Defensores colombianos, en peligro tras recibir amenazas

Ese mismo día, dos hombres en una motocicleta diferente aparcaron delante de la casa de Luz Almanza en Barrancabermeja y estuvieron varios minutos observando la casa. El 6 de septiembre, Luz Elsia Almanza Suárez recibió un mensaje de texto amenazador del grupo paramilitar Los Urabeños. El mensaje de texto le decía que pusiera fin a su campaña sobre el homicidio y la desaparición forzada de John Jairo Amador Valencia. Decía también: “Ya sabemos dónde vives la tenemos ubicada coordinadora Asfaddes luz almanza”. Luz Elsia Almanza Suárez ha declarado que, tras esta amenaza, han continuado siguiéndola.

El 22 de mayo se encontró en el pequeño pueblo de Tenerife, en Barrancabermeja, el cadáver de John Jairo Amador Valencia, a quien no se había visto desde dos días antes. Tenía las manos y los pies atados. Su homicidio se produjo después del aniversario de la desaparición forzada de su primo, Riky Nelson García, desaparecido en Barrancabermeja junto con otras 24 personas el 16 de mayo de 1998.

ASFADDES hace campaña en favor de la justicia en casos de desaparición forzada y homicidio, entre ellos las recientes desapariciones forzadas y homicidios de motociclistas que prestan servicios de taxi en Barrancabermeja.

El 27 de julio se recibió en las oficinas de ASFADDES en Bogotá, Colombia, una llamada telefónica en la que se escuchaba una grabación que ofrecía dos espacios libres en un cementerio. El 30 de agosto, ASFADDES organizó, junto con otras ONG, eventos para conmemorar el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. A los eventos de Bogotá y Medellín asistieron unos hombres de comportamiento sospechoso que tomaron fotografías de los miembros de ASFADDES.

Escriban inmediatamente, en español o en su propio idioma:
– expresando preocupación por la seguridad de Luz Elsia Almanza Suárez, su madre y otros miembros de ASFADDES;

– pidiendo a las autoridades que garanticen su seguridad y que ordenen una investigación exhaustiva e imparcial sobre las amenazas y la vigilancia, que hagan públicos sus resultados y que lleven a los responsables ante la justicia;

– Recordando a las autoridades que deben cumplir con sus obligaciones respecto a la situación de quienes defienden los derechos humanos, establecidas en la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos adoptada por la ONU en 1998;

– instando a las autoridades a emprender acciones inmediatas para disolver los grupos paramilitares y romper sus vínculos con las fuerzas de seguridad.

Web | + posts
Share This