Por decisión de la Fiscal 34 de la Unidad de Derechos Humanos y DIH, delegada ante el Tribunal Superior de Bucaramanga, un coronel de la Policía, un mayor y dos tenientes del Ejército deberán responder en juicio por la masacre del 16 de mayo de 1998 cometida en Barrancabermeja, Santander. Según el llamamiento a juicio, el grupo paramilitar Ausac fue coautor de la masacre junto con integrantes de la V Brigada del Ejército que planearon la masacre como estrategia de expulsión de las guerrillas de las Farc, el ELN y el EPL, junto con oficiales de los batallones Nueva Granada y 45 Héroes de Majagual, miembros de la Policía del Magdalena Medio y Barrancabermeja, del DAS regional, de la oficina de seguridad de Ecopetrol y comerciantes de la región.
Los llamados a juicio son el Coronel Joaquín Correa López, comandante de la Policía del Magdalena Medio de la época, el Mayor del B2 del Batallón Nueva Granada de la V Brigada, Oswaldo Prada Escobar, y los tenientes John Héctor Guzmán y Antonio Enrique Daza Camargo de las bases Termoeléctrica y Pozo 7, respectivamente.
Por estos hechos cumplen condena los paramilitares Mario Jaimes Mejía, alias “El panadero” Fremio Sánchez, alias “Comandante Esteban ó Juan Carlos”, Joaquín Morales, alias ‘Danilo’ y Alexánder Gutiérrez, alias ‘Picúa’, entre otros.
Ese día de 1998 aproximadamente a las 9 de la noche, un numeroso grupo de paramilitares de las Autodefensas Unidas de Santander y Sur del Cesar, AUSAC, fuertemente armados y comandados por Mario Jaimes Mejía, alias “El Panadero”, incursionó en los barrios El Campín, El Divino Niño, El Campestre y María Eugenia, ubicados en la zona suroriental de Barrancabermeja, a bordo de varios vehículos en los cuales procedieron a subir por la fuerza e intimidando con sus armas a las personas que eran señaladas por los informantes que los acompañaban, de ser colaboradores o simpatizantes de la guerrilla. Quienes no acataban la orden de eran asesinados en el mismo lugar, llegando incluso a degollar a una de las víctimas.
Las pruebas que reposan en el expediente señalan que la masacre del 16 de mayo de Barrancabermeja fue ejecutada por el grupo paramilitar denominado Autodefensas de Santander y Sur del Cesar, AUSAC, al mando de Guillermo Cristancho Acosta, conocido con el alias de ‘Camilo Morantes’, asesinado por orden del entonces jefe máximo de las Autodefensas Unidas de Colombia, Carlos Castaño en noviembre de 2011.
Según el llamamiento a juicio, el grupo paramilitar es coautor de la masacre junto con integrantes de la V Brigada del Ejército que planearon la masacre como estrategia de expulsión de las guerrillas de las Farc, el ELN y el EPL, junto con oficiales de los batallones Nueva Granada y 45 Héroes de Majagual, miembros de la Policía del Magdalena Medio y Barrancabermeja, del DAS regional, de la oficina de seguridad de Ecopetrol y comerciantes de la región.
El número exacto de las personas desaparecidas en Barrancabermeja ese trágico 16 de mayo de 1998 es desconocido, pero en los expedientes se registra que fueron desaparecidas 25 personas y otras 7 asesinadas. A la fecha han sido hallados 10 cuerpos de las víctimas y 8 han sido identificados y entregados a sus familares.
En la misma decisión, la fiscal excluyó del llamamiento a juicio a otros dos agentes vinculados: el teniente Juan Carlos Celis de la Sijin y al mayor Mario Augusto Camacho Avellaneda. En su decisión, la fiscal conceptuó que ambos agentes no enfrentaron al grupo paramilitar que cometió la masacre porque el Coronel Correa López explícitamente les ordenó no salir ante el llamado de los pobladores.
Esta interpretación desconoce que en casos de graves violaciones a los derechos humanos los agentes de la fuerza pública no están obligados a acatar órdenes de sus superiores. Por otra parte, ignora que ninguno de los dos agentes informó a ninguna autoridad sobre los hechos atroces que ocurrían en estos barrios de Barrancabermeja, omitiendo su responsabilidad legal y constitucional.
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