Mujeres indígenas del Resguardo Provincia en el sur de La Guajira, completan más de 40 días de paro en contra de la empresa Carbones del Cerrejón. El pueblo Wayúu y las comunidades de La Guajira llevan años denunciando que la sequía, los problemas de salud y el deterioro de sus formas de vida han sido ocasionadas por el megaproyecto minero.
El pueblo Wayúu y las comunidades de La Guajira llevan años denunciando que la sequía, los problemas de salud y el deterioro de sus formas de vida han sido ocasionadas por el megaproyecto minero de El Cerrejón.
La empresa, que lleva más de 30 años de operaciones en la región sin que se hayan realizado estudios de impacto ambiental o medidas para evitar riesgos en la salud y ambiente de esta región se niega a reunirse con la comunidad ya que después de décadas de negociación, en el 2015 se llegó a un acuerdo. Dicho acuerdo se firmó entre la empresa Carbones de Cerrejón y un grupo de líderes comunitarios de la época.
Debido a la falta de garantías e incumplimiento las mujeres del resguardo hoy en día exigen el cierre del tajo más cercano (el 100), el cual dicen debió ser cerrado años atrás, ya que el polvillo de carbón generado por las explosiones diarias que se hacen ahí ha significado complicaciones en el sistema respiratorio de los niños y varios habitantes del resguardo. Un ejemplo es Moisés Daniel Guette Uriana, un niño Wayúu de dos años de edad que vive en el Resguardo indígena Provincial y sufre una enfermedad respiratoria desde los dos meses de nacido.
Lo que las mujeres piden y esperan lograr con este paro es que las autoridades municipales y nacionales restablezcan el servicio de agua en la comunidad que lleva suspendida tres meses-, que ofrezcan oportunidades laborales acordes con sus necesidades y costumbres y que tomen todas las medidas necesarias para salvaguardar la vida de sus niños, las mujeres en embarazo y toda la comunidad del Resguardo Provincial, ordenando el cierre del tajo 100 para detener el daño ambiental y en la salud de la comunidad.