Una mañana en la Cárcel Nacional La Picota con David Ravelo

Una mañana en la Cárcel Nacional La Picota con David Ravelo

Aspiramos a seguir en esta brega, porque independientemente de que me hayan encarcelado no me van a silenciar ni a doblegar jamás. Por el contrario, he redoblado el trabajo para mantenerme en esta brega, como es la noble causa de la lucha por la defensa de los derechos humanos.

 

 

–¿Cuánto hace que usted se encuentra privado de su libertad?

–Ya llevo tres meses. Fui capturado en Barrancabermeja el 14 de septiembre, trasladado al bunker de la Fiscalía en Bogotá y posteriormente confinado aquí en La Picota.

-Pero su encarcelamiento ha generado una campaña nacional e internacional exigiendo su liberación.

–Sí. Yo le agradezco a las organizaciones sociales, de derechos humanos e iniciativas de paz que han venido desplegando un trabajo en ese sentido, al igual que organismos internacionales como Christian Aid, Brigadas Internacionales de Paz, Amnistía Internacional, entre otras, que vienen insistiendo en este tema. Pero sobre todo a las organizaciones sociales y la población de Barrancabermeja que me ha venido apoyando inmensamente.

Efectivamente, el 19 de noviembre comenzó una campaña por mi liberación, con lanzamiento en la Universidad Autónoma de Colombia. Allí intervinieron el concejal de Bogotá Jaime Caycedo, el director del semanario Voz, compañero Carlos Lozano y una serie de personalidades de la vida política y social, además de voceros de las organizaciones sociales y humanitarias del puerto, como Reiniciar y la ACVC, entre otras. Con este acompañamiento me siento con la moral en alto para desmentir las acusaciones y el burdo montaje que me están haciendo.

–¿Qué le están cobrando a David Ravelo? ¿Su vinculación a Credhos, Reiniciar y el Movimiento de Víctimas, acaso su militancia en el Partido Comunista y la Unión Patriótica, su liderazgo popular en Barrancabermeja?

– Me están cobrando mi trabajo permanente, perseverante, en defensa de las víctimas; mi posición inclaudicable contra la injusticia y las desigualdades sociales. También me están cobrando haber denunciado en el 2007 al ex presidente Álvaro Uribe Vélez cuando aparecía en un video con varios paramilitares de Barrancabermeja. Este montaje para tratar de silenciarme viene orquestado desde allí.

Inicialmente trataron de asesinarme, ahora me han encarcelado para sacarme del escenario público. Queda claro que los defensores de derechos humanos estamos en la mira de los victimarios, en la mira de los perseguidores.

–Pero Ud., además es un sobreviviente de la guerra de exterminio contra la Unión Patriótica.

–Sí, claro. Nosotros tenemos el caso del exterminio político de la Unión Patriótica en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), con más de cuatro mil víctimas. Y como sobreviviente de la Unión Patriótica y defensor de derechos humanos tengo medidas cautelares por la Comisión Interamericana de la OEA.

Aspiramos a seguir en esta brega, porque independientemente de que me hayan encarcelado no me van a silenciar ni a doblegar jamás. Por el contrario, he redoblado el trabajo para mantenerme en esta brega, como es la noble causa de la lucha por la defensa de los derechos humanos.

–Bien, David, debemos hacer una primera pausa para dar comienzo al foro aquí en la penitenciaría La Picota. Espero que al término del evento podamos continuar con esta entrevista.

–Muchas gracias, y vamos a continuar. Aquí estamos en representación de nuestro patio como representante del Comité de Derechos Humanos. Es decir, ni siquiera la cárcel me ha impedido seguir ejerciendo esta labor, como es la de defensor de derechos humanos.

Seguidamente comenzó el evento, con las presentaciones protocolarias del caso y la conferencia de un experto, quien disertó acerca de la importancia de los derechos humanos. Después vinieron los internos. He aquí apartes de la intervención del primero de los internos en intervenir, precisamente nuestro compañero David Ravelo, quien acaba de llegar a ese penal:

–Los derechos humanos son una conquista de la humanidad. El derecho público internacional se divide en tres: derecho internacional de los derechos humanos, derecho internacional humanitario –para proteger a la población civil y también los intereses de las personas privadas de su libertad–, y el Derecho Penal Internacional. Hablamos de derechos humanos en el derecho internacional humanitario. ¿Qué son entonces los derechos humanos? Son bienes materiales, políticos, filosóficos que propugnan por la plena vigencia de la dignidad humana para todas las personas, en cualquier lugar y en cualquier momento.

Quiere decir que si los derechos humanos se aplican las 24 horas del día, en todo el país y en todo el mundo. Para el blanco, el negro, el amarillo, azul, el que sea. Pero, ¿qué nos hace igual a los guardias, a los internos, a los funcionarios, la comunidad? Lo que nos hace igual es que tenemos dignidad humana.

En Colombia, desafortunadamente el tema de los derechos humanos se convirtió en un tabú. Incluso, penalizado en algunas ocasiones. En el mundo existen tres sistemas en materia de derechos humanos: el africano, el europeo y el interamericano, el que nos corresponde a nosotros. Y es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, la Corte Interamericana, quien vigila a Colombia permanentemente.

Y ¿por qué se le exige al Estado? Se le exige al Estado porque tiene el compromiso con sus ciudadanos y en lo internacional, y el Estado, muchas veces, se convierte en violador de los derechos humanos. Voy a colocar un ejemplo. El Estado colombiano envió un informe a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ese informe y la comisión de trabajo frente al tema de los derechos de los reclusos dice “El Estado colombiano está violando el artículo décimo frente al Pacto Internacional de los derechos sociales y políticos” de los internos.

–Para Ravelo, resulta indigno el servicio de salud que la población carcelaria del país recibe, como consecuencia de la Ley 100 de 1993 que colapsó (y está siendo reemplazada por otra que empeora las cosas).

– La Ley 1122 dejó en manos de Caprecom el manejo de la salud de la población carcelaria en el país –continúa Ravelo–. Yo me pregunto: ¿Caprecom está manejando correctamente el sistema de salud a los internos de las cárceles de Colombia? Creo que no. Hago mención porque el tema de los derechos humanos no puede ser solamente para realizar foros, convocar paneles o hacer eventos. Con los derechos humanos debe pasar de la formalidad a la realidad.

–Posteriormente vinieron las intervenciones de los delegados de los otros patios. David, recién llegado al penal, era el delegado de su patio, el de los funcionarios públicos ya que fue apresado siendo empleado del municipio de Barrancabermeja.

Desafortunadamente a nosotros se nos impidió continuar nuestra entrevista. La directora del penal nos conminó a solicitarla vía dirección nacional del Inpec, y que no hiciéramos incurrir a Ravelo en faltas. A la salida del auditorio se lo consultamos al mismo Ravelo.

–¡Mentira! ¡Eso es lo que quieren: callarnos! ¿No ve que el delito que nos imputan es el delito de opinión? Yo estoy preso por el delito de opinión.

–Entonces continuó su marcha hacia el interior del penal, escoltado por una cuadrilla de guardianes fuertemente armados con una de sus manos pegada a la de otro interno por esposas.

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