A SEIS AÑOS DE LA MASACRE DE PUEBLO RICO CONTINUA IMPUNE CRIMEN DE NIÑOS A MANOS DE LA IV BRIGADA DEL EJERCITO

Seis años después, queremos elevar nuestro clamor a la memoria de los niños y las niñas asesinados: Paola Andrea Arboleda Rua (8 años), Alejandro Arboleda Rua (10 años), Marcela Sánchez (6 años), Harold Giovanni Tabares Tamayo (7 años), David Andrés Ramírez López (10 años) y Gustavo Adolfo Isaza Carmona (9 años) y de los niños y niñas heridos Cesar Arboleda Rua (10 años), Oswaldo Alejandro Muñoz Madrid (7 años), Cristian Isaza (5 años) y Andrea Sánchez (15 años), todos alumnos y alumnas de la Escuela Rural de la vereda “La Pica” en jurisdicción del municipio de Pueblo Rico (Antioquia).

 

 

Seis años después, queremos elevar nuestro clamor a la memoria de los niños y las niñas asesinados: Paola Andrea Arboleda Rua (8 años), Alejandro Arboleda Rua (10 años), Marcela Sánchez (6 años), Harold Giovanni Tabares Tamayo (7 años), David Andrés Ramírez López (10 años) y Gustavo Adolfo Isaza Carmona (9 años) y de los niños y niñas heridos Cesar Arboleda Rua (10 años), Oswaldo Alejandro Muñoz Madrid (7 años), Cristian Isaza (5 años) y Andrea Sánchez (15 años), todos alumnos y alumnas de la Escuela Rural de la vereda “La Pica” en jurisdicción del municipio de Pueblo Rico (Antioquia).

Ellos, en la mañana soleada del 15 de agosto de 2000, salieron a una caminata ecológica hacia la finca “La Tolda”, cantando viejas cadencias y dibujando sonrisas en el paisaje, sin saber que abruptamente éstos iban a ser silenciados por fusiles de miembros del Batallón de Infantería No. 32 “Pedro Justo Berrío”, perteneciente a la Cuarta Brigada del Ejército Nacional.

Este hecho más conocido como la “Masacre de Pueblo Rico” fue asumido desde sus inicios por el Fuero Penal Militar debido a que los hechos fueron manejados como un error militar, puesto que las autoridades manifestaron que se había presentado una confusión de los niños que iban vestidos de vivaces colores, con miembros de la guerrilla.

Las puertas de la justicia han sido cerradas ante los clamores de los familiares y de quienes los acompañamos, imperando por tanto la impunidad, que hizo su última aparición a finales el año pasado cuando decidió emitir Resolución de Acusación contra un Sargento Segundo y 10 soldados por homicidio culposo y lesiones personales culposas, mientras que cesó el procedimiento contra un Capitán Primero, un Capitán Segundo y 15 soldados regulares. A la fecha se espera la celebración de Consejo Verbal de Guerra ante el Juzgado 8 de Brigadas del Ejército en septiembre próximo.

Humanidad Vigente quiere hacer un llamado al Estado colombiano a que asuma integralmente las obligaciones contraídas internacionalmente y establecidas en los diferentes pronunciamientos en los Informes para Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y muy especialmente la Recomendación No. 45 de las Observaciones Finales para Colombia del Comité de los derechos del Niño, emitidas el pasado 08 de junio que claramente dice:

“El Comité insta al Estado Parte a que acabe con la legalidad de la impunidad, realice con urgencia investigaciones penales de violaciones de derechos humanos en casos en los que niños han periodo la vida y vele por que los autores comparezcan ante la justicia con carácter de máxima prioridad. Además, el Comité solicita que el Estado Parte respete sus obligaciones jurídicas internaciones en relación con las garantías de un juicio justo y se asegure de que todas las investigaciones se llevan a cabo de forma independiente e imparcial”.

Share This