La Central Unitaria de Trabajadores CUT, Subdirectiva Atlántico, rechaza las amenazas de muerte que a través de un panfleto firmado por “Los Rastrojos Comandos Urbanos”, en laque dan 48 horas para que abandonen la ciudad a: “Pedrofalco, Cristobal Colon, Jose Coley (Consejo Superior de la Universidad del Atlántico), Walberto Torres, Rubén Arroyo (Aspu), Henry Gordon (Cut), Antonio Gómez, José Rodríguez, Constantino Meza (Sintraunicol) Henry Cañas (Sintraofiua), Kevin Siza, Gary Martínez (Estudiante)”. Panfleto que fue recibido el pasado 8 de mayo de 2013, un sobre de manila en la Secretaria de Derechos Humanos de la CUT Nacional, a las 2:23 p.m., procedente de la ciudad de Barranquilla.
Estas amenazas suceden en los momentos que la CUT, las organizaciones sindicales ASPU,SINTRAUNICOL y estudiantes de la Universidad del Atlántico, libran una férrea lucha en defensa del Alma Mater, exigiendo la salida inmediata de la rectora Ana Sofia Meza, teniendo en cuenta la debacle financiera a la que está sometida ésta Institución Superior.
Barranquilla y su Área Metropolitana siguen en manos de las mafias narco-paramilitares ahora denominadas BACRIN, (rastrojos, urabeños, paisas), quienes mantienen el poder militar y económico controlando la Universidad del Atlántico, el transporte, la salud y otras instituciones; denuncias que en su momento hemos hecho de manera oportuna, razón por la cual, se mantienen las amenazas y el terror sicológico, contra las organizaciones filiales y directivos de la CUT, Subdirectiva Atlántico, a través de panfletos, sufragios llamadas vía celular y mensajes de texto.
La CUT – Atlántico, solicita a las autoridades judiciales y policivos realizar las investigaciones de fondo, ya que consideramos que lo sucedido el día8 de mayo de 2013, contra los compañeros arriba enunciados, es un mensaje de advertencia y una sentencia de lo que pueden hacer las mafias contra los defensores de derechos humanos.
Exhortamos a las organizaciones hermanas, defensores de Derechos Humanos pronunciarse en contra este acto de amenazas, que deja claro que no existen garantías necesarias para expresar las ideas y ejercer la labor sindical.