Publicada originalmente en Confidencial Colombia.
En su hacienda de Llano Grande, Antoquia, el doctor Álvaro Uribe Vélez se reunió con el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de Esclarecimiento y Verdad, CEV, y con los comisionados Lucía González y Leyner Palacios, el pasado domingo 15 de agosto de 2021. Tras horas, ni reconoció la realidad del conflicto que ha destruido a Colombia por décadas ni aceptó responsabilidad por las gravísimas violaciones de derechos humanos cometidas durante su gobierno. En lugar de verdad y justicia, busca pasar la página y no más.
El negacionismo y falta de respeto del doctor Uribe no tienen límites. No aceptó el concepto de conflicto armado. Tampoco reconoció responsabilidad por la relación entre el Ejército y los grupos paramilitares durante su presidencia, ni la creación de las Cooperativas de Vigilancia y Seguridad Privada, CONVIVIR, en que las que tuvo ver, ni los mal-llamados falsos positivos. Negó que extraditó masivamente a los paramilitares para ocultar la verdad, dijo que no participó en la masacre de ”El Aro”, cometida por paramilitares, e insistió que privilegió las desmovilizaciones sobre las bajas en combate, por encima de aspersiones aéreas.
En resumen, reafirmó y justificó sus posiciones de siempre.
El padre de Roux le preguntó sobre varios temas relacionados con los falsos positivos. ¿La normatividad basta o no? ¿Los comportamientos fueron contrarios a las normas? ¿Qué le pasó al Ejército colombiano y qué fue lo que interpretaba la gente sobre la ley? A continuación le preguntó sobre el entramado entre militares y paramilitares y por qué durante estos años, las ejecuciones extrajudiciales crecían a pesar de las medidas. Por su parte, la comisionada Lucía González indagó sobre el por qué no se dominó la connivencia entre la fuerza pública y los paramilitares. ¿Por qué no se redujo el fenómeno a cero y por qué no se hizo un llamado de atención público?
El doctor Uribe respondió que no se puede decir que no acabaron con la connivencia entre Ejército y grupos paramilitares, porque fue durante su gobierno que desmovilizaron a los grupos paramilitares, mediante la figura de la convivencia.
Sí, desmovilizaron a miles. Pero no desmantelaron sus estructuras.
Sobre los falsos positivos, Uribe dijo que disminuyeron en 2008 y se preguntó ¿cómo van a decir que no bastaban las normas cuando fueron presos 1.800 miembros de la fuerza pública gracias a las medidas que tomamos? Manifestó que durante su administración se adoptó la decisión de que cuando hubiera bajas en combate, los cuerpos tenían que ser recogidos por el Cuerpo Técnico de Investigaciones, CTI, de la Fiscalía General de la Nación. Explicitó que le era muy difícil creer que había falsos positivos.
En otras palabras, no hubo falsos positivos pero sí tomó las medidas requeridas.
Sobre la política de seguridad democrática, bandera de su gobierno, manifestó que privilegió la desmovilización sobre las bajas en combate, que tuvieron 53 mil desmovilizaciones de grupos paramilitares y 18 mil miembros de grupos guerrilleros, y que esto ha sido más que las desmovilizaciones colectivas que hemos tenido en los últimos años.
Sin entrar a discutir la validez de las cifras, ningún número de desmovilizados compensa a miles de jóvenes ejecutados.
Aceptó respecto de los jóvenes de Soacha que fue un error cuando dijo que “no estarían recogiendo café”. Pero echó la culpa a la información que había recibido.
Respecto a las CONVIVIR, dijo que fueron creadas por el expresidente César Gaviria Trujillo en 1994 (Decreto Ley 356 de 1994) y declaradas exequible por la Corte Constitucional. Añadió que cuando llegó a la Gobernación de Antioquia, ya había en el país aproximadamente 700 CONVIVIR y en Antioquia hubo 69. Ese departamento otorgaba la personería jurídica y la vigilancia la hacia la Superintendencia de Empresas de Vigilancia.
Que luego se convirtieron en organizaciones paramilitares, nada tiene que ver con él.
En relación con la “doctrina Vietnam” que se aplica cuando un Estado privilegia las bajas en combate y los bombardeos indiscriminados, manifestó que nunca se aplicó, ni se mencionó. Agregó que en su gobierno se dio prioridad a las desmovilizaciones sobre la fumigación aérea a los narco cultivos sin afectar comunidades y que los bombardeos selectivos nunca afectaron comunidades.
Conclusión: seguramente sorpresiva para estas comunidades.
Sobre la extradición masiva de los líderes paramilitares presos en los Estados Unidos, por lo que se le acusó de “extraditar la verdad” al enviar a conocidos perpetradores de graves crímenes a ese país, dijo que se hizo un acuerdo con los Estados Unidos en el que ellos respetarían la verdad en Colombia.
Lo cierto es que la jurisdicción de los tribunales estadounidenses no cubre las violaciones de derechos humanos cometidas en Colombia. Los procesos contra los paras no trataron estos crímenes ni tomaron en cuenta sus victimas.
Expresó que en su Gobierno nunca se le dio incentivos económicos a los miembros de las fuerzas armadas, y aclaró que para los ascensos, nunca se habría otorgado a personas que tuvieran casos de asesinatos en persona protegida o ejecuciones extrajudiciales.
¿Y la actuación del general Mario Montoya, qué?
Recordó que en 2008, cuando 27 altos militares estuvieron involucrados en paramilitarismo, su gobierno procedió de inmediato.
¿Fueron judicializados estos 27 militares?
El doctor Uribe negó las acusaciones que se le han hecho de tener relación con la Masacre de “El Aro”, en Ituango, Antioquia, perpetrada el 22 de octubre de 1997 por paramilitares. Se pronunció en contra de la sentencia proferida por la justicia ordinaria en la que varios militares de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, fueron condenados por la masacre de Santo Domingo.
La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2012 sobre Santo Domingo habla por si sola.
Entre los puntos polémicos del encuentro se tiene la descalificación de las instituciones nacidas del acuerdo de paz de La Habana, en particular la Comisión de Esclarecimiento y Verdad, CEV, la Justicia Especial para la Paz, JEP, y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, UNBPD, que hacen parte del Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. Uribe estimó que el plebiscito sobre el acuerdo fue violatorio del Estado Social de Derecho y que luego de la victoria del NO, los colombianos no fueron consultados nuevamente. Comparó la situación Daneidy Barrera Rojas, mejor conocida en redes sociales como Epa Colombia, condenada recientemente por terrorismo a 5 años de prisión por un ataque a Transmilenio, con los beneficios que han obtenido los jefes desmovilizados de las FARC.
En vez de criticar por desproporcionada la sentencia de la justicia ordinaria contra Epa, Uribe propuso un amnistía general, es decir, borrón y cuenta nueva.
El doctor Uribe, a la comisionada Lucía González, le desconoció la palabra de mujer y su presencia en la historia, con el ataque en gavilla de uno de los hijos del político. Se evidenció el país patriarcal del hacendado y ganadero, del empresario intolerante y de los odios heredados. Al comisionado Leyner Palacios, se le mostró el país de “los de arriba”, que excluye y discrimina al país de “los de abajo”, que ve a los afrodescendientes, como “menores” e ignorantes.
El encuentro entre el expresidente Álvaro Uribe Vélez y la Comisión de la Verdad dejó más sinsabores que satisfacciones, especialmente a las víctimas del conflicto. El padre De Roux reconoció las críticas que se hicieron, asumió la responsabilidad de lo que pasó, y explicó los motivos que le hicieron persistir en el encuentro. Agregó que la CEV escuchó a todo el mundo y que el “uribismo” no puede decir que no los escuchamos con respeto.
Que el jefe del uribismo actúe con respeto parece ser tema aparte.
San Mateo, en el capítulo 7, habla del Sermón del Monte de Jesús. En su versículo 15 nos dice que nos guardemos de los falsos profetas, y en el 16 que a estos por sus frutos, -sus obras- los conoceremos. La Biblia no es mi libro de cabecera, pero creo que junto al Quijote son los mejores manuales para conocer el carácter humano e interpretar su conducta.