DE MERCENARIOS A GENERALES Y DE VERDUGOS A ACUSADOS

Las organizaciones sociales de Arauca, representadas en el sector campesino cooperativo, sector cívico comunal, obrero sindical, juvenil estudiantil y sector indígena, manifestamos a la opinión publica nacional e internacional, a las organizaciones sociales defensoras de derechos humanos y medios de comunicación, lo siguiente:

Compartimos plenamente la veracidad de la publicación hecha por el periódico de EEUU New Ángeles Time, sobre el vinculo del general Mario Montoya, hoy comandante general de las fuerzas militares de Colombia, con la barbarie de los paramilitares en la ejecución de masacres no solamente en Medellín Antioquia con el horror de La Comuna 13, sino en muchas otras regiones donde fue comandante de brigada, como en el caso del departamento de Arauca.

El citado general fue comandante de la brigada 18 con cede en el departamento de Arauca en los años 1987 – 1988, tiempo durante el cual permitió que funcionara una falsa cooperativa Convivir denominada El Corral, cuyo cuartel de operaciones criminales funcionó al frente de las instalaciones de la Brigada 18 en Arauca capital. Gracias a las denuncias hechas por la comunidad en el paro cívico de 1998 se logró poner al descubierto que era un grupo paramilitar que asesinó a más de treinta personas, crímenes que hoy permanecen en la impunidad.

El general Arsecio Barrero, sucedió al general Mario Montoya en la comandancia de la brigada 18 a mediados del año 1998 y gracias a la contundencia de las denuncias de la comunidad, este general se vió obligado a desmontar el grupo paramilitar autodenominado El Corral y algunos de sus miembros fueron encarcelados, entre ellos el cabecilla denominado Crisóstomo Archila. Sin embargo ningún alto mando del ejercito fue procesado por este delito, por el contrario fueron trasladados, condecorados y ascendidos.

Arauca la convirtieron en un laboratorio de guerra, donde la mayoría de los generales, mercenarios formados por los EEUU hacen carrera para sus ascensos, no precisamente con una conducta moral reconocida por el pueblo, sino con prácticas represivas, entre ellas la guerra sucia y el paramilitarismo.

Aparte de las atrocidades de estos dos generales, el pueblo araucano no olvida al general Luís Barbosa comprometido con la masacre aérea de Santo Domingo y la masacre de la Cabuya; al general Carlos Lemus Pedraza por la represión en las perversas zonas de rehabilitación y consolidación creadas por Uribe en Arauca, las retensiones y persecución masiva contra las organizaciones sociales, los asesinatos selectivos y

masacres de Tame; al general Gustavo Matamoros Camacho, con el general William Perdomo y el entonces comandante general de las fuerzas militares Martín Orlando Carreño por las masacres de flor Amarillo, Sabanas de Rondón y San Lope entre otras, y por la masacre de los tres dirigentes sindicales y sociales en Caño Seco, donde está directamente comprometido el teniente coronel Luís Francisco Medina, comandante del Batallón Revéis Pizarro del Municipio de Saravena.

El pueblo de Arauca y las organizaciones sociales claman justicia y manifiesta públicamente que la mayoría de las cúpulas militares y policiales que han transitado por el departamento, deben pasar al banquillo de los acusados por que no hay uno solo que esté libre de culpa, en lo que corresponde a delitos de lesa humanidad, abuso de autoridad, represión, guerra sucia y paramilitarismo. En la justicia colombiana es casi imposible que se juzguen estos delitos más cuando se trata de la elite militar, es por eso que organismos internacionales deben hacerlo y ojala que no solamente se quede en una publicación de prensa, sino que se haga justicia.

Las organizaciones sociales también manifestamos que La CIA es un organismo de los EEUU que promueve la guerra sucia y el terrorismo de estado en Latinoamérica, Planifica y ejecuta magnicidios, pues la mayoría de estos mercenarios que hoy acusan han estado a su servicio. Es un organismo de doble moral que coloca a otros a hacer la guerra sucia y ellos limpian su imagen, un organismo al nivel de la inmoralidad de el gobierno del imperio de Estados Unidos de Norteamérica.

No es raro que el gobierno colombiano se pronuncie sacando en limpio sus generales, pues ya no hay moral ni vergüenza, la parapolitica a carcomido hasta los tuétanos la poca dignidad que le puede quedar a un gobierno cuyas instituciones están perneadas por el narcotráfico y el terrorismo paramilitar. Para colmo aplaudido por el mayor villano del mundo; el presidente del imperio Mr Bush.

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