Este 28 de Agosto de 2017 se conmemoran 16 años del homicidio de Jorge Adolfo Freytter Romero, Abogado egresado de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad del Atlántico. Desde muy joven, Jorge Freytter creyó en la defensa de los derechos humanos, por ello se unió a las luchas estudiantiles donde las presidió en los años 70.
Luego entró a ser parte de la Asociación de Profesores Universitarios, ASPU. Un líder social dedicado a la defensa del derecho a la educación pública, el derecho al trabajo y los derechos humanos.
Al momento de su asesinato era profesor pensionado de la Universidad del Atlántico y miembro de la asociación de Jubilados de la institución, ASOJUA.
El día de los hechos, cerca de las doce y treinta de la tarde, pocos momentos después de que se bajara de un vehículo de transporte público, el profesor Jorge Freytter Romero fue privado de la libertad e introducido en un vehículo con destino incierto. De acuerdo con el relato de sus familiares y testigos, la víctima se dirigía a su casa ubicada en el barrio San Isidro de Barranquilla.
Posteriormente a su secuestro fue llevado a una bodega sin aire ni ventilación donde permaneció esposado a un tubo por varias horas hasta el momento en que fue asesinado. Al día siguiente 29 de agosto de 2001 en horas de la mañana fue encontrado su cuerpo en una cuneta de un paraje de la vía Ciénaga – Barranquilla, Departamento del Magdalena. Su cuerpo presentaba un impacto de bala en la cabeza y señales de tortura.
Aunque la investigación sigue activa, actualmente existen varios responsables que no han sido llevados ante la justicia, por lo cual perdura el ciclo de impunidad frente a este crimen de Estado. Un ciclo que ha buscado sin éxito que la comunidad olvide al profesor Jorge Freytter y que el proceso penal se dilate sin lograr la vinculación de los máximos responsables.
Dentro de la investigación penal por el homicidio del profesor Freytter se ha demostrado la colaboración en su secuestro y ejecución por parte de miembros de la Policía y el Ejército Nacional de Colombia. Tal es así que existe condena contra Rafael Enrique Mariano Silvera, agente de la policía nacional adscrita al Gaula de Barranquilla. También Carlos Arturo Romero, integrante del Bloque Norte del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia, AUC. También se ha logrado establecer la responsabilidad de otros agentes del Ejército.
El proceso también logró establecer la responsabilidad de Gabriel Ángel Berrío Parra, alias “Chuqui”, quien se encargó de secuestrar y subir a la camioneta al profesor Freytter. De igual manera, la Fiscalía estableció la responsabilidad Oscar Orlando Ortíz, alias “Moncho” jefe paramilitar del frente José Pablo Díaz, quien dio la orden de asesinar al profesor y quien, a su vez, fue asesinado por desconocidos en el mismo año de los hechos.
El homicidio del profesor Jorge Freytter, se enmarca dentro de un plan de exterminio contra los sindicalistas en la costa norte, donde también fueron asesinados, entre otros: Luis Meza Almanza, Alfredo Castro, Reinaldo Serna, Humberto Contreras, Lizandro Vargas, Jairo Puello y Alfredo Correa de Andreis. Estos homicidios hasta el día de hoy enlutan a la comunidad académica del Atlántico, a sus familiares, al gremio sindical. Todos estos hechos se encuentran en la impunidad.
El caso del sindicalista Freytter permitió a la Fiscalía documentar un modus operandi en estos homicidios. Dentro de esta asociación criminal el Gaula ejecutaba a las víctimas que señalaba el grupo paramilitar Bloque Norte, y a cambio obtenía por parte del paramilitarismo colaboración en la ejecución de falsos positivos para mostrar resultados operacionales.
El contexto de estos crímenes fue la fase de consolidación territorial del Bloque Norte de las AUC, que buscaba la apropiación social, comercial, política y territorial del departamento del Atlántico, a través de una estrategia socio-militar de coerción hacia una parte de la población y cooptación de otra parte de la misma. Las amenazas y homicidios a los sindicalistas hicieron parte del plan de exterminio del sindicalismo en la región ejecutado por paramilitares y miembros de la fuerza pública.
La memoria del profesor Jorge Freytter Romero merece el homenaje de la verdad y la justicia, que el sindicalismo colombiano goce de las garantías para su ejercicio y que estos hechos no se repitan.