El Partido Comunista Colombiano se congratula de este logro alcanzado tras cuatro años de arduas y complejas conversaciones que han culminado felizmente. Toma inicio ahora la parte más difícil que concierne al conjunto del pueblo y compromete a toda a sociedad colombiana a movilizarse y a ejercer veeduría sobre la ejecución de lo acordado y el cumplimiento cuidadoso de las secuencias convenidas.
La primera y más importante tarea será la realización del plebiscito del 2 de octubre y la movilización patriótica y ciudadana para respaldar con el SI los acuerdos logrados que despejan horizontes de cambios democráticos, de reformas sociales y de estímulo a la intervención popular futura para decidir como constituyente primario un nuevo rumbo del país.
La larga lucha por la paz tomó un nuevo rumbo hace 36 años con el llamado del decimotercer congreso del Partido Comunista, en pleno estatuto de seguridad, a buscar una solución política al conflicto interno. Los acuerdos de entonces fueron importante preámbulo pero fueron frustrados por la contraofensiva guerrerista. Miles de comunistas y de luchadores/as de la Unión Patriótica y de otras agrupaciones de la izquierda perecieron en el exterminio. Hoy la sociedad entera debe mirar con sensatez, fortaleza y optimismo la opción de cerrar el largo capítulo de la guerra con un compromiso de No Repetición.
En efecto, el Partido Comunista Colombiano acoge la propuesta de la Introducción al Acuerdo Final que convoca “a concertar un gran acuerdo político nacional encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social”, con posterioridad al plebiscito y plantea las más amplia unidad de la izquierda, del movimiento social y de las fuerzas democráticas hacia un nuevo Pacto histórico.
Saluda al gobierno revolucionario de Cuba por su incondicional apoyo y solidaridad, al gobierno de Noruega, a la Venezuela bolivariana, al gobierno de Chile, a la CELAC y sus gobiernos partícipes de la verificación, a Unasur, al Foro de Sao Paulo y a la solidaridad internacionalista que hoy saluda este memorable acontecimiento.