El pueblo indigena Awa ha venido siendo victima de innumerables atropellos y violaciones de derechos humanos por parte del ejercito colombiano, quien desde el 11 de julio del 2006 biene desarrollando operaciones militares contrainsurgentes en las cuales no se han respetado el derecho de los pueblos indigenas Awa, quienes se han visto involucrados en detenciones arbitrarias, señalamientos, amenazas y asesinatos selectivos .
La implementación de la política de seguridad democrática, los diferentes operativos militares en el sur occidente Colombiano, como la operación Gladiador y ahora las operaciones Júpiter y Tornado, que se han dado lugar en la zona del pie de Monte Costero en la vía que conduce de Pasto a Tumaco, a partir del mes de Julio del 2006 presentan como resultado, detenciones, estigmatizaciones, torturas, desapariciones y asesinatos en las poblaciones de los municipios de Ricaurte, Barbacoas corregimientos de Altaquer y resguardos de Magui, Cumbas, Nulpe medio, Nulpe bajo, Cuasbi, Cuchilla del palmar, Arrayán, Pialapi, Cuascuabi, en donde habita la comunidad indígena Awa. De igual forma estas comunidades han sido desplazadas de sus lugares de vivienda y de origen hacia las cabeceras urbanas de Ricaurte y Altaquer, debido a los combates que han venido realizando las fuerzas militares con la insurgencia, convirtiendo al departamento de Nariño en un territorio más que debe afrontar la violencia a causa de esta política de guerra.
La consecuencia de estas acciones ha sido el desplazamiento masivo de más de 1300 indígenas de la comunidad Awa en condiciones infrahumanas, ya que la ayuda del gobierno central ha sido insuficiente para garantizar el bienestar de lo desplazados, entre los cuales se encuentran personas vulnerables como niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.
Las acciones militares ha provocado en los últimos días la masacre de cinco (5) indígenas Awa que compromete directamente al ejército Colombiano.
HECHOS
Según versiones de la comunidad a las 9:30 p.m . del día martes 8 de agosto se observó llegar un vehiculo sospechoso a la zona (toyota trooper polarizado) ocupado por nueve personas; tres mujeres y seis hombres, los cuales vestían camisetas negras, botas de caucho y pava alta. A la comunidad le llamo la atención que uno de ellos portaba una pistola y las mujeres llevaban canguros terciados a sus espaldas. Posteriormente el vehiculo se desplazo aproximadamente al lugar donde se encontraba ubicado el ejercito, horas después se observo que el vehiculo sale conducido por dos ocupantes, desconociendo el paradero dé las demás personas. A las 5:10 AM se escucharon disparos, como consecuencia se presenta la masacre de 5 indígenas de la comunidad Awa, que responden a los nombres de: Juan Donaldo Morán, ex gobernador de la comunidad; Adelaida Ortiz, profesora; Mauricio Ortiz Burbano, miembro de la comunidad; y los esposos Jairo Ortiz y Marlene Pai, también pertenecientes a la comunidad Awa.
Según versiones de La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos humanos; “Luego de haber sufrido un desplazamiento forzado Los agresores los condujeron a una distancia aproximada de 150 metros de la vía Pasto-Tumaco y a 200 metros del colegio del corregimiento, justo frente a la casa de donde sacaron a una de las víctimas, y les dieron muerte. Al momento de aprehenderlos les dijeron que los matarían por ser milicianos”, comentario que evidencia la fuerte estigmatización a la que es sometida esta población.
Estos hechos se efectuaron en una zona totalmente cubierta por el ejercito y la policía nacional y sus organismo de seguridad, cabe preguntarse entonces como un grupo de 7 a 9 personas se mueven con total libertad y cometen una masacre sin que la fuerza publica se percate de ello.
Cabe también preguntarse como ante la evidente ceguera del ejército y la policía el gobernador de Nariño Eduardo Zúñiga, pide al gobierno central incrementar el pie de fuerza para solucionar la grave crisis humanitaria que vive el departamento, como si la política guerrerista del gobierno colombiano no fuera responsable de graves violaciones de DDHH en nuestra región.
Por lo tanto rechazamos los hechos que están sucediendo en esta zona del departamento y hacemos un llamado a las organizaciones sociales, Ong’s y organismos de DD.HH nacionales e internacionales, a solidarizarnos con al comunidad Awa y a exigirle al gobierno nacional investigue y castigue a los autores materiales e intelectuales de esta brutal masacre
RED DE DERECHOS HUMANOS DEL SUROCCIDENTE COLOMBIANO
COLECTIVO RADIAL “DESENFOQUE”