VAMOS A CONMEMORAR LA PALABRA: LA RESISTENCIA Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

El pasado 4 de junio el Tejido de Comunicación para la Verdad y la Vida de la ACIN, postuló a Hollman Morris para el Premio Internacional de Libertad de Prensa que estaban organizando los periodistas canadienses para la libertad de expresión – CJFE.

 

 

El pasado 4 de junio el Tejido de Comunicación para la Verdad y la Vida de la ACIN, postuló a Hollman Morris para el Premio Internacional de Libertad de Prensa que estaban organizando los periodistas canadienses para la libertad de expresión – CJFE.

La postulación se hizo como un reconocimiento público a su trabajo y compromiso con los pueblos indígenas y el movimiento popular colombiano en general, con lo cual Hollman ha mostrado su calidad como ser humano y como periodísta comprometido con la realidad de su país. Y porque Hollman sigue caminando la palabra, no sólo en el Cauca, si no en todo el territorio nacional.

Por lo anterior, la Embajada de Canadá organizó un evento en Bogotá para celebrar el premio que será entregado el 1 de noviembre en Toronto. En el evento participaron tanto periodistas, como senadores, embajadores, lìderes de movimientos populares, una delegación de la ACIN y otros invitados.

En representación de la ACIN fue el consejero Jorge Arias en compañía de personas del Tejido de Comunicación, de la Guardia Indígena y del Programa Jurídico.

Estas fueron las palabras del Consejero de la ACIN Jorge Arias:

Vamos a conmemorar la palabra: la resistencia y la libertad de expresión

Un saludo a todas las personas presentes, a quienes les expresamos nuestro más profundo respeto.

Para nosotros la palabra es el cosmos. Cada gesto de la madre tierra, el cantar de los pájaros, el crecer de las flores, nuestras voces humanas, son la palabra.

Cuántos siglos ha estado oculta y perseguida esta palabra? No hay libertad de expresión.

Hoy, en este evento de homenaje a Holman, quien fue postulado por el Tejido de Comunicación ganó el premio por la libertad de expresión que organizan los periodistas canadienses, queremos conmemorar la palabra, rendirle culto a lo que queremos y soñamos, a la madre tierra en libertad. Para nosotros eso es libertad de expresión.

Somos la asociación de cabildos indígenas del norte del Cauca, ACIN, integrada por 17 cabildos, ubicados en las quebradas tierras de las cordilleras central y occidental. Somos parte del Pueblo Nasa, uno de los 84 pueblos indígenas de Colombia, parte del 2% de la población de este país diverso y rico.

Desde tiempos milenarios tenemos y defendemos un plan de vida para que la palabra siga siendo, para que los seres de la vida vivan y crezcan en convivencia en una madre tierra en libertad. Esa es nuestra palabra y la hemos proclamado con muchos actos, no siempre bien vistos y aceptados porque no hay libertad de expresión.

Esa, nuestra palabra, nuestro plan de vida, es de ustedes, es de todos, no es solo para nosotros. Al reconocer nuestra dignidad, diversidad y derechos se están reconociendo ustedes mismos. Respetar nuestro plan de vida y el plan de vida de los pueblos, apoyarlos y fortalecerlos es respetar la libertad de expresión.

Pero la palabra está en peligro. La voz humana divergente es acallada. Holman y muchos otros como nuestro compañero Manuel Rozental han sido amenazados. Hemos visto caer a muchos compañeros y compañeras. Los procesos populares son perseguidos, la madre tierra es violentada y se le niega la libertad de engendrar la vida.

Convocamos a todas las conciencias a que defiendan la máxima libertad de expresión: un lugar donde cada uno pueda decir su palabra: los pájaros con su canto, las flores con sus mil formas y colores, el caudal de los ríos alimentando todo a su paso, las personas y los pueblos compartiendo en una única casa común, nuestra Madre Tierra. Esa es nuestra palabra.

ASOCIACIÓN DE CABILDOS INDÍGENAS DEL NORTE DEL CAUCA

TEJIDO DE COMUNICACIÓN ACIN

PALABRAS DEL PERIODISTA HOLLMAN MORRIS AL MOMENTO DE RECIBIR EL HOMENAJE

Señor Embajador de Canadá Matthew Levin y señora.

Señores y señoras miembros del cuerpo diplomático acreditado en Colombia.

Miembros de la Guardia Indígena.

Colegas y amigos.

Ciertamente la situación de los periodistas colombianos no es la mejor; el comité para la protección de periodistas de la ciudad de Nueva York en su más reciente informe señala a Colombia como el 4 país más peligroso del mundo para ejercer esta profesión, colegas de diferentes partes del mundo nos ven como héroes, algunos hablan de que el índice de asesinato de periodistas ha disminuido y es cierto; sin embargo ello se debe a que cada día son más los periodistas que se autocensuran, es decir dejan de decir la verdad o en algunos casos se dicen las cosas a medias.

La autocensura tiene repercusiones directas sobre la verdad que es la búsqueda de cualquier periodista. Podemos decir entonces que mucha de la información que se publica o divulga, pasa por el filtro de la autocensura y que después de pasar por ella, su resultado es una realidad deformada, una opinión pública mal informada que construye en una deficiente información, imaginarios y lecturas del país equivocados que terminan hiriendo de muerte el buen curso y consolidación de cualquier democracia.

Detrás de la autocensura siguen existiendo los intolerantes, los actores armados y últimamente la estigmatización y el señalamiento irresponsable del buen nombre del periodista, que termina acabando con un tesoro construido por años y quizás con el único patrimonio de cualquier periodista: su credibilidad y repito su buen nombre

Para combatir este mal silencioso es importante que se rompa la impunidad, que las investigaciones por el asesinato y amenazas a periodistas lleguen hasta sus últimas consecuencias. Para citar solo un ejemplo, el país sigue esperando después de 7 años los resultados de la investigación por el asesinato de Jaime Garzón; en este caso, periodistas demostraron que la investigación había sido manipulada y desviada. Las amenazas a periodistas no cesan; tan solo hace una semana dos periodistas indígenas fueron arrestados por simple sospecha y especulaciones, en Caldono Cauca y Manuel Rosentahl, miembro del tejido de comunicaciones de la Asociación de Cabildos del Norte del Cauca tuvo que salir huyendo del país por amenazas, esto solo para nombrar algunos casos.

El premio que recibiré el 1 de noviembre en la ciudad de Toronto Canadá y que es el reconocimiento de los periodistas de ese país a la libertad de expresión, es un reconocimiento a mi manera de ver a todos los humildes periodistas colombianos que especialmente en las regiones, con malos salarios, sin seguros médicos se la juegan día a día buscando la verdad. En los últimos días hemos visto la importancia de jugársela por llegar hasta el fondo de los hechos; investigaciones reveladoras hechas por los medios escritos nos hacen pensar en el valor y el aporte del periodismo al país, nos hace pensar que si no hubieran existido estos medios o periodistas acuciosos, las verdades tan dolorosas que guardan los computadores confiscados quizás nunca hubieran conocido la luz pública.

Para terminar quiero agradecer a la ACIN. Ellos fueron los que pusieron a consideración mi nombre para el reconocimiento que hoy recibo, el maestro Nasa Ezequiel Vitonas esgrimió como argumento el hecho de que mi programa toma en cuenta la palabra de las comunidades indígenas, negras y campesinas, lo que es cierto. Sin embargo esto debe ser inherente del trabajo periodístico en Colombia, es decir, el reconocimiento de la palabra del otro, de los muchos, de los de la ciudad y de los campos. El periodismo especialmente la televisión tienen que sacar nuevamente las cámaras de los estudios a andar el país y conocer otras realidades que hoy parecen desconocerse.

Quiero igualmente agradecer a todos los que han creído en el trabajo periodístico de CONTRAVIA especialmente a sus financiadores, a la delegación de la Unión Europea en un principio a la embajada de Países Bajos , a la Embajada Británica y últimamente a la Embajada de Canadá pues gracias a sus apoyos hemos podido sacar adelante durante tres años con una breve interrupción, nuestro programa periodístico que nos ha permitido analizar nuestra realidad desde otros puntos de vista y con otros protagonistas. Lamentablemente otra vez nos quedamos sin financiación a pesar de ser el programa con mayor número de reconocimientos en tres años de existencia y por eso a partir del próximo domingo no estaremos al aire. Pero seguiremos insistiendo por volver al aire por (como dicen mis maestros indígenas Nasa), “por volver a caminar la palabra porque “La palabra sin la acción es vacía, la acción sin la palabra es ciega”

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