16 años del asesinato de Ricardo Rosales

16 años del asesinato de Ricardo Rosales

El sábado 16 de febrero de 2003, el señor Ricardo Rosales fue asesinado luego de haber sido sacado del establecimiento conocido como “Los Chavales del Norte”, en el municipio de Tunja. Allí se reunía con sus amigos para jugar tejo y compartir experiencias de la semana.

El 16 de febrero de 2019, en el municipio de Sora, se realizó la conmemoración de los 16 años del asesinato de Ricardo Rosales, una de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales en el departamento de Boyacá.

Ricardo Rosales, descrito por su familia como padre amoroso, confidente y buen consejero, perdió la vida por una injusticia. Un acto del cual obra declaración de responsabilidad del Ejército Nacional por parte del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, así como por decisión confirmada de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Tunja en la que se condena a Luis Eberto Díaz Molano, paramilitar y Agente de Inteligencia del B2 del Ejército, a más de 36 años de prisión por homicidio agravado en calidad de coautor.

Luis Eberto Díaz perteneció “a las Fuerzas Militares, entre 1993 hasta el 14 de febrero de 2004, en donde se desempeñó como agente de inteligencia. Es decir, Díaz era el encargado de recopilar, analizar y procesar la información para el desarrollo de diferentes acciones militares. Para el 2009, según información de la Procuraduría, fue destituido de las Fuerzas Armadas por colaboración con grupos de Autodefensas”, relata El Espectador.

El acto de conmemoración se realizó en la vereda Piedras Gordas, a 10 minutos de Tunja, y contó con la presencia de la familia, amigos y personas cercanas de la víctima; luego de dedicar escritos, poemas y canciones, se recordó lo mejor de su personalidad: la alegría que lo caracterizaba.

Sus hijas, Alexandra y Mariana, expresaron la necesidad de visibilizar y desnaturalizar las graves violaciones a los derechos humanos, ocurridas en el territorio colombiano, y de resignificar el lugar de los hechos en el que su padre fue privado de la vida, convirtiéndolo en un escenario de memoria que permita la reflexión sobre la dignidad humana y el actual contexto colombiano de indiferencia ante el sufrimiento.

En este lugar, el sábado 16 de febrero de 2003, el señor Ricardo Rosales fue asesinado luego de haber sido sacado del establecimiento conocido como “Los Chavales del Norte”, en el municipio de Tunja. Allí se reunía con sus amigos para jugar tejo y compartir experiencias de la semana. Sin embargo, pasadas las 8:00 pm miembros de las Autodefensas Campesinas del Casanare junto con Flaminio Barón, exdetective del DAS de Tunja, quien según testimonio de la hija se encuentra prófugo de la justicia, ingresaron al sitio y lo llevaron hasta la vereda Piedras Gordas, al lado de la vía que de Tunja conduce a Villa de Leyva, y le quitaron la vida.

En curso del proceso penal se pudo confirmar con grado de certeza que su muerte obedeció a un programa criminal entre las Autodefensas Campesinas del Casanare y miembros del Ejército Nacional denominado: “Limpieza social”. No sólo se vulneró de forma cruel el derecho a la vida de un talentoso ornamentador sino que además se cuestionó su buen nombre y el de su familia.

Dejaron un vacío en el núcleo familiar, un vacío que a través del tiempo se ha convertido en fortaleza y esperanza. También aguradan a que el Ejército Nacional reconozca su responsabilidad y pida perdón público por estos hechos.

Sus seres queridos, entre tanto, reviven la memoria de Ricardo Rosales mediante el trabajo pedagógico que busca transmitir una mirada transformadora hacía la protección y garantía de los derechos humanos.

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