Comunidad campesina de Pitalito – Cesar- víctima de despojo retornará a su territorio

Comunidad campesina de Pitalito – Cesar- víctima de despojo retornará a su territorio

El 24 de junio de 2010, veinte familias de la vereda Pitalito -Municipio de Chimichagua y Curumaní- fueron víctimas de desplazamiento forzado por parte de la irregular actuación de diversos funcionarios públicos, quienes siguiendo indicaciones de Juan Manuel Fernández De Castro, reconocido palmicultor, supuesto ex militar y gran terrateniente, procedieron al expulsarlos violentamente de su territorio.

 

Sus viviendas fueron destruidas, sacaron sus pertenencias y cada miembro de la comunidad: hombres, mujeres, ancianos, niños y niñas, jóvenes, fueron subidos a un camión de la Policía, al parecer del ESMAD y trasladados a inmediaciones del casco urbano de Curumaní.

Por aproximadamente veintisiete años, estas familias fueron poseedoras de las tierras que conforman la Vereda de Pitalito, ubicada en jurisdicción de los municipios de Chimichagua y Curumaní en el departamento de Cesar – Colombia. De su trabajo derivaron el sustento de sus hijos y una vida digna para todos los miembros de la comunidad; a la vez que protegieron el ambiente; desarrollaron una economía campesina, se organizaron desde 1989 en la Junta de Acción Comunal; el Municipio de Chiriguaná construyó una escuela, siendo la maestra contratada por la diócesis de Valledupar, y en general, construyeron por años su proyecto de vida campesina.

Como es conocido públicamente, la población campesina y urbana de centro del departamento del Cesar fue víctima del Terrorismo de Estado a través del accionar paramilitar, quienes actuando en conjunto con la Fuerza Pública, despojaron de sus territorios a centenares de familias con el objetivo de apoderarse de sus tierras, en unas ocasiones –mediante masacres y muertes selectivas- y en otras, mediante ventas forzadas por debajo del valor real del inmueble, obligando mediante el uso de armas a la firma de contratos de compraventa, para después protocolizarlas ante la Notaría o ante el Personero Municipal, tal como sucedió con la Comunidad Campesina de Pitalito.

En los últimos años, las familias han sufrido el rigor del desarraigo, pero al mismo tiempo han fortalecido su proceso organizativo como Comunidad Campesina, desarrollando principios de Autonomía y Defensa del Territorio, cuyo eje central es la reconstrucción de su proyecto de vida campesina que se opone a los monocultivos y a cualquier explotación minera.

A pesar que las estructuras paramilitares no han sido desarticuladas por parte del Estado colombiano y se continúa con la adopción de medidas económicas en beneficio de las multinacionales mineras; la Comunidad Campesina de Pitalito ha decido retornar a sus predios, ejerciendo el legítimo derecho a la Autodeterminación, al mismo tiempo, exigiendo del Estado condiciones concretas del restablecimiento del derecho, entre otros, poder regresar a su territorio.

Esta comunidad en resistencia requiere y merece el apoyo de todos. La resistencia de los pueblos, es un camino que conduce a su dignificación y una formula válida para hacer frente a los intereses imperantes en sociedades desiguales y excluyentes como la nuestra. Por la justeza de esta lucha hacemos un llamado amplio a acompañar a las familias en retorno y rodear con nuestra solidaridad, exigiendo las garantías de permanencia en el territorio.

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