Los prisoneros de guerra en Cucuta, también entramos en desobediencia

Los prisoneros de guerra en Cucuta, también entramos en desobediencia

También somos condenados a no recibir un trato digno como prisioneros de guerra, negándonos todos los derechos, como recibir el sol, a tener agua, salud, alimentación, negándonos el derecho a tener un lugar decente donde dormir, comer o vivir. También como represión y castigo se nos prohíbe el derecho a las visitas, ya que a muchos nos las persiguen, desaparecen o asesinan. Pero tampoco tenemos derecho al deporte, al estudio, la correspondencia ni a los beneficios administrativos.

 

L@s Prisioner@s Polític@s y de Guerra de las FARC – EP recluidos en el Complejo Penitenciario y Carcelario de Cúcuta (COCUC), informamos a la opinión pública nacional e internacional que como prisioneros de guerra orgánicos de las FARC-EP, recluidos en las diferentes cárceles del país, no vemos ninguna coherencia ni verdadera voluntad política del presidente Juan Manuel Santos, con miras a concretizar pronto los acuerdos de paz con justicia social que tanto anhelamos los Colombianos, porque se contradice una y mil veces cuando le pone fechas perentorias a las FARC-EP para la firma definitiva de acuerdos de paz y exige el desescalamiento de la confrontación. Incluso incrementa la ofensiva militarista y represiva contra la insurgencia, los movimientos sociales y contra los prisioneros políticos y de guerra de la insurgencia, sin importar que nuestra comandancia haya ordenado y cumplido con más de diecisiete gestos unilaterales de desescalamiento de la confrontación, entre ellos, el cese del fuego unilateral en diferentes ocasiones, e incluso poniendo en riesgo a nuestras fuerzas al quedar en desventaja militar, siendo cobardemente aprovechado para asesinar a varios de nuestros comandantes y unidades en todo el país, como ocurrió con el comandante Jairo Martínez, para citar sólo un caso.

Esa doble moral manifestada con sus dobles discursos la consideramos como una de las principales enemigas del proceso de paz. Se contradice cuando dialoga con las FARC-EP pero niega el delito político y el trato que nos da a las Prisioner@s de guerra es de terroristas, narcotraficantes, bandidos o delincuentes. Se contradice el presidente cuando pide más gestos unilaterales de paz mientras ordena arreciar operativos contra insurgentes mientras el paramilitarismo de Estado sigue intacto y haciéndole el trabajo sucio al Estado. Se contradice cuando habla de paz pero sus fuerzas matan, persiguen a los opositores políticos, a nuestros abogados y miembros de ONG’S defensoras de derechos humanos, y eso tampoco es serio ni digno de confianza.

Se contradice el presidente cuando traiciona el voto por la paz que le ha brindado el pueblo, mientras dilata los tiempos y se retracta de lo firmado en la Habana-Cuba por ambas partes. Igualmente se está contradiciendo al negarse a ordenar la asistencia inmediata de nuestros prisioner@s en grave estado de salud, heridos, lisiados de guerra y muchos de ellos torturados, algunas combatientes abusadas sexualmente en guarniciones militares y policiales como parte de las humillaciones y degradaciones que han tenido que enfrentar nuestras heroicas guerrilleras por parte de las fuerzas oficiales al ser capturadas, muchas de ellas y ellos raptados de clínicas, hospitales o sitios de recuperación, otros en cumplimiento de diferentes misiones revolucionarias o en el mismo combate al caer heridos en total estado de indefensión, para ser posteriormente llevados a los más repugnantes juicios por los burdos montajes donde se nos violan todas las garantías que teóricamente dicen garantizar y de donde salimos, no sólo condenados a las máximas penas, sino con la saña contrainsurgente.
Además de la sanción penal, también somos condenados a no recibir un trato digno como prisioneros de guerra, negándonos todos los derechos, como recibir el sol, a tener agua, salud, alimentación, negándonos el derecho a tener un lugar decente donde dormir, comer o vivir.

Pero también como represión y castigo se nos prohíbe el derecho a las visitas, ya que a muchos nos las persiguen, desaparecen o asesinan. Pero tampoco tenemos derecho al deporte, al estudio, la correspondencia ni a los beneficios administrativos. Cínicamente nos niegan las medicinas e impiden entrarlas por nuestra cuenta; dañan, quitan y destruyen en las requisas vandálicas nuestros libros, elementos de nuestra propiedad como sillas de rueda, muletas, bastones de apoyo o prótesis en el caso de los discapacitados. Atentan contra nuestras vidas, y como en las viejas películas del oeste, le ponen precio a las cabezas de nuestros camaradas, pagan por puñalada, le ponen precio por una garrotera, golpiza o la misma vida, y todo pasa como si nada ocurriera.

Eso también es del mismo producto que el régimen le suministra en dosis continúas a nuestros combatientes en prisión, con total conocimiento del gobierno, porque ha sido permanentemente denunciado. Mientras en su doble discurso el presidente sigue hablando de paz y  respeto a los derechos humanos, democracia y equidad. Pero como si fuera poco, nos sabotean las audiencias e impiden las entrevistas con los abogados; pero sí los persiguen, amenazan y hasta los desaparecen, por el digno delito de ser rebelde no nos tramitan la documentación jurídica, y cuando lo hacen, va incompleta o a destiempo. Así mismo y sin ningún pudor, practican los montajes de elementos prohibidos para justificar traslados o castigos en calabozo por largo tiempo.

Por todo lo anterior, hemos tomado la siguiente decisión:

1. Que a partir de las 00:00 horas del día lunes 9/nov /2015, nuestros combatientes en calidad de prisioner@s  de guerra en el complejo penitenciario y carcelario de Cúcuta, entramos en desobediencias pacífica de tiempo indefinido en unión y coordinación con tod@s  l@s prisioner@s politic@s y de guerra de las FARC-EP recluidos en las diferentes cárceles del país.
2. Que en solidaridad con nuestra justa jornada de lucha recibimos el apoyo y acompañamiento del Movimiento Nacional Carcelario Seccional Cúcuta, con más de 4.500 intern@s recluidos en 30 patios y pabellones del COCUC y quienes se suman a la desobediencia, no asistiendo a ninguna actividad fuera del patio o pabellón desde el lunes 9 hasta el viernes 13 de Noviembre de 2015, excepto los aseadores, los rancheros, enfermos graves y/o que requieren urgente atención, así como libertades o permisos de 72 horas.
3. Durante este periodo, los intern@s del penal junto a los prisioner@s politic@s y de guerra realizaremos talleres sobre política criminal, delito político, régimen penitenciario, militarización de las cárceles y la aplicación de la doctrina militar a los presos y administraciones del Inpec. Con dichos aspectos han agudizado la violación de derechos humanos, en nuestro caso, con dos coroneles del ejército en retiro y otros funcionarios que en realidad son agentes de inteligencia militar infiltrados como funcionarios o administrativos del Complejo.

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