La Unión Sindical Obrera USO condena enfáticamente la reacción violenta del Estado contra la movilización pacífica que realizan los habitantes de Cantagallo, sur del departamento de Bolívar, desde el pasado 18 de febrero de 2014 para reclamar soluciones urgentes a las crónicas carencias de los servicios de salud y hacer denuncias por el incumplimiento del Gobierno a los acuerdos con la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, y para colmo la negligencia oficial en reactivar la Mesa de Interlocución del Sur de Bolívar y Sur del Cesar. (Foto Alcaldía de Cantagallo)

Al igual que cientos de municipios del país, Cantagallo se debate en el más terrible abandono oficial. Hay un grave déficit fiscal que ha derivado en: dos años sin médico en la zona rural, un solo médico en el casco urbano para atender 8.000 personas, infraestructura en salud en mal estado, inconclusa y abandonada, pérdida de vidas humanas tras la ausencia de atención oportuna y/o agravación de su situación de salud por las mismas razones, además de un sinnúmero de problemas de todo orden que afectan a la comunidad.

En la madrugada del 7 de marzo de 2015, el ESMAD precipitó un desalojo violento de las comunidades de Cantagallo, quienes pacíficamente se encontraban exigiendo el Derecho a la salud. Las tropas del ESMAD incursionaron en las viviendas, tiraron gases dentro sin reparar que había menores de edad y ancianos y sacaron violentamente a sus habitantes. En este salvaje operativo murió el señor OSCAR LUIS PEÑA REDONDA; hay decenas de ciudadanos heridos y varios pobladores fueron detenidos.

Para agravar aún más la situación las autoridades locales y regionales realizan todo tipo de señalamientos contra los líderes y pobladores que participan en la protesta, repitiendo ante los medios de comunicación lo que ya ha sido costumbre para estigmatizar al pueblo, afirmando que la guerrilla es la que está adelantando la protesta en el municipio.

Nos preocupa que el Presidente Santos habla de paz por doquier, pero es incapaz de dar un tratamiento pacífico y mediante el diálogo a los pobladores que reclaman sus derechos. Es urgente que las élites gobernantes renuncien de una vez por todas a sus métodos violentos contra una población que solo reclama que gobiernen bien, que resuelvan diligentemente graves problemas sociales acumulados y que tengan la decencia de sentarse a dialogar y atender oportunamente los reclamos populares.

El pueblo colombiano rechaza una paz para que todo siga igual. La paz real es con justicia, soluciones sociales y apertura a la democracia que nos ha sido negada durante tantos años.

Bogotá, marzo 8 de 2015
Junta Directiva Nacional
UNIÓN SINDICAL OBRERA DE LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO –USO-
Comisión Nacional de Derechos Humanos y Paz