Prisioneros políticos de las FARC EP denuncian negligencia por parte de funcionarios del INPEC

Prisioneros políticos de las FARC EP denuncian negligencia por parte de funcionarios del INPEC

Nuevo escalamiento de la Huelga de Hambre de los Prisioneros Políticos de Guerra Farc-Ep en Eron Picota Bogotá

El paroxismo de lo inhumano tampoco conoce límites en las cárceles y penitenciarias colombianas.

Tenemos que informar  a la opinión pública con profundo dolor y desconcierto lo sucedido en la última noche y madrugada de hoy con nuestro camarada Edilson Martínez León, con TD 73226 recluido en el patio 10 del presente establecimiento.

Para empezar debemos decir que Edilson Martínez capturado en 2012 con herida de guerra por impacto de proyectil en su pierna derecha, tras un preacuerdo con la fiscalía en donde aceptaría su condición rebelde ante la justicia colombiana, nunca fue remitido por el INPEC al juzgado correspondiente para ello,  esto ha repercutido en que luego de 4 años nuestro compañero sigue bajo prisión sin resolverse su situación jurídica, existiendo la posibilidad de gozar en libertad de un tratamiento digno si el INPEC hubiese cumplido con  sus funciones.

Pues bien, no bastando lo señalado, en sus 4 años de prisión, tampoco ha recibido atención médica integral. Una serie de dilaciones e incumplimientos por parte del INPEC y demás autoridades competentes así lo ha determinado.

Sus remisiones a los centros especializados terminan en la nada por acciones perversas como que, a los funcionarios se les olvidó de repente llevar la documentación pertinente, o las remisiones se realizaban más tarde de la hora citada por los especialistas, o simplemente nunca había remisión.

Esto pareciera ser el límite, pero no, faltaban un par de situaciones más, para que, no sabemos aún, si tocara fondo.

Primero; tras una serie de huelgas en 21 cárceles del país por todas y todos nosotros, el Gobierno Nacional recordó que los gestos de paz deben ser recíprocos, anunciando indultos, brigadas de salud y concentraciones.

Hoy, 2 meses y 5 días después, los indultos están incompletos y de las Brigadas de Salud y concentraciones sólo existe oscuridad total.

Segundo. A todo lo anterior, le faltaba un acto de odio más por parte de los funcionarios del INPEC.

Anoche,  Edilson Martínez León presenta cuadro de agudización de su estado ya crítico,  es llevado a Sanidad y el médico de turno sin mediar palabra ordena remisión al hospital Simón Bolívar,  con el argumento que o se amputa su extremidad o corre riesgo su vida.

Los funcionarios del INPEC en una acción inaudita que sin duda corresponde a seres vivos sin sentido alguno de humanidad, dejan tirado literalmente al garete a nuestro compañero en unas celdas conocidas como primarias, toda la madrugada, en medio del frío, con el cuadro y la magnitud de su gravedad, llorando y gritando por la desesperación tras el dolor que representa su estado.

Recordamos que  lo aquí expuesto ocurre en medio de una huelga de hambre que completa 8 días bajo la cual hacemos un llamado al cumplimiento de las brigadas
de salud y concentraciones por parte del Ejecutivo y que por supuesto, no ha tenido respuesta alguna por el señor Ministro de Justicia y Ministro de Salud.

De tal manera, anunciamos un nuevo escalamiento en la protesta pacífica, la cual cuenta ya con dos camaradas que han cosido sus bocas, tres más que completan 6 días en huelga de hambre y a los cuales se suman a partir de la fecha diez camaradas, más para un total de 15 en huelga de hambre. Dejando la puerta abierta a un nuevo escalamiento en los próximos días.

Insistimos que no vamos a quedarnos inermes ante el drama que se vive, no vamos a bajar los brazos de lucha hasta tanto el Gobierno Nacional cumpla con el Gesto de Paz a cabalidad.

El imperativo de la Paz no puede ser excluyente con quienes estamos privados de la libertad. Las partes en diálogo deben comprender que La Paz sin acciones humanitarias más allá de lo incluyente, en el terreno del diálogo participativo y representativo, tiene que repercutir en beneficio de los representados. Y la verdad sea dicha, el beneficio de los representados, llamémonos prisioneros políticos de guerra, ha sido una sumatoria de cero. Por el contrario, la estigmatización,  el odio, tortura e indiferencia por parte de los funcionarios que trabajan en las instituciones del Estado correspondientes, ha sido una multiplicación a la enésima potencia.

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