En este momento crucial para el país, del proceso de diálogo y negociación entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del
pueblo, FARC – EP, cuando hablamos de la construcción de la paz con justicia social y de pensarnos un mejor país para las siguientes generaciones, no es posible que siga la persecución, la estigmatización, las amenazas, las desapariciones forzadas y los asesinatos al movimiento social, popular y estudiantil. Mientras en la Habana se habla de paz en nuestros territorios existe una arremetida a las organizaciones sociales y al movimiento social y popular. Con estos hechos el país parece avanzar día a día a repetir la historia del genocidio de la Unión Patriótica, cuando el estado asesino a más 4.000 militantes.
Según un informe presentado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, en el año 2015, se registraron 295 ataques en contra de 885 defensores, incluidas 310 mujeres. “El Programa Somos Defensores y la Oficina documentaron el asesinato de 63 defensores. También registró 20 tentativas de homicidio, incluidas nueve en contra de sindicalistas, 151 amenazas de muertes individuales y colectivas y 80 denuncias de vigilancia ilegal. En 2015, se conocieron 39 panfletos amenazantes contra 211 mujeres, 298 hombres y 47 organizaciones sociales. Esta situación refleja la persistencia desde un entorno inseguro y hostil para los defensores”, indica el informe. Lo que lleva corrido desde 2012 hasta hoy han sido asesinados 116 integrantes del Movimiento Social y Popular Marcha Patriótica a manos de grupos paramilitares, y con toda desfachatez el gobierno desconoce la existencia de estos grupos para-estatales.
Las amenazas y asesinatos no paran, el día lunes en horas de la noche el grupo paramilitar autodenominado “Águilas Negras” realiza señalamientos y amenazas de muerte a periodistas, profesores y ASOINCA, ASPU, CIMA, ACIN, Ruta Pacífica de las Mujeres, ACIT, COCOCAUCA y dirigentes sociales del Movimiento Social y Político Marcha Patriótica, entre ellos el compañero Jonathan Centeno Muñoz, actualmente integrante de la Dirección Regional del Partido Comunista Colombiano, vocero del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, de la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo – MIA Cauca e integrante de la Junta Patriótica Nacional del Partido político Unión Patriótica. Y el compañero Wilson Andrés Quijano Martínez, estudiante de la Universidad del Cauca, integrante de la Asociación de Usuarios de Servicios Públicos de Popayán, del equipo técnico de la Federación Sindical Unitaria Agropecuaria – FENSUAGRO y del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica Cauca.
Los compañeros fueron objetos de amenazas de muerte por parte de las Águilas Negras, y a la vez le exigen retiro inmediato del departamento del Cauca. Ante ello expresamos nuestra solidaridad y apoyo a los compañeros, y exigimos que cese la persecución, amenazas y criminalización contra el movimiento social y popular en el país, pues no puede ser que mientras en la Habana el gobierno habla de paz, en Colombia se haya emprendido una cacería de brujas contra los líderes sociales. Los estudiantes, defensores de DD.HH, sindicalistas y luchadores sociales NO SOMOS TERRORISTAS, somos esos colombianos que luchamos por la con paz justicia social.
No más amenazas, no más señalamiento a las organizaciones sociales y populares, no más asesinatos.
30 de marzo de 2016, Federación de Estudiantes del Cauca.
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