El contexto socioeconómico impide la generación de empleo de calidad

El contexto socioeconómico impide la generación de empleo de calidad

En el año 2009 existían en el país cerca de 20 millones de personas en la pobreza, y alrededor de 8 millones en la indigencia. En el campo las condiciones eran aún más graves, ya que de cada 100 hogares 64 eran pobres y 29 vivían en condiciones de indigencia. Si bien entre el 2002 y el 2009 la pobreza pasó de 53,7% a 45,5%, los niveles de crecimiento que el país ha tenido no se equiparan con reducciones significativas del nivel de la pobreza

 

 

La indigencia aumentó entre el 2005 y el 2009. Pasó de 15,7% a 16.4%, situación que resulta preocupante e inmoral si se tiene en cuenta que se está presentando en un periodo de buen comportamiento del PIB.

* La distribución del ingreso empeoró. Entre 2005 y 2008 el Índice de Ginni pasó de 0,58 a 0,59. Y según el informe de la ONU – Hábitat (Foro Urbano Mundial de la ONU, en Río de Janeiro. marzo 25 de 2010), el 10% de la población más rica de Colombia se queda con la mitad de los ingresos laborales del país, frente al 0,9% que se queda en el lado de la población más pobre.

 

Crecen sectores que no generan empleos y desaparece el empleo formal

 

En el año 2009 la industria manufacturera cayó 6.3%. Otros sectores que cayeron en 2009 fueron: comercio, reparación, restaurantes y hoteles (2,9%), que se explica por la caída del consumo de los hogares. El sector del transporte tuvo una variación negativa de 1,2%. Todos estos sectores eran potenciales generadores de empleo formal, empleos que han pasado a ser precarios o desaparecieron.

Entre los sectores que tuvieron crecimientos significativos se destaca: la construcción (12,8%), gracias a que el rubro de obras civiles creció 33,9%; el sector minero, que registró un crecimiento de 11,3%; y los establecimientos financieros, con 3,1%. Todos los anteriores, o generan empleo precario y mal remunerado, o generan ínfimos empleos.

 

Oportunidades de trabajo

Aumentó el desempleo, hay más jefes de hogar sin trabajo y más personas buscando empleo.

En el año 2009 la tasa de desocupación, promedio anual, se ubicó en 12%, presentando un incremento con respecto al año anterior, cuando era de 11,3%. Es muy grave el crecimiento de la tasa de desocupación en los jefes de hogar, al pasar de 5,5% a 6,2%, pues ellos y ellas son quienes generan los ingresos principales de las familias.

En el año 2009 existían en el país cerca de 2´513.000 desocupados, 297.000 más que en 2008, periodo en el que los desocupados alcanzaban los 2´216.000. Esto significa que hoy existen más personas en busca de empleo.

Creció el nivel de ocupación en 979.000 personas con respecto a 2008, es decir, hubo un crecimiento en la tasa de ocupación de 51,9% a 53,9%. También creció la población económicamente activa en 1´277.000 personas, llegando a 20´941.000 personas. También aumentó la tasa global de participación, que pasó de 58,5% en 2008 a 61,3% en 2009. Es decir, en 2009 hubo más hombres y mujeres compitiendo en el mercado laboral.

Cada año hay más personas saliendo a buscar trabajo, a una economía que crea muy poco empleo. Esposas, hijos, parientes, entre otros, se ven forzados a salir en busca de empleo para no afectar los ingresos del hogar. En consecuencia, la tasa de inactividad pasó de 41,5% a 38,7% de 2008 a 2009; es decir, para este último año había 717.000 inactivos menos que en el mismo periodo de 2008, y se observó un repunte en el subempleo, tanto subjetivo como objetivo, que se ubicaron en 29,7% y 10,9% respectivamente.

 

Explosión de la informalidad

 

En 2009 el empleo aumentó en posiciones ocupacionales caracterizadas por la informalidad, como cuenta propia, que se incrementó en 8%; trabajadores familiares sin remuneración, que creció en 30,5%; y trabajadores sin remuneración en otras empresas, que aumentaron en 17,3%.

Debe destacarse que en 2009 el 42,6% del total de ocupados era cuentapropista, seguido de los empleados particulares que participaban con 34,5%. El sector público sólo participa con 4,6% de los ocupados, con una increíble disminución del 8% entre el 2008 y el 2009.

Los datos del primer semestre del 2010 mantienen esta grave tendencia. La tasa de ocupación llegó a 55,2%, el desempleo pasó de 12,3% a 12.5%, crecieron las tasas de subempleo objetivo y subjetivo, a junio la primera creció en 0,4% y la segunda 0,6% a junio, llegando a 32,7%.

Al hacer el análisis por posición ocupacional, registramos un crecimiento del 4,4% en los empleados cuentapropistas, 3,5% en jornalero o peón, 2,9% en empleado particular. Y disminuciones en la categoría patrón o empleador, ubicándose en -3,7%. Y el número de empleados del gobierno tuvo una variación de -1,4%.

 

Desprotección social e inseguridad laboral

 

Dos terceras partes de los y las trabajadoras no cuentan con protección social integral. Para 2009 sólo el 44% estaba afiliado al régimen contributivo de salud, el 31% a un fondo de cesantías, el 29% a una caja de compensación familiar, el 35% a un fondo de pensiones, y el 37% a una aseguradora de riesgos profesionales.

En Colombia se registraron 743 muertes calificadas como profesionales en 2008, y 588 en 2009. Las enfermedades calificadas como profesionales se incrementaron en 12%, al pasar de 6.145 en 2008 a 6.891 en 2009. En cuanto a los accidentes calificados como profesionales, 360.800 ocurrieron en 2008 y 410.410 en 2009.

 

Equidad en el trabajo: las mujeres siguen siendo discriminadas

 

En los últimos 10 años la tasa global de participación femenina se mantuvo en promedio en 48,6%, mientras la masculina en 73,6%. Persisten obstáculos para el empleo femenino, asociados a barreras de acceso, dificultades de calificación y la presencia de estereotipos y roles sociales que asignan a las mujeres labores de cuidado.

La tasa de desempleo para las mujeres llegó en 2009 al 15,8%, superior a la masculina en 6,5 puntos. En relación al año anterior, esta diferencia creció, ya que para ese momento era de 6 puntos. Así que la desigualdad entre hombres y mujeres lejos de disminuir, aumenta y se acentúa.

Las mujeres se encuentran en las posiciones ocupacionales más precarias y con menor cubrimiento en seguridad social. Son el 95% de las personas que trabajan en labores domésticas y el 57% de quienes realizan este trabajo sin remuneración. Representan el 21,69% de los patrones o empleadores; y apenas llegan al 38,63% de los obreros o empleados particulares.

 

… y los jóvenes también

 

El 22,6% de los y las jóvenes se encuentra desempleado. Esta tasa supera ampliamente a la media nacional, que se ubica en 11,6% en junio 2010. Es decir, 1´228.000 jóvenes no tienen trabajo, lo que representa el 48% de la totalidad de los desempleados del país. La peor situación la llevan las mujeres jóvenes, que sufren 28,9% de desempleo.

El 73% de los jóvenes que trabajan lo hacen en la informalidad, 20 puntos por encima del promedio nacional. Las diferencia por género resulta más complicada de analizar, ya que al contrario de los esperado, la informalidad ataca más a los hombres jóvenes (75%) que a las mujeres (69%). Las mujeres son más solicitadas para trabajos artesanales y de acabado, como las confecciones, por ejemplo.

 

Diálogo social y negociación colectiva: inexistentes

 

El Diálogo Social en Colombia es prácticamente inexistente, y ni siquiera se halla como tal en el imaginario público. Durante el Gobierno Uribe sólo se concertó en cuatro ocasiones el salario mínimo, mientras que se impusieron decisiones laborales claves como: el régimen de prestaciones sociales para los empleados públicos y los trabajadores oficiales del nivel territorial; la reestructuración de 412 empresas de propiedad pública, como Telecom, el Instituto de Seguros Sociales, ADPOSTAL e Inravisión; y se reglamentó mal la negociación colectiva en el sector público.

En 8 años del Gobierno Uribe disminuyó la negociación de convenciones colectivas. Mientras entre 2001 – 2002 se negociaban 447 convenciones colectivas de trabajo por año, entre 2008 y 2009 se negociaron sólo 307, lo que representa una disminución del 31,2%. Y respecto al número de trabajadores beneficiados, se pasó de 176.140 entre 2001 y 2002, a 124.200 en 2007 y 2008. En promedio fue una reducción del 29,48%.

Se incrementaron los Contratos Sindicales cuya negociación se ha dinamizado en los últimos tres años, estimulada ampliamente por el anterior gobierno como otra estrategia de reducción de costos laborales y de flexibilización laboral.

Otro tanto ocurre con los Pactos Colectivos que se “negocian” entre empresas y grupos de trabajadores no sindicalizados. En esta forma de contrato los trabajadores no tienen autonomía. En muchas ocasiones los pactos colectivos son una estrategia antisindical para que no se forme un sindicato, o para debilitar el existente, presionando a los trabajadores para que renuncien a la convención del sindicato y se acojan al pacto colectivo.

 

Huelgas y protestas laborales

 

Durante el 2009 se registraron 103 acciones de movilización, reivindicación y protesta por parte de las y los trabajadores colombianos, lo que supera ampliamente lo ocurrido en 2008.

Estas movilizaciones ocurren por la implementación de medidas de recorte de derechos laborales, planes de reestructuración de empresas o falta de pago de salarios y prestaciones, lo que impulsan la protesta. Se realizaron 28 huelgas en el país, 27 movilizaciones o marchas, 24 jornadas de protesta, 20 tomas o bloqueos.

 

Sin libertades sindicales, disminuye la afiliación sindical

 

En los primeros meses de 2010, el anterior gobierno y algunos empresarios anunciaron públicamente su satisfacción frente al supuesto crecimiento de afiliación sindical, el cual anunciaban en un 75%. Lo irónico de la noticia es que los empresarios y el gobierno no lograron demostrar esas cifras de afiliación, simplemente porque hace años el Ministerio de la Protección Social abandonó esta función y no hay cifras oficiales sobre el tamaño del sindicalismo en Colombia.

Por el contrario, al realizar una comparación del número de afiliados a sindicatos en 2002 y en 2008, encontramos que la masa bruta de sindicalizados que se perdieron durante el gobierno de Álvaro Uribe se aproxima a 120.000. La tasa de sindicalización en Colombia es hoy del 4,2 % del total de ocupados a diciembre de 2009, la más baja de América Latina.

 

No cesan la violencia y la impunidad

 

Desde el 1º de enero de 1986, al 30 de agosto de 2010, han sido asesinados en Colombia al menos 2.842 sindicalistas (2.568 hombres y 272 mujeres). El 25,7%, o sea 731, se ha cometido contra dirigentes sindicales. Se han registrado además 270 atentados, 215 desapariciones forzadas, al menos 4.770 amenazas de muerte y 1.696 desplazamientos forzados.

Entre 1999 y 2009 fueron asesinados en el mundo un total de 1.717 sindicalistas. Suramérica es el continente más peligroso, ya que concentra el 73% del total registrado, con la escandalosa cifra de 1.253 asesinatos. Asia participa con un 17% del total (233 asesinatos), Centro América y el Caribe con el 5.4% (79 asesinatos), África con el 4.6% (79 asesinatos), Oriente Medio con el 3% (50 asesinatos), mientras que Europa, con 8 asesinatos, participa con el 0.4%.

Las cifras son contundentes: en Colombia se presentó el 63,12% de los asesinatos contra sindicalistas ocurridos en todo el mundo. Situaciones similares, aunque en menor medida, se presentaron en Filipinas, con el 5,44%, y Guatemala, con una participación de 3,45%.

Durante el año 2009, en Colombia se registraron 707 violaciones a la vida, libertad e integridad de las y los trabajadores sindicalizados. Se registraron 47 asesinatos, 412 amenazas de muerte, 129 desplazamientos forzados, 53 hechos de persecución y hostigamiento, 34 detenciones arbitrarias, 18 atentados de muerte, 7 casos de tortura, 3 desapariciones forzadas y 4 allanamientos ilegales. En este periodo llama la atención el aumento en el homicidio contra dirigentes. Mientras en 2008 fueron asesinados 16 dirigentes sindicales, 21 perdieron la vida en 2009.

Del 1º de enero al 23 de agosto de 2010, persistió la violencia contra los trabajadores y trabajadoras sindicalizadas en Colombia. En los 8 primeros meses de este año se presentaron 35 homicidios, 11 de ellos contra dirigentes sindicales; además ocurrieron 15 atentados, 14 de ellos contra dirigentes.

 

¿Qué está investigando la Fiscalía?

 

Debido a la presión del movimiento sindical internacional y las múltiples recomendaciones de los órganos de la OIT, la Fiscalía General de la Nación creó una subunidad de investigación, cuyo trabajo, a junio de 2010, no permite hablar de resultados importantes. La Subunidad tiene asignados 1.344 casos, pero realmente sólo está investigando 1.150, debido a que no ha encontrado 194 expedientes físicos. Respecto de los 1.150 casos físicos que están investigando, 555 (48.26%) se encuentran en etapa preliminar. Es decir, en casi la mitad de los casos no hay identificación del presunto autor. 312 casos (27.1%) se encuentran en instrucción, etapa en la que se adelanta la investigación formal contra alguna persona identificada. En 175 casos (15.21%) hay acusación frente a los jueces por parte de la Fiscalía. La Fiscalía ha precluido 47 casos (4%), es decir los dejó de investigar por razones procesales. Finalmente, en 63 casos (5,47%) la Fiscalía se abstuvo de dictar medida de aseguramiento contra el procesado.

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