La declaración universal de los Derechos Humanos, fue un instrumento aprobado el 10 de diciembre de 1948 y su redacción esta inspirada en la declaración de derechos y deberes del ciudadano que conocemos como producto de la revolución francesa en 1789, por eso el 10 de diciembre se conmemora el día universal de los derechos humanos. Al momento de su aprobación, Naciones Unidas contaba con 58 Estados, 48 de ellos votaron a favor de su adopción, 8 se abstuvieron y dos no estuvieron presentes.
La declaración nace con posterioridad a los horrores de la segunda guerra mundial, los Estados vieron la necesidad de contar con compromisos de no volver a cometer un genocidio como el que se dio en Europa por parte de nacismo contra los pueblos Judíos, Rom y otros, o la utilización de bombas nucleares como ocurrió en Hiroshima y Nagasaki. Un consenso internacional de respeto y protección de los derechos humanos.
En ese sentido los 30 derechos contemplados en la declaración son un ideal al que aspira la humanidad, el preámbulo de la declaración es la explicación filosófica que inspiro a los Estados a proclamarla y sintetizar la idea de que no puede haber paz si no se respetan los derechos humanos. Este preámbulo cuenta con 7 párrafos, en el primer párrafo se reconoce la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. Intrínseca quiere decir que con independencia de nuestro origen desde el nacimiento contamos con esos derechos por pertenecer a la especie humana, inalienable quiere decir que nadie puede despojarnos de esos derechos y que no podemos renunciar a ellos.
El segundo párrafo reconoce que el desconocimiento de los derechos humanos ha originado actos de barbarie que son contrarios a la conciencia de la humanidad, este es el nunca más de las Naciones Unidas, recordar diariamente que las violaciones a derechos humanos no deberían repetirse y que es un propósito común tener un mundo liberado del temor y la miseria, es decir, que todos los seres humanos puedan gozar tanto de sus derechos civiles y políticos, como de los económicos, sociales y culturales.
El tercer párrafo del preámbulo señala que los Estados deben asegurar un régimen en que los derechos se reconozcan, para que los seres humanos no se vean obligados a revelarse contra la tiranía y la opresión, es decir, al tiempo que consagra este derecho de los pueblos señala que es una obligación del Estado garantizar un mínimo régimen de derechos.
El cuarto párrafo promueve las relaciones amistosas entre los Estados y recuerda que la paz es un cometido universal.
El quinto párrafo se refiere al progreso social que deben buscar las naciones, en condiciones de libertad e igualdad para todos y todas.
Finalmente el último párrafo consagra el compromiso de respetar los 30 derechos establecidos en la declaración y resalta la importancia de que todos lo Estados tengan una concepción común sobre ese compromiso