El proceso de paz ha puesto las victimas en el centro de la negociación como un elemento fundamental para dignificarlas. Sin duda he sido una víctima y revictimizado con mi familia, al sufrir diversos atentados contra mi vida y también al ser encarcelado por un hecho que no cometí. Espero que esa verdad salga a relucir. (Foto: Telepetróleo)
La obra Ensayo sobre la ceguera del premio nobel de literatura José Saramago, es una reflexión profunda que nos enseña hasta qué punto puede llegar la degradación humana. Precisamente, en la obra mencionada la esposa del optómetra quien era la única persona que podía ver en ese sitio donde los tenían enclaustrados a todos quienes habían perdido la visión, y después de observar las cantidades de barbaridades que puede cometer el ser humano, les dijo: “Si no somos capaces de vivir enteramente como seres humanos, hagamos lo posible para no vivir enteramente como animales”.
Lo anterior nos enseña que el conflicto armado que vive Colombia que lleva cerca de 60 años se ha degradado a tal punto que quienes han sido víctimas de esta confrontación ha sido la población civil llevando el sufrimiento y el dolor a millones de madres y huérfanos.
Por eso hay que saludar el esfuerzo que hace el gobierno nacional y la insurgencia de las
Farc para que, utilizando el diálogo, se pueda conseguir una solución pacifica y civilizada al conflicto interno colombiano ahora que estamos en esa etapa de firmar el acuerdo de paz como un anhelo del pueblo colombiano para que las diferencias las resolvamos en medio de las batallas pero de ideas.
Es imprescindible que el gobierno actúe de manera profunda para eliminar las razones que dieron origen al conflicto y por lo tanto se requiere generar políticas públicas tendientes a prevenir la violencia y el delito haciendo énfasis en programas dirigidos a la salud pública, educación, empleo, respeto a los derechos humanos y construcción de ciudadanía democrática.
Se deben desarrollar programas focalizados donde el narcotráfico, con sus diversos tentáculos, permea a la juventud que es víctima de este flagelo. Luego de que estos jóvenes entran a las entrañas del monstruo de la drogadicción, los convierte de víctimas a victimarios. Pero no se puede olvidar que el Estado los abandonó sin prestarles la atención debida para que superaran dignamente estos hechos en que los metieron las mismas circunstancias del abandono estatal.
En medio de esta reflexión me doy cuenta de que estoy cumpliendo 2094 días de estar injustamente encarcelado. El proceso de la ceguera se me ha acelerado al punto que mi visión es casi nula, y estoy escribiendo a tientas. Precisamente al recordar la obra de José Saramago, Ensayo sobre la ceguera , recuerdo que el ser humano es capaz de superar las crisis y dificultades con dignidad, fortaleza y mucha entereza.
Ese es el proceso que he vivido durante estos casi seis años de encierro porque al trasegar por la vida es como navegar por un rio caudaloso que cuando caes al agua debes sobrevivir nadando y para ello requieres regular tus fuerzas, y cuando llegas a la cresta de la ola divisas el puerto donde has de llegar.
Durante todo este tiempo he venido nadando y cada brazada es un grito de esperanza para que aparezca la verdad y llegue la anhelada libertad que me han quitado durante estos años. Para demostrar que quienes pretendieron degradarme e invisibilizarme no lo han logrado. Que, por el contrario, sigo batallando através del arte y la escritura dando a conocer las injusticias que vive colombia.
Por ejemplo la de una justicia parcializada que es capaz de nombrar fiscal a una persona que había sido condenada por crímenes de lesa humanidad y fomentar el oprobioso cartel de los falsos testigos de los cuales soy víctima, para cobrarles a ciudadanos honestos toda una vida, como en mi caso, dedicada a la defensa de los derechos humanos.
El proceso de paz ha puesto las victimas en el centro de la negociación como un elemento fundamental para dignificarlas. Sin duda he sido una víctima y revictimizado con mi familia, al sufrir diversos atentados contra mi vida y también al ser encarcelado por un hecho que no cometí. Espero que esa verdad salga a relucir.
Hago un esfuerzo por seguir escribiendo pero me es difícil, sin embargo quiero dar gracias al apoyo de organizaciones internacionales como PBI y FRONT LINES DEFENDER. Voy a ser operado, y tengo la esperanza de volver a ver la libertad.