Casos puntuales, como el despido ilegal del vicepresidente de la USO, Edwin Palma Egea, enrarecieron el ambiente. Como también el “rifirrafe” que se vivió la semana pasada cuando líderes sindicales ingresaron por sus medios a las instalaciones de Barrancabermeja, Cartagena, Coveñas y Pozos Colorados, donde se concentra la capacidad refinadora y exportadora del país, con el propósito de demandar de Ecopetrol, el gobierno nacional y las multinacionales del petróleo respeto al derecho de asociación y libertad sindical.
En este año las relaciones de Ecopetrol con su sindicato mayoritario, la USO, han sido accidentadas y tensas en algunos momentos, todo con el telón de fondo del bajón en los precios internacionales del petróleo, que ha puesto en dificultades los planes de la empresa estatal, y de la industria petrolera en general.
Para la USO, el comportamiento de Ecopetrol deja ver una estrategia para torpedear la interlocución y las relaciones laborales, enrarecer el ambiente en las regiones petroleras, y mermar estructuralmente a la organización sindical y su participación en las decisiones que afectan a los trabajadores.
Casos puntuales, como el despido ilegal del vicepresidente de la USO, Edwin Palma Egea, enrarecieron el ambiente. Como también el “rifirrafe” que se vivió la semana pasada cuando líderes sindicales ingresaron por sus medios a las instalaciones de Barrancabermeja, Cartagena, Coveñas y Pozos Colorados, donde se concentra la capacidad refinadora y exportadora del país, con el propósito de demandar de Ecopetrol, el gobierno nacional y las multinacionales del petróleo respeto al derecho de asociación y libertad sindical.
Por todo ello, desde hace más de un mes la USO alertó sobre la posibilidad de llamar a huelga general en Ecopetrol. como medida para contener la estrategia antisindical de ésta, amenaza que llevó a que la semana pasada se diera un acercamiento entre las partes en un escenario de diálogo, tras el cual el sindicato suspendió, por ahora, las acciones de movilización que tenía previstas.
Para hablar sobre estos temas, esta Agencia entrevistó al presidente de la USO, Edwin Castaño, quien ratificó que esta organización sindical no está dispuesta a entregar las conquistas de los trabajadores. Además manifestó sus impresiones sobre el nuevo presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverri, se refiere a los despidos de trabajadores en la industria petrolera, y a dos temas claves para el sindicato: el plan de modernización de la refinería de Barranca y la operación directa de Campo Rubiales cuando revierta a la nación, entre otros temas:
La semana pasada directivos de la USO ingresaron a las instalaciones de Ecopetrol por encima de la orden de ésta de no dejarlos ingresar. ¿Por qué se dio esa situación?
Ecopetrol vetó a los dirigentes de la USO para ingresar a las instalaciones, según dijo, como medida de seguridad ante nuestro anuncio de decretar la huelga en respuesta a la actitud antisindical de la empresa. Ésta instauró un protocolo de ingreso que deja a discreción de los jefes quién entra y cuánto tiempo permanece. Eso no lo aceptamos porque viola el artículo 9 de la Convención Colectiva y los convenios 87 y 98 de OIT. Interpusimos recursos ante el Ministerio de Trabajo, la Defensoría del Pueblo y la misma Fiscalía, por cuanto el veto también viola el artículo 200 del Código Penal sobre libertad sindical. Y decidimos ingresar por nuestros medios a las refinerías de Barranca y Cartagena, la terminal de Coveñas y el puerto Pozos Colorados en Santa Marta. Lo hicimos con el apoyo de las organizaciones hermanas del sector minero-energético, que han estado muy pendientes por cuanto está en juego la libertad sindical.
En un comunicado Ecopetrol dijo que ese ingreso produjo daños en las instalaciones y perturbó la producción. ¿Qué dice a eso?
Eso hay que desmentirlo, es falso, lo rechazamos contundentemente. Los directivos ingresamos sin violentar la infraestructura ni afectar la producción, como corresponde a nuestra disciplina sindical. Lo hicimos sí de una manera enérgica. Varios trabajadores se quedaron pernoctando con nosotros ante los rumores de que íbamos a ser dasalojados por la fuerza pública.
¿Cómo se solucionó el impase?
Lo tratamos en una reunión de urgencia con las directivas de la empresa, y el viernes pasado con el nuevo presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverri. Fue el primer contacto que tuvimos con él. La reunión estaba planeada para 45 minutos y hablamos 3 horas.
¿Qué impresión les deja el nuevo presidente de Ecopetrol? ¿Cómo lo recibe la USO?
Teníamos una visión distinta de él y de su manejo de las relaciones. Pero nos pareció una persona calmada, correcta, aplomada, que no esgrimió prepotencia, que deja hablar y escucha. Nos manifestó que su lema es solucionar problemas y a eso llegaba, a contribuir a que Ecopetrol creciera y se posicionara por 20 años más. A lo que yo le dije que no sean 20 sino 100 años más. Le dejamos claro que aspirábamos a que nos permitiera ejercer el trabajo sindical como lo hemos hecho en los últimos 50 años.
¿Qué acuerdos se lograron con la empresa para que la USO reconsiderara la posibilidad de ir a la huelga en estos momentos?
La USO es un actor político, y como tal le corresponde enfrentar los escenarios políticos con el alto gobierno. En los días previos al cese de actividades que teníamos previsto fuimos convocados a una reunión con los ministros de trabajo y de minas, el Director Nacional de Planeación. Acudimos para conocer la visión de parte del gobierno sobre el futuro de Ecopetrol. Planteamos que los artículos 11, 27 y 135 del Proyecto del Plan Nacional de Desarrollo implicaban una amenaza en la vía de la privatización de la empresa, pero el director de Planeación Nacional, Simón Gaviria, ratificó que en ningún momento el gobierno ha pensado en escindir o enajenar o vender a Ecopetrol. También le expresamos nuestra preocupación por la operación futura de Campo Rubiales cuando pase a ser propiedad de la nación, y que estamos muy pendientes del pasivo ambiental, social y laboral que dejará la multinacional que lo ha operado.
¿Ya hay claridad sobre la operación futura de Campo Rubiales?
Nos dejaron un gran interrogante: no se sabe si lo va a operar una administración delegada, o mediante contrato de mantenimiento y operaciones, o lo va a operar directamente Ecopetrol. La USO hizo un juicioso estudio técnico, financiero y jurídico que dice que el valor presente neto, que es lo que el gobierno necesita saber si es viable para Ecopetrol asumir la operación directamente, está por encima del 4%. Lo que indica que no se justifica entregarla a un tercero, con eso dejaría de tener muchos más ingresos. Prueba de ello es la exitosa experiencia de Castilla y Chichimene, dos campos que se revirtieron y cuya operación Ecopetrol asumió directamente hace 14 años. Hoy ambos producen 180 mil barriles diarios de petróleo. Con base en ese estudio que hizo la USO solicitaremos una reunión con la Junta Directiva de Ecopetrol para presentarle nuestra posición al respecto. Creemos que la operación directa es la correcta, y en ese sentido seguimos buscando escenarios políticos en el Congreso, las asambleas y los consejos municipales para explicar la conveniencia de que ese campo sea operado directamente por Ecopetrol.
¿En qué va el caso Edwin Palma?
Está en manos del presidente de Ecopetrol. La Vicepresidencia de Talento Humano dice que todavía está dentro de los límites para reconsiderar el despido del compañero Edwin Palma. Nosotros decimos, y así lo hemos denunciado, que lo tienen más como un rehén. Porque el suyo es un caso sui-generis. Lo que se hace cuando un trabajador tiene fuero es que la empresa empiece por solicitar a un juez el levantamiento del fuero, para proceder al despido. Aquí se hizo lo contrario, el compañero fue llamado a descargos por el método convencional, que da tres días para definir su situación. En este tiempo la empresa le pasó la carta de terminación del contrato sin levantarle el fuero. Él está despedido, pero sigue devengando sueldo, bajo el amparo del artículo 140 del Código Sustantivo del Trabajo hasta que un juez decida lo contrario.
Otro tema que la USO ha venido agitando en sus comunicados es el relacionado con el proyecto de modernización de la refinería de Barrancabermeja. ¿Por qué es tan importante ese tema?
Para nosotros la modernización de la refinería de Barranca, que es vieja y obsoleta, es tan importante como la nueva refinería que se está terminando de construir en Cartagena. Con esa modernización el país se fortalece en su soberanía energética y en la distribución de los combustibles. Fedesarrollo hizo un estudio que determinó que se trata de un proyecto de interés nacional, que aumentaría el PIB para el año 2020 que se terminaría y generaría 40 mil empleos entre directos e indirectos. A Barrancabermeja le ingresarían unos $60 mil millones por concepto de impuestos, más el aumento en el consumo per cápita. Se dice que por cada 13.2 pesos que se inviertan en el proyecto, 4.1 pesos se quedan en la región, lo que aumentaría el poder adquisitivo de los trabajadores y la población.