La verificación del cese al fuego bilateral, puede ser asegurada por las organizaciones promotoras de la paz, las organizaciones sociales, de derechos humanos, las iglesias, la Defensoría del Pueblo, el Consejo Nacional de Paz, con acompañamiento de la comunidad internacional; desde las regiones y territorios se pueden multiplicar los gestores de paz que contribuirían a la preservación de la tregua y a promover el respaldo a las negociaciones. Con el cese bilateral al fuego es más fácil que el pueblo se comprometa en la refrendación definitiva de los acuerdos.
Clamor Social por la Paz y el Frente Amplio por la Paz, la Democracia y la Justicia Social agradecen a los países garantes del proceso de negociación en La Habana su contribución para encontrar un camino de superación de la crisis que ha generado la suspensión unilateral de los diálogos y saluda la voluntad de las partes de continuar la negociación política del conflicto armado interno.
Sin embargo, pese a que se han pactado los protocolos para la liberación de las personas retenidas, manifestamos nuestra preocupación ante el despliegue de grandes operaciones militares, ametrallamientos y bombardeos en las zonas que ponen en riesgo la vida e integridad física de los retenidos y de la población civil de la región y, puede ser utilizado por los enemigos de la paz para pretender la ruptura del proceso de negociación. Pon tanto exigimos del gobierno coherencia y responsabilidad para que el protocolado acordado culmine de manera exitosa.
Estos hechos, sumados a los bombardeos, enfrentamientos militares, violaciones sistemáticas al derecho a la vida, el desplazamiento forzado, las amenazas de muerte y otras afectaciones a la integridad física y la privación arbitraria de la libertad de miles de personas; impone que se pacte en lo inmediato un cese al fuego bilateral y se formalicen pronto las negociaciones con el ELN y el EPL.
Los opositores al cese al fuego bilateral, empezando por el Gobierno Nacional, expresan que el mismo no es conveniente porque consideran que la guerrilla se fortalecería militar y políticamente, se dificultaría más llegar al acuerdo final, sería más complejo pactar la verificación del cese al fuego que los puntos sustanciales de la negociación y que de llegarse a la tregua los enemigos de la paz pueden generar hechos de provocación que conduzcan a la ruptura de la misma y de los diálogos y, por último que otros procesos de paz, internos o en otros lugares del mundo se han negociado en medio de la confrontación militar.
Frente a estos argumentos constatamos,como ha sido reconocido por el propio Gobierno, que las insurgencias han dado muestras de su compromiso con la paz, que tanto las FARC como el ELN han decretado treguas unilaterales, se ha liberado a personas retenidas, ha habido un compromiso para desminar territorios y las FARC se han mantenido en la mesa pese a acciones militares que han cobrado la vida de importantes jefes de esta guerrilla.
Negociar en medio de la guerra, en un país que ya registra 7 millones de víctimas, multiplicando no solamente la población civil afectada, sino también vulnerando las vidas de militares, policías y guerrilleros que hacen parte de la misma juventud humilde sacrificada en la confrontación, es no solamente inhumano, sino que facilita que los enemigos del proceso de paz argumenten en contra de la negociación.
La verificación del cese al fuego bilateral, puede ser asegurada por las organizaciones promotoras de la paz, las organizaciones sociales, de derechos humanos, las iglesias, la Defensoría del Pueblo, el Consejo Nacional de Paz, con acompañamiento de la comunidad internacional; desde las regiones y territorios se pueden multiplicar los gestores de paz que contribuirían a la preservación de la tregua y a promover el respaldo a las negociaciones. Con el cese bilateral al fuego es más fácil que el pueblo se comprometa en la refrendación definitiva de los acuerdos.
La salida política negociada en medio de la confrontación militar no garantiza la celeridad en la culminación de las negociaciones. En el Salvador el proceso de negociación duró 10 años, en Guatemala 11 años, en Irlanda 21 años y en Angola 14 años. Por el contrario un cese bilateral del fuego puede permitir que el proceso alcance credibilidad y legitimidad, la población se empodere y se movilice en defensa del proceso presionando por su pronta culminación.
Por último llamamos a todas las organizaciones que integran el Clamor Social por la Paz y el Frente Amplio por la Paz, la justicia social y la democracia; como a las demás organizaciones sociales, iglesias y fuerzas políticas a sumarse y respaldar plenamente las movilizaciones indígenas y campesinas que se desarrollarán los próximos días en distintas regiones del país.
FRENTE AMPLIO POR LA PAZ CLAMOR SOCIAL POR LA PAZ
Bogotá, noviembre 22 de 2014