Publicado originalmente en EL TIEMPO
El 16 de agosto de 2021, Angie Carolina Beltrán, mamá del soldado Javier Steven Sánchez Beltrán, integrante del Batallón de la Escuela Logística San Cristóbal del Ejército Nacional, fue informada sobre la supuesta deserción de su hijo de la unidad militar.
Ella, sabiendo que el deseo de su hijo siempre fue ingresar a la institución y ascender lo más posible al interior, empezó su búsqueda desesperada sin éxito: fue a la Fiscalía, a la Procuraduría, a Medicina Legal, a los medios y su familia hizo recorridos por el río Fucha, que pasa por esa unidad.
20 días después, no obstante, el cuerpo de Javier Steven fue hallado con evidencias de violencia y Medicina Legal dijo que su muerte fue violenta. Mas un año después, nada ha pasado en la investigación penal y por eso, tanto Angie como su abogada están pidiendo a la Fiscalía avances y resultados.
Yessika Hoyos, abogada del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, le dijo a EL TIEMPO que se envió un derecho de petición a la Fiscalía para que de manera prioritaria y urgente se reasigne la investigación por desaparición forzada y homicidio a la Unidad Nacional de Derechos Humanos, ya que actualmente se encuentra en un despacho de la Unidad de Vida sin que nada haya pasado.
“Más de 380 días estamos exigiendo el cambio porque el despacho, que tiene más de 1.000 procesos, no ha hecho nada. Ni siquiera ha practicado algunas de las pruebas que hemos solicitado. Exigimos que nos contesten para esclarecer lo que pasó con Javier Steven”, dijo la jurista al indicar que el uniformado de 19 años no tenía ningún antecedente ni llamados de atención.
Lo único que había pasado, es que Javier, que alcanzó el grado de dragoneante, tuvo una discusión con un par, que habría llegado a los golpes, de la que tuvo conocimiento su mamá, pero que habría sido negada por la unidad militar. Así lo dijo Angie Carolina Beltrán, mamá del uniformado, quien con sus 43 años no se cansa de pedir justicia.
“Su sueño era seguir su carrera. Desde muy niño quiso prestar servicio y llegar a ser suboficial. Me decía: ‘mamita, lo voy a hacer por ti, te voy a dar tu casita como tú te lo mereces’. Todos estamos orgullosos de él”, señaló al explicar que de la unidad militar no recibió el apoyo que esperaba.
“Mis hijos, junto con personal del Batallón, recorrieron el río y no había ningún cuerpo ni nada. ¿Cómo es que 20 días después, de la noche a la mañana, ahí apareció mi hijo? Mi hijo sin camiseta, golpeado. A mí me informaron los vecinos que apareció el cuerpo, el batallón, hasta el sol de hoy, no lo ha hecho”, relató.
Además, explicó que a pesar de que se solicitó el mecanismo de búsqueda urgente, el mismo no fue activado. “El llamado que le hago la Fiscalía es que se muevan, porque todo está en silencio, está muy quieto, y no hay ninguna respuesta. Por favor, que se haga justicia, porque la muerte de mi hijo no puede quedar impune, era un niño al cual le apagaron sus sueños, le quitaron sus alitas”, dijo la mujer a EL TIEMPO.
A este escenario se suman varias dudas que la defensa tiene y que busca que la Fiscalía aclare: “¿Por qué el Ejército le inició a Javier Steven un proceso por deserción? ¿Por qué llegó a notificarle a la familia que él tenía que presentarse a rendir indagatoria? ¿Por qué no le informó a la familia del hallazgo del cuerpo, sino que se enteraron por los vecinos que sabían que su familia lo estaba buscando?”.