertad en el Pabellón 8.

Mayor preocupación les embarga, el no recibir respuesta eficaz ante el problema de alimentación del que se vienen quejando.

A partir de estos hechos, resulta evidente una posible violación de la posición de garantes de los derechos humanos que ostentan las autoridades carcelarias ante la población privada de la libertad, que por su condición se encuentra sometida a especiales relaciones de sujeción frente al Estado Colombiano. Luego, puede hablarse de una persistencia del estado de cosas inconstitucional, del que habla la Corte Constitucional en la Sentencia T-153 de 1998.

No solo el claro abuso de autoridad que puede incluso llegar a ser considerado como actos de tortura con fines de castigo, sino también la excesiva pasividad de la administración ante las graves falencias en el suministro de la alimentación (derecho también fundamental); constituyen conductas que merecen del reproche de la sociedad y por supuesto también de quienes se encuentran en prisión.

PETICIONES

Por las anteriores razones, demandamos de las autoridades penitenciarias actuar en garantía de los derechos humanos de la población reclusa y abstenerse de acudir a otros métodos represivos contra quienes ejercen el derecho a la resistencia pacífica, para reclamar una debida alimentación y reivindicar su dignidad humana.

Solicitamos a la comunidad en general, a los familiares de personas detenidos, a los defensores de derechos humanos y de presos políticos, a todas aquellas personas que rechazan el menoscabo de los derechos humanos, a pronunciarse enérgicamente por estos hechos y REQUERIR una pronta y eficaz solución de la grave problemática que afronta la población privada de la libertad en las cárceles colombianas.

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