Estado reconoció responsabilidad por las ejecuciones extrajudiciales de 18 jóvenes, entre ellos, Marco Antonio Agredo y Jarbin Cifuentes 

Estado reconoció responsabilidad por las ejecuciones extrajudiciales de 18 jóvenes, entre ellos, Marco Antonio Agredo y Jarbin Cifuentes 

  • El 21 de agosto de 2019 el Tribunal Administrativo de Nariño declaró la responsabilidad del Ejército Nacional por las ejecuciones extrajudiciales de Marco Antonio Agredo y Jarbin Arbey Cifuentes.   
  • El Tribunal ordenó al Ejército Nacional llevar a cabo una serie de medidas de reparación integral, entre ellas, un acto público de reconocimiento de responsabilidad por estos crímenes. 

Florencia, Caquetá, 3 de diciembre de 2024. El Estado colombiano, en cabeza del Ministro de Defensa, Iván Velásquez, reconoció públicamente hoy su responsabilidad por ejecuciones extrajudiciales ocurridas en los departamentos de Caquetá, Huila y Putumayo de 18 jóvenes, quienes fueron presentados falsamente por militares como dados de ‘baja’ en combate. 

Entre las víctimas se encuentran Marco Antonio Agredo y Jarbin Arbey Cifuentes, dos campesinos residentes del municipio de Puerto Asís, Putumayo, quienes el 15 de enero de 2004, cuando se encontraban en su sitio de trabajo, fueron abordados por integrantes de la Compañía Buitre del Batallón Plan Especial Energético Vial N° 11 del Ejército Nacional, quienes con engaños los retuvieron, los ejecutaron extrajudicialmente y posteriormente los vistieron con prendas de uso exclusivo de las fuerzas militares, haciéndolos pasar por integrantes de un grupo guerrillero muertos en ‘combate’.  

“(…) no eran delincuentes, no eran guerrilleros, no se enfrentaron al Ejército, no tenían armas; fueron asesinados. Y es por eso que, en representación del Gobierno Nacional, del Ministerio de Defensa, hoy me encuentro acá reconociendo la responsabilidad institucional y ofreciendo excusas por las ejecuciones extrajudiciales ocurridas (…) No hay forma de ocultar lo que pasó y menos trivializarlo con discusiones sobre cuántos fueron los asesinados en estas circunstancias. Lo que debemos hacer es reconocerlo para que Nunca Más se repita (…),” indicó el funcionario.   

De igual manera, manifestó su respaldo a las Madres de Soacha y Bogotá y a todas las madres de las y los jóvenes que fueron víctimas de esta criminalidad de Estado, conocida mediáticamente como ‘falsos positivos’. También instó a la sociedad y a los medios de comunicación que, en su momento, publicaron los nombres de estas personas como delincuentes, para que hoy honren sus memorias. 

Por su parte, Sebastián Agredo, hijo de Marco Antonio Agredo, señaló que su padre era un pilar fundamental en su familia y que, al asesinarlo, no solo terminaron con su vida, sino que los obligaron a desplazarse de manera forzada por las amenazas, a empezar desde cero, sin apoyo y viviendo con el vacío emocional y económico que dejó la pérdida de Marco. Aunque valora el reconocimiento por parte del Estado, señaló que el proceso debe ser completo: con verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. 

Karol Viviana Cifuentes, hija de Jarbin Cifuentes, dedicó unas conmovedoras palabras a su padre. Señaló que ella y su hermano fueron privados de la maravillosa persona que era Jarbin, como les cuenta su madre: “(…) nos duele no haber podido pasar más tiempo contigo, ya que, por una injusticia, tuviste que dejar a mamá sola a cargo de dos bebés (…)”. Asimismo, señaló que su familia sufrió angustias y miedos causados por quienes debían protegerlos y que con este acto se reivindica el nombre de su padre. 

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