La paz estable y duradera se basa en la justicia social. Por ello, las centrales obreras colombianas CTC, CUT y CGT impulsan en el marco de la Conferencia 105 de la Organización Internacional del Trabajo OIT, una recomendación sobre empleo y trabajo decente para acompañar la transición a la paz de países en crisis por conflictos armados y desastres naturales.
Con los procesos de diálogo que adelanta el Gobierno Nacional con la guerrilla FARC y el anuncio de la fase pública de negociaciones de diálogo con la guerrilla ELN, Colombia se acerca a la posibilidad de poner fin a un conflicto armado de más de 60 años que ha dejado miles de víctimas. El sindicalismo no ha sido ajeno las dinámicas de la guerra, de las que también ha sido víctima.
Pero las mayores afectaciones al movimiento sindical se han dado, por un lado como consecuencia de la profundización de un modelo económico que promueve los empleos precarios y sin garantías laborales, y por el otro, en razón de la criminalización de la actividad sindical que se refleja en homicidios, amenazas, desplazamiento forzado yestigmatización; violaciones a derechos humanos que en la mayoría de los casos se encuentran en sustancial impunidad.
La paz estable y duradera se basa en la justicia social. Por ello, las centrales obreras colombianas CTC, CUT y CGT impulsan en el marco de la Conferencia 105 de la Organización Internacional del Trabajo OIT, una recomendación sobre empleo y trabajo decente para acompañar la transición a la paz de países en crisis por conflictos armados y desastres naturales.
Las centrales sindicales han manifestado que el gobierno colombiano debe aplicar el principio de diálogo social y negociar con las centrales obreras y organizaciones sociales el pliego de peticiones para la construcción de una paz estable con justicia social.Tal como lo ha expresado la OIT en su informe V (1) “Empleo y trabajo decente para la paz y la resiliencia: Revisión de la Recomendación sobre la organización del empleo (transición de la guerra a la paz), 1944 (núm. 71)”,el Estado debe realizar, de manera pronta y urgente, reformas que reflejen los principios y derechos fundamentales del trabajo, entre ellos la libertad sindical, derecho a la negociación colectiva, la eliminación de trabajo forzoso y la eliminación de desigualdades en la remuneración para implementar la paz.
Es una exigencia del movimiento sindical colombiano que se generen políticas de empleo decente que ayuden a superar la desigualdad. A la fecha nuestro país es uno de los más desiguales del mundo, con altas tasas de tercerización laboral, informalidad, el pago de salarios precarios y falta de protección social, lo cual no garantizará una paz sostenible con justicia social, tal como lo señala Naciones Unidas:
“La creación de empleo y generación de ingresos son elementos fundamentales de toda solución de salida de los conflictos. Para las comunidades y las personas, la creación de empleo y la obtención de ingresos regulares pueden proporcionar los medios para la supervivencia y la recuperación. También son mecanismos esenciales para movilizar a los jóvenes y reintegrar socialmente a los excombatientes y las personas repatriadas.”
Por ello, las centrales sindicales también han solicitado que la recomendación incluya, para potenciar la resiliencia, que los miembros deben promover y aplicar estrategias de empleo pleno, digno y libremente elegido.
Además, han señalado que la recomendación debe incluir que los miembros aseguren la educación como un derecho gratuito y de calidad, reestablecer derechos y servicios básicos a poblaciones en situación de vulnerabilidad, posibilitar el retorno a los países de los trabajadores y trabajadoras exiliados y garantizar que todas las medidas de recuperación y resiliencia promuevan la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
Las discusiones se han dado en largas jornadas (hasta las 10 de la noche, inclusive los sábados), no han sido fáciles. Sin embargo esperamos que los gobiernos, empleadores y trabajadores se pongan de acuerdo y así se logré aportar desde la OIT, garantías para que los países en conflicto logren salir adelante con cumplimento de derechos y construcción de trabajo decente para la vida digna y para que los conflictos armados y la violencia sociopolítica no se repitan.
1. Política de las Naciones Unidas sobre la creación de empleo, la generación de ingresos y la reintegración en la sociedad después de un conflicto, Ginebra y Nueva York, 2009, citado en Empleo y trabajo decente para la paz y la resiliencia, Informe V(1)