La Tierra es un sistema, el Cambio Climático nos lo recuerda

La Tierra es un sistema, el Cambio Climático nos lo recuerda

La especie humana como parte de la biosfera, en la búsqueda de confort ha transformado su hábitat haciendo caso omiso de cuán interrelacionado está este subsistema con los restantes: atmósfera, hidrosfera y geosfera.

Vale la pena traer a cuento en forma breve y sencilla, la forma como se articula el planeta Tierra para echar a rodar la vida; luego entonces se podrá comprender de qué manera la actividad humana ha desarticulado el engranaje acuñado en millones de años de evolución, poniendo en aprietos la calidad de la vida de todos los organismos que hoy lo habitamos y de aquellos que irán naciendo.

Habrá que remontarse al origen hasta hallar que el Sol es la fuente primigenia de energía. La cantidad que emite y que nos llega, es más o menos constante, por tanto, no puede pedírsele al Sol que aumente o disminuya según necesidades terrícolas; en conclusión, hay un límite.

El planeta tiene 510.1072.000 km², de los cuales el 70.8% es agua y el 29.2% es tierra; por tanto y hasta ahora no puede decirse que se dispondrá de más espacio para los requerimientos vitales de las especies que lo habitan; en conclusión, otro límite.

De no ser por la energía solar, artífice de la vida, todo tendería al caos; mírese si no, qué sucede a cualquier organismo cuando deja de alimentarse… sobreviene la muerte, la descomposición… Cabe preguntarse en este punto cómo se organizó la vida… Pues bien, la energía lumínica del Sol los vegetales la transforman en energía química la cual es fuente de energía para los animales; sencillo y grandioso a la vez… Una hoja de repollo alimentará la larva de una mariposa, quien a su vez alimentará un pájaro, que alimentará una serpiente y a su muerte retornará al suelo los nutrientes que la constituyeron, para nutrir de nuevo los vegetales y continuar así el recorrido de la materia.

Ahora bien; si tenemos una cantidad constante de energía (Sol), si contamos con un espacio definido (planeta Tierra) y un fluir energético por dicho espacio (vida) se hace fácil acercarse al concepto de sistema, una de cuyas acepciones es: conjunto de cosas que relacionadas entre si ordenadamente contribuyen a un determinado objeto (RAE). Como lo señala el dicho popular, más claro no canta un gallo… el planeta Tierra es un sistema que alberga la vida.

Hablar de un conjunto de cosas relacionadas entre si, puede ser más entendible si traemos a cuento corazón, arterias y venas, órganos que, trabajando armónicamente en el llamado sistema cardiovascular, contribuyen al desenvolvimiento de las actividades de cada persona. Huelga decir que somos, como organismo, la sumatoria ordenada de interrelaciones de varios sistemas, el digestivo por ejemplo, el respiratorio, el nervioso entre otros.

El planeta Tierra es un gran sistema que grosso modo consta de cuatro subsistemas a saber: Atmósfera (aire), Hidrosfera (agua), Geosfera (superficie sólida) y Biosfera (conjunto de seres vivos). Bien es sabido que cuando un sistema empieza a fallar, los demás subsistemas en efecto dominó, van colapsando. Si se ha comprendido lo expuesto hasta aquí, entonces también se puede comprender que como humanidad no hemos habitado el planeta desde la comprensión de su dinámica; vivimos en él tal y como si hubiera evolucionado para proveernos de recursos, cuando en realidad somos parte de su tejido, de su balance energético.

La especie humana como parte de la biosfera, en la búsqueda de confort ha transformado su hábitat haciendo caso omiso de cuán interrelacionado está este subsistema con los restantes: atmósfera, hidrosfera y geosfera. Cuando la humanidad usaba la energía propia del sistema para producir los alimentos con sus músculos o los músculos de sus animales, arado de bueyes por ejemplo, la energía consumida como alimento se transformaba en trabajo y residuos del metabolismo verbigracia la materia fecal, la cual volvía al suelo para nutrir otros vegetales; hoy va al agua cual si ésta fuera una banda transportadora de desechos, dejando el suelo sin nutrientes y el agua abundante en ellos, situación inédita para lo estructurado por sistema Tierra.

Retomando el engranaje natural del planeta, puede decirse que la temperatura del subsistema atmósfera es aproximadamente constante y que dicha temperatura obedece al balance entre la energía proveniente del Sol que entra al sistema Tierra y la energía que dicho sistema emite al exterior. La situación anteriormente descrita hace posible el desarrollo de la vida como la conocemos hoy, pero también es sabido que ha habido períodos en los cuales tales condiciones han cambiado drásticamente por causas naturales como las explosiones volcánicas; posterior a tales eventos y en forma paulatina el sistema se reacomoda y establece de nuevo su balance. Es importante resaltar que cuando el balance de las energías entrante y saliente es alterado, el sistema busca reestablecerse cambiando la temperatura… por tanto, en principio el cambio climático es parte del devenir de la Tierra.

Sin embargo, las actividades antrópicas, es decir, aquellas realizadas por la comunidad humana, han provocado alteraciones en el balance energético del planeta y como, no sobra repetir, el sistema busca reestablecerse cambiando la temperatura… las consecuencias se dejan ver: cambio climático sucedido en tan breve período que la adaptación de la naturaleza, de la sociedad humana y de la economía será bastante difícil.

La Revolución Industrial apalancó su desarrollo en el uso de combustibles fósiles, en otras palabras, la actividad de arar ya no es obra de los bueyes sino de los tractores, cuya energía viene del petróleo que estaba confinado en las entrañas de la tierra y que ahora queda transformado en trabajo (alimentos por ejemplo) y en bióxido de carbono arrojado a la atmósfera, con lo cual el balance energético del que venimos hablando se desestabiliza y… el resto de la argumentación ya en este punto es conocida, así que no vale la pena repetirla.

El sistema económico imperante da a entender, pongamos un caso, que no debe haber escrúpulo en que Colombia importe maíz de Argentina, a pesar de que nuestro país se encuentra en el trópico donde la producción vegetal es más eficiente por aquello de tener energía solar todo el año; súmesele también el costo del transporte calculado desde las emisiones de bióxido de carbono… Pero no es solo Colombia; el planeta es hoy en día un entramado de rutas de barcos, aviones, tractomulas movilizando personas y productos, sometiendo la humanidad al embeleco de la globalización.

El gran sistema planeta Tierra está enviando señales de alerta: la actividad antrópica estimulada por el sistema económico imperante, ha ocasionado un desbalance energético. El subsistema Atmósfera incrementa la temperatura, por tanto el subsistema Hidrósfera cambia su dinámica lo cual se percibe por ejemplo en el derretimiento de los glaciares; el subsistema Geosfera acosado por las lluvias torrenciales se eroda perdiendo la capa de suelo productivo poniendo la Biosfera en entredicho, pues los organismos al ser mal nutridos padecerán más enfermedades y al perder sus sitios de vivienda perecerán, mermando así la biodiversidad que mantiene el flujo energético de la vida.

Menuda responsabilidad la que tenemos quienes hoy respiramos… Como aun nos enamoramos y nos reproducimos, protestar de manera organizada, en forma perseverante, con un norte claro, sin caudillismos, es lo mínimo que puede hacerse para que la comunidad humana continúe en el tiempo; la vida lo hará sin nosotros… Bienvenidas las protestas visibles e invisibles, esas que llenan las plazas y aquellas que se hacen en solitario como viajar en bicicleta o llevar al merado bolsa de tela… también las que lanza la ciencia comprometida con la humanidad, que debe retomar su liderazgo en los escenarios donde se debaten las directrices económicas y políticas.

Lía Isabel, 15 de septiembre de 2019.

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