Este miércoles 19 de septiembre de 2018 a las 4 pm la Universidad de los Andes ha invitado a la familia de Sandra Catalina Vásquez Guzmán a darle el primer martillazo al edificio donde funcionó por años la Estación Tercera de Policía de Germania y donde fue violada, torturada y asesinada la niña.

El edifico adquirido por la Universidad de Los Andes, será demolido para dar paso a otra construcción, pero para la madre de Sandra Catalina este será también un momento de profundo significado para volver a repudiar el crimen del que fue víctima su hija de tan solo 9 años.

Hace ya 25 años, Sandra Catalina entró a ese edificio en busca de su padre Pedro Vásquez y minutos después la madre de la menor entró buscando a la niña y la encontró en el tercer piso de la estación sin vida, con señales de violencia sexual y tortura.

En primera medida se culpó a su padre, Pedro Vásquez por los hechos ocurridos, pero luego de 3 años de investigación se determinó por prueba de ADN practicada a los 140 agentes de la que estaban en la estación, que el responsable era el agente Diego Fernando Valencia, quien fue condenado por sentencia penal a 45 años de prisión de los cuales sólo cumplió 10 por una reforma al código penal, y en un sitio de reclusión de la Policía.

Su libertad se dio en condiciones irregulares, ya que fue liberado días antes de cumplir efectivamente con la sentencia y hasta el día de hoy se desconoce su paradero. Las investigaciones penales no continuaron para establecer la responsabilidad de otros agentes o superiores, por lo cual la familia de Sandra Catalina siguen afirmando que el caso se encuentra en la impunidad.

De otro lado, la familia de Sandra Catalina presentó una demanda administrativa por la responsabilidad del Estado colombiano en estos hechos. Durante años este caso estuvo detenido y, mediante acción de tutela, el 27 de enero del 2016 el Consejo de Estado fallo en favor de la familia y condenó a la Policía Nacional ya que no veló por la protección de la menor como era su deber.

Sandra Guzmán, madre de Sandra Catalina, ha convertido su caso en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual hacia niñas y niños e incluso ha pedido que se refuercen las leyes de prevención y protección a los menores, quienes siguen siendo víctimas de violencia sexual. Cabe recordar que, según el Instituto de Medicina Legal, en 2017 se registraron 5.283 casos de violencia sexual contra niñas y niños entre los 5 y los 9 años, 9.240 casos entre los 10 y 14 años y 2.539 casos entre los 15 y 17 años.

La familia de Sandra Catalina invita a los medios de comunicación a hacerse presentes en este histórico momento que se convierte en otra oportunidad para exigir del Estado las políticas y leyes, y de la sociedad la más enérgica condena, en todos los ámbitos, a la violencia ejercida contra niñas y niños.