CHE

¿Qué decir para felicitarte en tus 80 cumpleaños? Pienso que te gustaría
saber cuanto hemos avanzado en la sociedad justa que soñaste. Te cuento:                                                                      Cuando manos asesinas dispararon sin mirarte a los ojos, en la escuelita
de la Higuera, en Bolivia, se produjo tu gran nacimiento porque a partir
de ese momento se enaltecieron las multitudes y tu imagen guerrillera
tomó los carteles, para convertirte en mito.

 

 

Discurso del Che Guevara en Santa Clara 1961

Los cubanos no te hemos dejado morir y buscamos en tu vida y obra, los
cimientos para emprender la construcción de un sistema social justo y
fuerte. Este proyecto humano ha adolecido por no seguir el mismo ritmo
intenso todo el tiempo, tenemos un imperialismo muy cerca
geográficamente y a su vez ha faltado tesón para entregarnos a una obra
humana digna pero desconocida.

No obstante te puedo mencionar algunos logros: Absolutamente todos los
niños cubanos van a la escuela; tenemos un profesor de educación física
por cada 80 alumnos; el ciento por ciento de los maestros y médicos
tienen empleo; al desertor escolar se le visita para reincorporarlo y se
le paga un salario para estudiar; se abrieron sedes universitarias
municipales respondiendo a las necesidades profesionales de cada
territorio; se incita a los profesionales para que obtengan grados
académicos como másters y doctores.

La población goza de garantías para la maternidad, el índice de
mortalidad infantil y de muerte maternas son comparados con países
desarrollados; se inmunizan a los recién nacidos contra más de 12
enfermedades; la tasa de infestados por el SIDA y otras enfermedades son
de las más bajas en el mundo; absolutamente todos los cubanos visitan
las consultas médicas en instituciones gubernamentales sin pagar un
centavo, tampoco abonan los costos hospitalarios ni los exámenes
especializados, ni los tratamientos quirúrgicos, quimioterapeúticos ó
radioterapeúticos.

En el sistema electoral se vota a partir de los 16 años y se ha
conquistado el lugar de la mujer con una alta proporción dentro del
parlamento; las urnas son custodiadas por los pioneros y no por fuerzas
militares y represivas; se elige por méritos alcanzados en la actividad
laboral, estudiantil o en la defensa y no por posición partidista; no se
realizan campañas millonarias por los medios de comunicación masiva y
tampoco se desprestigia a los candidatos como forma de obtener votos.

Si de cultura hablamos debemos reconocer la existencia de más de seis
orquestas sinfónicas (igual a Francia); la expansión del arte hacia los
poblados rurales con puestas teatrales en las montañas; el fomento del
hábito de la lectura como una forma de sana de recreación; la invasión
de las artes visuales con la apertura de telecentros y emisoras
comunitarias a lo largo de la geografía cubana; el disfrute de
espectáculos con giras artísticas por todo el país incluida las
prisiones; no se transmite pornografía por televisión y no se incita al
juego como el tragamonedas, el bingo, la lotería o el hipódromo.

El gran mérito de los cubanos se ha cultivado en la arena internacional,
porque nuestros médicos y maestros laboran, con todo altruismo, en todo
el mundo siguiendo el principio del internacionalismo proletario. En las
Naciones Unidas hemos defendido nuestra libertad e independencia y a su
vez hemos condenado las acciones del imperio y sus secuaces cuando
introducen sus garras colonizadoras en países tercermundistas. Nuestra
bandera ha sido izada en los podios de las competencias deportivas a
nivel mundial y nuestro himno ha sido entonado por atletas de varias
generaciones.

El 50 por ciento de los que vivimos en Cuba te conocemos por
testimonios, fotografías y materiales fílmicos, no queremos canonizarte
pero si deseamos convertir tu ejemplo en guía para el camino que hemos
de transitar.

No te invocamos, te amamos. No te rezamos, te estudiamos. No pedimos
milagros en tu nombre, investigamos tu actuar para forjar un camino. No
te recordamos como muerto, sino como memoria viva. No juramos por tu
persona, trabajamos con la inspiración de tu ejemplo. No lloramos tu
muerte porque eres ya un vivo entre los vivos.

Déjame, entonces, no decirte “Comandante”, ni Ernesto Guevara, quiero
apodarte Che, como un amigo.

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