Magnicidio de Carlos Pizarro Leongómez fue una clara expresión del terrorismo de Estado: Represante de víctimas

Magnicidio de Carlos Pizarro Leongómez fue una clara expresión del terrorismo de Estado: Represante de víctimas

Esta 26 de septiembre de 2023, transcurridos 33 años del magnicidio de Carlos Pizarro, se produjo la primera condena contra un servidor público. Se trata de Jaime Ernesto Gómez Muñoz para la fecha de los hechos agente del DAS, quien hizo parte del esquema de protección del candidato presidencial del desmovilizado M19.

El principal rol de este agente consistió en dar muerte al sicario que disparó contra el candidato presidencial en pleno vuelo en la ruta Bogotá- Barranquilla, con el fin de eliminar cualquier posibilidad de futuras delaciones por parte del sicario y asegurar así la impunidad del magnicidio.

La sentencia de fecha 26 de septiembre de 2023, emitida por la Jueza titular del Juzgado Décimo Penal de Circuito Especializado, condenó a Jaime Ernesto Gómez Muñoz a la pena principal de prisión de 20 años y tres meses. Esta importante decisión judicial es contundente y muy sólida en sus argumentos probatorios y jurídicos.

Resaltamos de la sentencia, los siguientes aspectos:

  1. Reafirmó que el homicidio de Carlos Pizarro es un crimen de lesa humanidad, tal y conforme lo había declarado la Fiscalía desde abril de 2017.
  2. Condenó al enjuiciado Jaime Ernesto Gómez Muñoz por el delito de Homicidio con fines terroristas, lo cual es un reconocimiento del obrar terrorista de agentes del Estado, en magnicidios como el de Carlos Pizarro. De hecho, este asesinato es la clara y cruda expresión del terrorismo de Estado.
  3. Estableció la sentencia que el magnicidio se produjo por acción de un aparato organizado de poder, lo cual es concordante con el abundante y contundente acervo probatorio, aparato que tuvo como protagonistas al DAS y el paramilitarismo en cabeza de los hermanos Fidel y Carlos Castaño.
  4. La sentencia reafirmó que el asesinato del candidato presidencial Carlos Pizarro, tiene los mismos patrones criminales y modus operandi que operaron en otros homicidios, entre ellos, los de los también candidatos presidenciales Bernardo Jaramillo y Luis Carlos Galán, así como el homicidio del dirigente político de la UP, José Antequera. Estas similitudes reconocidas en la sentencia indican claramente que la agencia presidencial de inteligencia DAS, obró como un criminal aparato organizado de poder.

Esta importante sentencia contribuye en la construcción judicial de la verdad y la memoria histórica sobre estos hechos de grave violencia contra la paz y contra la oposición política que buscaron frustrar las aspiraciones populares de contar con gobiernos alternativos que profundizaran la democracia y aseguraran el bienestar general de la población con base en el respeto y garantía de los derechos humanos, entendidos integralmente.

La justicia aún está en deuda con la humanidad, con la sociedad y con la familia del líder asesinado. Ese aparato organizado de poder que identificó la sentencia contó con altos funcionarios del Estado que aún no han sido debidamente investigados, juzgados y condenados.  Los máximos responsables del magnicidio aún gozan de impunidad.

Solicitamos al Fiscal General de la Nación que retorne a Bogotá al Fiscal Mauricio Ponce, quien adelantó con compromiso y responsabilidad esta investigación para que reasuma la misma, en terreno y no a distancia, y en relación con otros funcionarios involucrados en el magnicidio cuya investigación es de su competencia.

Por otra parte, vale la pena mencionar que la Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema de Justicia recientemente recibió en versión libre del entonces director del DAS, General Miguel Alfredo Maza Márquez, y semanas después lo llamó a indagatoria, la cual está programada para el 31 de octubre del presente año.

La familia de Carlos Pizarro y las organizaciones de derechos humanos que la apoderamos, continuaremos transitando los senderos jurídicos en búsqueda de verdad completa y de la sanción de todos los partícipes en este crimen de lesa humanidad, especialmente de quienes ordenaron y planearon el magnicidio.

Share This