A 38 años de prisión fue condenado Jaime Blanco Maya por el Juzgado Once Especializado de la OIT de Bogotá, por su responsabilidad en el asesinato de los líderes sindicalistas de la empresa transnacional Drummond, Valmore Lacarno Rodríguez y Víctor Hugo Orcasita Amaya, en hechos ocurridos en el año 2001.
Blanco Maya quien en su momento se desempeñaba como contratista de la multinacional carbonífera, también fue condenado por concierto para delinquir y deberá cumplir la pena en el establecimiento penitenciario que señale la dirección del INPEC.
A solicitud del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, representante de las víctimas, la sentencia ordena la compulsa de copias para que se investigue y establezca la responsabilidad del entonces Procurador General de la Nación Edgardo Maya, hermano medio de Blanco Maya de Gary Drummond, Jean Adkins, presidente y jefe de seguridad de la multinacional respectivamente, así como de Augusto Jiménez (Presidente de la Drummond en Colombia) y su gerente de relaciones con la comunidad, Alfredo Araujo (primo de Álvaro Araujo, senador encarcelado por parapolítica en el año 2008), Luís Carlos Rodríguez (Jefe de seguridad) Rafael García (ex jefe de informática del Das) y Jorge Castro Pacheco (Ex congresista condenado por parapolítica) por su participación en la realización de los hechos ya sentenciados.
Valmore Lacarno Rodríguez y Víctor Hugo Orcasita Amaya presidente y vicepresidente del sindicato de Sintraminergética, fueron asesinados el 12 de marzo de 2001 en jurisdicción del municipio de Bosconia, en el departamento del Cesar, luego que paramilitares interceptaran el bus donde se movilizaban.
Los sindicalistas acababan de salir de reunión con los directivos de la multinacional Drummond para exigirles una solución al problema de la mala calidad de los alimentos que ofrecía la empresa ISA de propiedad de Jaime Blanco Maya pues era inminente un cese de actividades por parte de los trabajadores de la mina
Valmore Locarno fue asesinado en el lugar de interceptación del bus, mientras que a Víctor Orcasita lo condujeron hasta una bodega llamada VADELCO en donde estuvo por varias horas en poder del paramilitar alias “Tolemaida”. Su cuerpo fue posteriormente hallado sin vida con tres impactos de arma de fuego en la cabeza, razón por la cual, la parte civil ha solicitado insistentemente se investigue la tortura de que fuera víctima Orcasita.
Este caso evidencia el estrecho nexo entre empresarios, políticos y grupos paramilitares, y la relación de una corporación transnacional en crímenes de lesa humanidad.
Cabe mencionar que esta empresa acumula ya una seria larga de denuncias sobre diferentes violaciones a los derechos humanos, entre ellas la contaminación ambiental de tierra, aire y agua como evidencia el último vertimiento de carbón en el mar Caribe, los daños a la salud de las comunidades aledañas a la mina, la reubicación forzosa de estas comunidades que tienen que ceder su territorio ancestral para la explotación carbonífera, y serias acusaciones por parte de entes de control sobre el detrimento de patrimonio por el pago irregular de regalías.