Masacre “La Galleta”: 12 años en el olvido

Masacre “La Galleta”: 12 años en el olvido

El día Domingo, 23 de enero del año 2000, un grupo de uniformados fuertemente armados pertenecientes al Batallón Contraguerrilla 42 “Héroes de Barbacoas” adscrito al Grupo Mecanizado Juan Del Corral de la Cuarta Brigada, y otros uniformados con brazaletes de las AUC, irrumpieron en el territorio de Montebello – Antioquia, entre las 4:30 a.m. y 6:30 a.m. invadiendo la finca conocida como La Galleta, señalando a sus habitantes de ser auxiliadores de la guerrilla, de mantener secuestrados en el lugar y de apoyar secuestros realizados en la glorieta “Don Diego” ubicada entre los municipios del Retiro y La Ceja

 

 

Destruyeron varios elementos de trabajo de la finca, pintaron las paredes con consignas de los grupos de autodefensas, amenazaron a varias personas, maltrataron verbalmente a los familiares residentes, y a otras víctimas integrantes de la CRS, los amarraron con los cordones de sus zapatos, mientras los sacaban y conducidos hasta un lugar cercano, donde fueron ejecutadas con fusil.

Los cuerpos sin vida fueron hallados en distintos lugares de la región. Uno de ellos, fue abandonado en un puente de la vereda El Cairo ubicada entre los municipios de Montebello y Santa Bárbara, y otro en zona rural del municipio de La Ceja.

El día lunes 24, la oficina de prensa de la Cuarta Brigada informó que: “ en zona rural del Municipio del de Viboral fueron dados de baja dos guerrilleros cuando pretendían derribar una torre de energía “.

Posteriormente el Ejército Nacional adelantó las gestiones para que se realizara el levantamiento de los cadáveres por parte de la Fiscalía Seccional quien trasladó los cuerpos sin vida a la morgue del cementerio de El Carmen de Viboral, lugar al que también llego el CTI para realizar la diligencia de inspección de los cadáveres.

Les tomaron fotos, les practicaron la necropsia y también les realizó el cotejo dactiloscópico con los archivos de la Registraduría.

Se evidencio en estos informes, que en uno de los cuerpos se encontró la fotocopia de la cédula de ciudadanía, que los cadáveres presentaban señales de torturas y pertenecían a miembros de la Corriente de Renovación Socialista, que una de las víctimas había sido ultimada con nueve tiros por la espalda y que en una de sus manos aparecía un cordón, y que los uniformes que vestían no tenían ninguna perforación, conclusiones razonables para deducir que no podían haber participado en algún combate.

Dos días después, el Ejército en su boletín oficial informó: “dos guerrilleros de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago del ELN fueron abatidos en desarrollo de la ofensiva militar adelantada por el Ejército para proteger la infraestructura eléctrica en el departamento de Antioquia… los insurgentes pretendían colocar cuatro cargas explosivas en una torre de energía, en la vereda Madera, del municipio de El Carmen…”.

Los militares para ocultar las pruebas contundentes que había contra ellos, cuando se descubrió la acción sincrónica del Batallón Mecanizado Juan del Corral, adscrito a la Brigada 4 del ejército nacional y los paramilitares bajo la etiqueta de “Frente Batalla del Santuario del Bloque Metro de las ACCU”, develándose que las víctimas dadas de baja por el Ejército eran aquellas retenidas por las AUC, llegaron a la morgue de El Carmen de Viboral, violentaron las cerraduras, pintaron consignas de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago del ELN y raptaron los dos cuerpos sin vida, que hasta la fecha se desconoce donde están.

Luego se conoció que el comunicado que enviaron los paramilitares por fax a varios medios masivos, en el que justificaban la masacre de la Finca La Galleta, fue emitido por una oficina de la Cuarta Brigada con sede en Medellín.

Dos meses después, el 23 de marzo del 2000, se realizó una nueva incursión armada a la Finca “La Galleta”, esta vez el grupo armado se identificó como Militares del Batallón Pedro Nel Ospina, simulando un enfrentamiento con la guerrilla, destruyendo el lugar y llevándose consigo a 30 campesinos de la zona, amenazando a los rehenes, manifestándoles que : “A la finca la Galleta no podía volver ningún hijo de puta o es hombre muerto “

Estos actos causaron el desplazamiento forzado de los campesinos de la vereda San Antonio, jurisdicción del corregimiento de Sabaletas y de los habitantes de la Finca “La Galleta, producto de las intimidaciones, prácticas bélicas y hostigamientos por parte de los paramilitares en connivencia con el ejército, haciendo dejar atrás un propósito de cambio para estas familias.
Queremos hoy recordar a aquellos que forjaron con nosotros al calor de la lumbre y de un café la semilla de una tierra para todos pero que hoy no están porque la sevicia, la maldad, la mentira y el engaño los persiguieron hasta asesinarlos.

Recordamos en especial a Jose Evelio Gallo Gallo, Uberney Giraldo Castro, Jairo Hernando Sánchez Gil, Adolfo Parra, Wilfredo Cañaveral, Y Antonio Serna entre muchos otros cuyo sacrificio y muerte a manos de miembros del Ejército Nacional de Colombia, hoy honramos con el mejor de los homenajes.

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