Relatos desde la cárcel

Relatos desde la cárcel

El optimismo y la esperanza, así sea en las condiciones difíciles no se pueden perder. La solidaridad continúa aumentando y las demostraciones de afecto no paran. La hermana Bernardita de la Diócesis de Barrancabermeja, quien hace parte del grupo de Hermanas Juanistas, se encontró con mi señora y mis hijas a la entrada de la cárcel lamentando no poder entrar a visitarme porque no se lo permitieron los guardias, y me mando muchas saludes; pero como un milagro de Dios apareció en el patio, demostrando que es posible vencer los obstáculos y me ofreció un fuerte abrazo solidario, en representación de esa congragación religiosa que tanto apoyo le ha brindado a las comunidades de Barrancabermeja y la Región del Magdalena Medio

 

 

Una organización de derechos humanos que tiene sus orígenes en Barrancabermeja, como lo es la Corporación REINICIAR, encabezada por su directora la compañera Jael Quiroga y el ex defensor del pueblo del Magdalena Medio Jorge Gómez Lizaraso, también hicieron presencia demostrando el apoyo solidario que he recibido de manera permanente de esta organización, antes y después del encarcelamiento. Esta organización no gubernamental defensora de derechos humanos, tiene una connotación especial, por cuanto es la que lleva las medidas cautelares de CREDHOS en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, y además, es la organización que interpuso la demanda por genocidio político contra el estado colombiano, por el exterminio físico de más de 4.000 militantes y dirigentes del movimiento político Unión Patriótica, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.

El apoyo de las organizaciones sociales con la visita de destacados dirigentes como lo son Andrés Gil de la ACVC; Fernando Ramírez ex dirigente de la USO; Cesar Loza dirigente de la Comisión de Derechos Humanos USO-Ecopetrol; Martin Ravelo dirigente de la USO Nacional; y otros acompañamientos que permiten que la moral siga en alto.

Centenares de mensajes de solidaridad enviados por organizaciones internacionales y también otro tanto de las comunidades de Barrancabermeja y de todo el país, me demuestra que este montaje descarado lo vamos a superar, sin lugar a dudas, los defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia, permanentemente estamos expuestos a la intemperancia de altos funcionarios gubernamentales y los grupos paraestatales, por cuanto las denuncias que realizamos se sienten tocados en sus oscuros intereses, ya que la violación de los derechos humanos y las infracciones al derecho internacional humanitario, son su común denominador.

La corte constitucional en sentencia T-590/98, reconoció la falta de garantías en Colombia para ejercer la labor como defensores de derechos humanos. Como representante de los internos al Comité de Derechos Humanos tuve la oportunidad de participar en un Foro sobre la actualidad de los derechos humanos, donde participaron las autoridades del orden nacional y distrital, el Ministerio Publico y las comunidades del sector representados en las Juntas de Acción Comunal y las Juntas Administradoras Locales; como vocero de los internos presente una ponencia sobre los antecedentes, el nacional e internacional para defender los derechos humanos. Al final las comunidades me abordaron para preguntarme que si yo era abogado, y les dije que mi profesión es la de economista, pero la labor que desarrollo es la de defensor de derechos humanos. Les aclare que en este país los defensores de derechos humanos debemos estar preparados y argumentados, para confrontar a los violadores e infractores del derechos internacional humanitario, siendo nuestra única arma la palabra y estar dispuestos, si es necesario a entregar la vida o la libertad, como en mi caso .

Estoy aquí porque por un montaje judicial me trajeron de mi querida Barrancabermeja, tierra cálida en su clima y en su gente, y me confinaron en este frio, pero mi fuerza de voluntad convertida en energía y moral, vencerá el frio y el encierro, para transformarse en optimismo y esperanza donde todos unidos podamos construir un nuevo amanecer; al final un estruendoso aplauso fue el reconocimiento que demuestra, que a pesar de que te encierren no pierdes tus derechos, ni tu convicción de ser, de ser un transformador.

“En prisión, el coraje se demostraba día a día. No solo en las ocasiones en que había que enfrentarse a un carcelero públicamente, sino, sencillamente, caminando con la cabeza alta, manteniendo a diario la dignidad, el sentido del optimismo y la esperanza”.
Nelson Mandela.

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