El pasado 18 de marzo de 2014, la Fiscal segunda Especializada de la Unidad Nacional de Desaparición y Desplazamiento Forzado profirió resolución de acusación contra el paramilitar Hernán Arturo Cantillo Camargo, alias “Giovanny”, por la masacre de Nueva Venecia cometida en noviembre del año 2000. El paramilitar fue acusado por los delitos de coautoría de homicidio múltiple y agravado, desplazamiento forzado y concierto para delinquir agravado.
“…El engaño y la complicidad de los genocidas que están sueltos, el indulto y el punto final a las bestias de aquel infierno. Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia…
Foto: Iglesia Anglicana del Caribe
El 21 y 22 de noviembre de 2000, los pobladores de la Ciénaga Grande del Magdalena, corregimientos de Nueva Venecia, Palermo, el Morro, Caño Nuevo, Clarín y Buenavista, en el municipio de Sitio Nuevo, Departamento del Magdalena, tuvieron que presenciar cómo una a una fueron silenciadas las vidas de más de 40 humildes pescadores por parte de integrantes de las estructuras paramilitares del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, al mando de los paramilitares Alias “Jorge 40” y Alias “Esteban”. Los pescadores habían sido señalados por medio de una lista de tener vínculos con la guerrilla del ELN. Una vez cometida la masacre, la casi totalidad de la población de Nueva Venecia y alrededores, se vio forzada a desplazarse.
Durante la investigación adelantada por la Unidad de Derechos Humanos de Fiscalía se estableció que la incursión paramilitar fue comandada por alias “Esteban”, quien había dialogado en su momento con alias “Jorge 40” sobre la información suministrada por un presunto desertor del ELN, conocido con el alias de “Giovanny”, de quien se estableció posteriormente respondía al nombre de Hernán Arturo Cantillo Camargo.
De acuerdo con los testimonios obrantes al proceso, siendo aproximadamente las 2 a.m, hombres encapuchados arribaron a Nueva Venecia, haciendo disparos, y pasando de casa en casa, sacaron a hombres para una supuesta reunión. Una vez allí reunidos, los tiraron al suelo en una fila y, uno a uno, los fueron matando. Posteriormente, los homicidas pisotearon los cuerpos, los cubrieron con una sábana blanca y con la misma sangre de las victimas escribieron: “ahí les dejo su navidad”. Previamente, también asesinaron a varios pescadores que fueron hallando a su paso.
Durante la investigación varios de los integrantes de la estructura paramilitar reconocieron haber tomado parte en la incursión a Nueva Venecia. Uno de ellos Richard Manuel Fabra Romero, manifestó haber pertenecido al “Bloque Norte de las Autodefensas” ingresando inicialmente al grupo de “Esteban” de quien señaló ya murió, y después al grupo de alias “Codazzi”. Así mismo, señaló que prestó servicio militar en el Batallón fluvial No 92 de donde fue dado de baja para posteriormente ingresar a la organización paramilitar.
Fabra Romero relató la forma en que se organizó la masacre, los medios que utilizaron para llegar inicialmente al municipio de Salamina y de allí, por vía fluvial, hasta Nueva Venecia. También narró el asesinato de los pescadores que encontraron en el camino, previo visto bueno de Alias “Giovanny” y en presencia de otros paramilitares conocidos bajo los alias de “Brayan”, “Rafael” y “Carroloco”, y supervisores de la operación enviados por alias “Jorge 40”.
También reconstruyó la entrada del comando paramilitar a Nueva Venecia conformado por 60 ó 70 integrantes que se movilizaron en ocho chalupas rápidas. El pescador Roque Parejo fue el primer asesinado, para luego proceder a hacer salir a la gente de sus casas y reunirlas en la iglesia. Posteriormente, los paramilitares emprendieron la retirada por orden de “Jorge 40” quien, según el testimonio de Fabra Romero, les dijo que se fueran de ahí por que estaban cerca los “primos”, refiriéndose al Ejército y la Policía.
En la resolución la Fiscalía señaló que las conductas penales investigadas y que son objeto de acusación al procesado Hernán Arturo Cantillo Camargo, se constituyen en crímenes de Lesa Humanidad por haber sido dirigidos contra una multitud de personas, en el caso del homicidio fueron 38 las víctimas, y en el caso del desplazamiento forzado del 90% de los habitantes de Nueva Venecia y sus alrededores.
Luego de 12 años de espera, esta decisión es un paso adelante en la búsqueda por encontrar a los responsables de estos delitos y superar la impunidad en este caso, pero aún falta por individualizar e investigar a otros responsables de la masacre, incluyendo a sus determinadores al más alto nivel. De igual forma, es preocupante que los postulados a la ley de Justicia y Paz que han aceptado su responsabilidad por estos hechos puedan obtener su libertad sin que hayan aportado totalmente a la verdad y la reparación de las víctimas. Continuamos caminando junto a las víctimas en búsqueda de justicia frente a estos hechos atroces.
…La memoria estalla hasta vencer a los pueblos que la aplastan y que no la dejan ser libre como el viento.” (León Gieco – Memoria)