Discurso de aceptación del Premio Judith Lee Stronach de Derechos Humanos

Discurso de aceptación del Premio Judith Lee Stronach de Derechos Humanos

Nuestro país es paradójico. De exuberante belleza, incontables recursos naturales, envidiable legislación, pero con un récord vergonzoso en materia de derechos humanos.

Buenas noches a todos y todas,

Reciban en nombre del Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” un caluroso saludo. Queremos expresar en primer lugar, nuestros agradecimientos al Center for Justice and Accountability por honrarnos con este importante reconocimiento, el mismo que han recibido valerosos hombres y mujeres que han dedicado su vida a la construcción de un mundo más digno, más equitativo, más justo.

Somos una organización que trabaja en Colombia desde hace 38 años en la defensa de derechos humanos y en representación de víctimas de crímenes de Estado en su búsqueda de justicia.

Nuestro país es paradójico. De exuberante belleza, incontables recursos naturales, envidiable legislación, pero con un récord vergonzoso en materia de derechos humanos. Más de 6.000 militantes del partido de oposición Unión Patriótica fueron asesinados en el mayor genocidio político de la historia reciente, más de 7 millones de campesinos fueron arrojados de sus parcelas, hoy en manos de terratenientes y empresas transnacionales, más de 3000 sindicalistas han sido asesinados por reclamar sus derechos y defender la soberanía nacional y sólo en los últimos 5 años más 350 defensores de derechos humanos han sido asesinados.

Por el trabajo que realizamos, también hemos sido víctimas de esta persecución. Nos han estigmatizado, vigilado y amenazado. Durante varios años fuimos objeto de una gigantesca operación de inteligencia ilegal por parte de la agencia de seguridad del Estado DAS, que se convirtió en una acción de verdadera tortura psicológica contra muchos de nuestros compañeros y sus familias. Nuestra entonces presidenta recibió una caja con una muñeca ensangrentada y descuartizada, con una nota que decía “usted tiene una familia muy linda, cuídela”. Un mensaje de horror dirigido a su pequeña hija quien ya había sido objeto de seguimientos.

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