Palabras de Reinaldo Villalba al recibir el premio Sir Henry Brooke de derechos humanos

Palabras de Reinaldo Villalba al recibir el premio Sir Henry Brooke de derechos humanos

Este premio lo recibo con toda humildad, lo siento como un reconocimiento al trabajo del CAJAR, organización de derechos humanos que actualmente presido y que por más de 40 años ha sufrido la persecución estatal como retaliación por su compromiso al lado de las víctimas en procura de verdad, de justicia, de reparación integral y de garantías de no repetición

Quiero agradecer a Susi Bascon directora de PBI del Reino Unido, a la Alianza para Abogados en Riesgo su presidente Sir Patrick Elías y al señor Dominic Grieve, y al socio principal de la firma de Abogados Simmons and Simmons Colin Passmore por la entrega del “Premio Sir Henry Brooke 2020”. Gracias infinitas por su preocupación por Colombia y el mundo, por las víctimas y las personas defensoras de derechos humanos que entregan su vida por los más caros ideales de la humanidad.

Este premio lo recibo con toda humildad, lo siento como un reconocimiento al trabajo del CAJAR, organización de derechos humanos que actualmente presido y que por más de 40 años ha sufrido la persecución estatal como retaliación por su compromiso al lado de las víctimas en procura de verdad, de justicia, de reparación integral y de garantías de no repetición. Alcanzar la paz, construir democracia y promover el estado de derecho con fundamento en el respeto de los derechos humanos ha sido nuestra misión. A todos las personas que hacen parte del CAJAR les envío un gran abrazo, ellas saben que este galardón es suyo por estas décadas compartiendo triunfos, alegrías, conocimiento, solidaridades y también frustraciones y dolores, que son intrínsecos en un país de violaciones de derechos humanos y de impunidades. Gracias por todo lo recibido de parte de ustedes. Gracias totales. Participo el premio también a la FIDH de la cual soy uno de sus vicepresidentes.

Imagen del premio proyectada durante la ceremonia virtual

Imagen del premio proyectada durante la ceremonia virtual

Este premio lo recibo y comparto a todas las organizaciones y personas defensoras de derechos humanos de mi país y las miles de víctimas que arroja la violencia sociopolítica en toda la geografía nacional. Desde la firma del acuerdo de paz entre las FARC y el Estado colombiano (finales de 2016) han sido asesinadas más de 1050 personas defensoras de DDHH y líderes sociales, en sólo 2020 van más de 255 asesinados, el contexto de la pandemia los ha puesto en mayor vulnerabilidad, pues les han matado dentro de sus casas o cerca de ellas. Entre tanto, han ocurrido durante este año 79 masacres, más de 250 excombatientes que le apostaron la paz y firmaron los acuerdos han sido asesinados, de ellos, más de 55 durante 2020. En el actual gobierno del presidente Duque, también se han incrementado otras graves violaciones de derechos humanos como de desplazamiento forzado, las desapariciones forzadas, las torturas y la violencia sexual, entre otros graves crímenes. Mi país, duele decirlo, es un gran cementerio, miles de las tumbas son clandestinas, permanecen ocultas a todas las miradas, sin nombre, a la espera de su rescate, de su reivindicación.

En Colombia persiste la sistemática y generalizada violación de los derechos humanos, acompañada de una política dirigida a asegurar la impunidad de los máximos responsables, especialmente, si los autores y beneficiarios son altos funcionarios del Estado o pertenecen a las élites del poder político y económico. Combatir la impunidad sigue siendo uno de los grandes retos que tenemos que afrontar, hoy con mayor dificultad ante las campañas de desprestigio contra las Cortes y el desacato de ordenes judiciales por parte del alto gobierno, en abierto ataque a los principios democráticos y al Estado de derecho, además que el gobierno tiene cooptados los organismos de control. Tememos que el país se enrumbe hacia una dictadura.

Este reconocimiento es un fundamental respaldo a nuestra labor de defensa y promoción de los derechos humanos y anima y fortalece nuestro compromiso en la lucha contra la impunidad, pese a que ejercer la defensa de los derechos humanos en Colombia constituye un alto riesgo para la vida. Tenemos plena convicción que el apoyo de la comunidad internacional es definitivo para proteger la labor y la vida de las personas defensoras de derechos humanos. En este punto, quiero hacer un reconocimiento al vital acompañamiento que por mas de 25 años nos ha brindado PBI en Colombia y otras partes del mundo, su acompañamiento ha permitido que nuestro trabajo se mantenga en las diferentes regiones del país, pese al clima de inseguridad y amenazas en el que desarrollamos nuestra labor, y sin duda, han contribuido a que estemos vivos en este escenario en que la muerte hace presencia cotidiana.

Me complace compartir esta ceremonia con la periodista y defensora de derechos humanos hondureña, Dina Meza. Honduras vive como la mayoría de países de nuestra región, una profunda crisis en materia de democracia y de derechos humanos. Me honra ser una de las personas integrantes de la Misión de Observación Calificada de los procesos penales que se adelantan por el asesinato de la inmortal y siempre viva Berta Cáceres, defensora de su pueblo indígena Lenca, del campesinado, del territorio y los recursos vitales, ante la avaricia devastadora megaproyectos hidroeléctricos y mineros.

Permítanme, hacer un reconocimiento a mi familia, a mi esposa, a mis hijos, a mis hermanos, a toda mi gran familia, quienes han vivido por años la zozobra y la angustia de lo que pueda ocurrirme por mi condición de defensor de derechos humanos, por su apoyo permanente e incondicional; pero además porque a nuestras familias se ha extendido la persecución estatal. Igualmente, quiero ofrecer este premio a la memoria de mi padre, quien falleció en años recientes; a mi protectora madre que está hoy cumpliendo años, ellos mis arquitecto de vida. También rememoro a la madre de mi esposa, quien no alcanzó a compartir este momento porque la muerte la sorprendió este año.

Tuve el privilegio de conocer y compartir con Sir Henry Brooke, un humanista íntegro que entregó sus energías y su sabiduría al más alto sentido de justicia. Por eso, saludo que se haya creado este premio en su memoria. Sir Henry Brooke, hizo de la protección y defensa de las personas defensoras de derechos humanos en todas las latitudes del planeta una de sus más loables misiones. Haber conocido de sus calidades humanas, me hará llevar con orgullo este premio y prometo estar a la altura de lo que significa ser portador de tan importante reconocimiento.

Hago un llamado a los gobiernos y a la comunidad internacional para que mantengan e incrementen su atención y apoyo sobre la situación de derechos humanos en Colombia, especialmente en relación a las víctimas de graves violaciones de derechos humanos y en la exigencia al gobierno colombiano para que de cumplimiento integral a los acuerdos de paz, que constituye un paso importante en la construcción de democracia y de superación de la injusticia social y de la inequidad, pues mi país es uno de los más inequitativos del mundo.

Gracias a todas las personas que nos están acompañando vía virtual en esta inolvidable ceremonia.

Video: https://fb.watch/39SBsDveDJ/

Share This