Foto: Publicando Antioquia
BOLETIN NEXUS Nro. 1
22 noviembre de 2023
Nos hemos acostumbrado a escuchar de ciertos funcionarios uniformados del Estado, que el paramilitarismo dejó de existir en Colombia, que, si existió, fue cosa del pasado, y que a lo sumo lo que persisten son “prácticas paramilitares” que perpetraron todo tipo de actores ilegales. Pero los actos de terror que vienen imponiendo las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC o Clan del Golfo evidencia que el paramilitarismo sigue siendo una realidad vigente, y en expansión en el escenario de la violencia política en Colombia.
En una desesperada y angustiosa comunicación al Presidente de la República, al Defensor del Pueblo y a otras autoridades nacionales y departamentales, el alcalde del municipio de Briceño en el Norte del departamento de Antioquia, Wilmar Moreno, denunció las atrocidades que durante 4 días tuvieron que soportar habitantes de este municipio luego de la incursión de un numeroso grupo de paramilitares de las AGC que uniformados y con armas largas, llevaron a cabo en el Corregimiento Las Auras, luego de haber sostenido combates con el Frente 36 de las Disidencias de las FARC- Estado Mayor Central – EMC, desde el pasado sábado 18 de noviembre. Expone la denuncia que:
Esa misma noche llegaron hasta el casco urbano del corregimiento de las Auras y tomaron a toda la comunidad por rehenes, les obligaron a prepararles alimentos, tomaron civiles y los amarraron, al día siguiente (domingo) mataron a un civil del caserío, quien se desempeñaba como jornalero y vivía solo con dos hijos menores entre 8 y 10 años estudiantes y de los cuales era responsable. Posteriormente continuaron prohibiendo la entrada y salida del corregimiento de todo tipo de vehículo público y privado, dejando a la población en un confinamiento total y amenazándolos con incendiar con fuego las viviendas si no hacían caso a las órdenes que les impartían, así mismo utilizándolos como escudos humanos y amenazando con que si entraba cualquier grupo a atacarlos, ellos atacaban la vida de los pobladores. (Alcaldía de Briceño. Comunicación de Urgencia., 2023)
Después de permanecer encerrados y con pánico por el temor a la violencia de los paramilitares, la población del corregimiento que fue obligada a salir de sus viviendas, fueron advertidos de no denunciar los hechos, mientras les obligaron a entregar sus teléfonos celulares, revisando los mensajes, procediendo a amarrar a quienes luego de estas acciones consideraron como sapos o colaboradores. En estos hechos fue asesinado el líder campesino y comunal Hugo Arley Muñoz Palacio, integrante de la Junta de Acción Comunal del corregimiento y del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS).
Durante varios meses las AGC han intentado tomarse el municipio, y disputar el control a los frentes 36 y 18 del EMC-FARC, pero solo en esta ocasión con un numeroso destacamento de más de 150 paramilitares pudieron imponerse y llegar hasta el centro poblado del corregimiento de las Auras, combates que han dejado cerca de 1.000 personas en situación de confinamiento durante varios días, por lo cual el Alcalde ha venido insistiendo al Gobierno Nacional y Departamental por atención integral para las personas confinadas y para quienes han podido desplazarse, así como un corredor humanitario para aliviar la situación angustiante de la población. (El Colombiano, 2023)
Llama la atención de que a pesar de que organizaciones de derechos humanos de Antioquia confirmaron plenamente el asesinato de este líder comunal, las autoridades de la Gobernación de Antioquia consultadas se limitaron a informar que el asesinato de Hugo Arley Muñoz “es una información que está circulando, que está en verificación y que no se puede descartar” (Caracol Radio, 2023 (a)) Además, destacó el alcalde en la carta pública que durante los 3 días de confinamiento también se había “paralizado las actividades académicas de los niños y todas las actividades de trabajo de los campesinos” y además habían “mantenido amarrados a varios campesinos, entre los que al parecer hay personas con discapacidades mentales y/o cognitivas” (Alcaldía de Briceño. Comunicación de Urgencia, 2023) por lo cual solicitó asistencia y ayuda humanitaria para la población que se ha venido desplazando hacia el casco urbano del municipio y otros hacia el municipio de Yarumal. En declaraciones a medios de comunicación el alcalde Wilmar Moreno confirmó que eran “más de 150 integrantes de las AGC… los que… tienen incomunicado el corregimiento prohibiendo la movilidad, por lo que pide un corredor humanitario para proteger a las comunidades” (Caracol Radio, 2023 (b))
Alertado sobre la situación de terror y confinamiento el Secretario de Seguridad de Antioquia, Oswaldo Juan Zapata, contestó a la comunidad, que “El mensaje es que la institucionalidad está con la comunidad de Briceño, no están solos. La institucionalidad del sector seguridad, defensa, justicia está actuando para restablecer el orden público para protegerlos, para mitigar cualquier tipo de afectación humanitaria y evitar que esto vuelva a ocurrir en el futuro” (Caracol Radio, 2023 (a)). Sin embargo, 3 días después de la incursión y sometimiento de la población al terror de las AGC, ninguna autoridad, ni civil ni militar había hecho presencia en dicho corregimiento.
Solamente hasta la noche del 21 de noviembre hicieron presencia en el corregimiento tropas del Batallón de Artillería de Campaña Nro. 4 de la IV Brigada del Ejército Nacional, en tanto que las autoridades civiles solo llegaron el día miércoles 22, cuatro días después, en una clara muestra de omisión de su deber constitucional, permitiendo con ello, que el paramilitarismo sometiera y violentara a la población; además como ha sido denunciado desde 2020, por la Defensoría del Pueblo (Alerta Temprana AT 011-21) y organizaciones de derechos humanos1, las AGC han aumentado su presencia y capacidad operativa así como otros grupos armados en la zona, sin que el Estado haya desarrollado acciones integrales para contenerla. Repercusión de esto ha sido la alta tasa de homicidios de Briceño, la cual ha aumentado drásticamente, pasando de 36.95 (2020) a 83,60 (2022) (Pares, 2023).
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